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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 01 de Septiembre de 2014



Una supernumeraria que se va.- NikitaSoy

Hola a todos:

Quiero decirles que tienen toda mi admiración, en especial Agustina, la coordinadora de este sitio.

MI tiempo en la Obra como supernumeraria (casi 34 años) ha terminado. Ellas no lo saben, pero yo ya estoy fuera en mi alma y mi corazón. He aprendido muchas cosas buenas en estos años y les debo mucho en mi formación doctrinal y litúrgica. También me han hecho sufrir. Conozco muchas supernumerarias, buenas personas, pero que no han tenido un involucramiento profundo: su entrega es bastante superficial. Yo no he sido así.

Desde los diez años de edad la Obra tuvo control de mi vida, mi matrimonio, mis gastos... Lo hice completamente convencida, rindiendo el juicio en lo "grande y lo pequeño". Fuí apasionada en la defensa y amor de la Obra. Hasta que me dejaron sola en cosas en las que obedecí y que negaron haber indicado. Hasta que les importó un pepino si como viuda tenía o no trabajo. Ha sido mía y de la gracia de Dios la búsqueda que me hizo separar mi condición de católica del Opus Dei. No ha sido fácil. No sé rezar de otra manera y no quiero convertirme en una divorciada del espíritu. Pero quiero ser una hija de la Iglesia y descubro todos los días la pluralidad de la Esposa de Cristo. Benedicto XVI no lo sabe, pero sus escritos me salvaron en amargas horas de soledad y me hicieron descubrir que Dios me ama, a pesar del maltrato espiritual que recibí.

Me duelen mucho, sinceramente, los testimonios de muchos de ustedes. Tengo amigas y amigos exnumerarios. Algunos participan en este foro. A todos ellos les reconozco que no perdimos la amistad y que supieron respetarme como supernumeraria. Quisiera darle un abrazo a cada una y a cada uno de los que aquí escriben y no conozco. Sé que han sufrido, pero tenemos que perdonar y pensar que obramos de buena fe, no como unos autómatas. No comparto las opiniones vertidas en algunos blogs, muy politizadas y llenas de rencor. No me gusta que hagan cacería de brujas de las personas que siguen en el Opus Dei porque -como nosotros lo hemos estado- permanecen ahí de buena fe, creyendo que "el que obecede no se equivoca" y que buscan la santidad en medio del mundo. ¿Por qué señalarlos así? ¿qué se gana?

Quiero agradecer los escritos de Ebe. No sé quién seas ni en qué país estás, pero me has ayudado mucho. Quiero que sepas que llevo unos siete años esperando la llegada de la reforma, como ha ocurrido con otras instituciones. No la veo venir. Pensé esperar dentro, pero la ausencia de autocrítica en la Prelatura y la soberbia de pensar que el espíritu y la praxis de la Obra están esculpidas en piedra, como las tablas de zafiro de Moisés en el monte Sinaí, los tiene atrapados. No ven ni quieren ver. Todas las instituiciones de la Iglesia se reforman cuando vienen las deserciones masivas. ¿Por qué el Opus Dei no? Se vale equivocarse, lo que no se vale es no pedir perdón, no dar explicaciones, borrar la historia, decir que las personas afectadas están locas. Ebe, gracias por tus reflexiones.

Bueno, qué Dios los bendiga, qué conduzca sus caminos.

Un abrazo
NikitaSoy





La doble vara de medir en el Opus Dei.- Josef Knecht

Muy interesante –y emocionante– ha sido la última aportación de Carmen Charo sobre el limbo laboral del Opus Dei (29.08.2014). Así es la vida interna de la Obra de Escrivá, tal como Carmen la presenta aportando, además, en este caso documentación testimonial de su propia vida. Carmen alude a la magnanimidad con que traté a don José Luis Illanes en mi escrito del 27.08.2014. A este respecto debo advertir que fui respetuoso con Illanes porque sus gestiones de entonces beneficiaron a muchos sacerdotes secularizados, pero a la vez reconozco que su comportamiento también fue, en buena medida, discutible. Me explicaré...



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Sobre la perseverancia.- Lizzy Babieca

Después de un tiempo, más o menos breve, en que se ha establecido -en la persona del iniciado- el convencimiento sobre la llamada de "dios" a la Obra, se le explica muy detenidamente cómo la vocación es apenas una lucecita en alma, la cual se debe cuidar mucho muchicisísimo, no vaya a ser que ésta se apague. Por lo tanto, no se toca, ni con el pétalo de una flor. Cuestionamiento cero. "Ahora es el tiempo de la perseverancia", te dicen, la hora de ser fiel, hasta que estires lo más buenamente que puedas tu santa pata. Que no importa la dificultad, hijo mío, que a través de los montes pasarás, así ya tengas el cuello chueco, los huesos medio desechos, los cabellos ralos, y te cuelguen -a veces- los excrementitos. A perseverar, como sea...



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Se toparon con el opus y lo confundieron con la Iglesia.- Pantagruel

Queridos lectores: os pido disculpas antes de empezar: necesito soltar lastre. Quizá, solo quizá, será otra repetición de lo que habéis leido muchas, muchísimas veces. Sin embargo os suplico, no que me leáis, si no que me dejéis expresar en unas líneas mis sentimientos.

Entró en la Obra (en adelante el opus) con 15 años. Me disculpo: no entró, lo entraron, lo captaron, lo manipularon, lo engañaron, lo adularon, le hicieron “ver” su “vocación”, así, en quince días, sin conocer del opus absolutamente nada. Le fastidiaron su bachillerato. Le amargaron su carrera universitaria. Le hicieron perder cursos de la carrera (¡suerte que tenía que santificar el trabajo!) con encargos y más encargos absurdos, con falsos prestigios que es de lo que viven la mayor parte de los indignantemente llamados numerarios. Se enfrentó a sus padres, a sus hermanos, a su familia. Pidió y pidió dinero y más dinero. El opus nunca pone nada (res, nothing, rien, nitchs...) Perdón, perdón, caramba que error: sí pone. Pone trabas, pone excusas, pone planes, pone mentiras, pone desamor, pone paredes entre el adolescente y su família. Aleja del verdadero Dios al chico para acercarlo al desamor de lo infantil, de lo absurdo, de los escrúpulos sin sentido. Priva su maduración. Su espíritu crítico no se desarrolla. No puede: está atado de pies y manos. Todo se le da hecho. Hasta la "vocación", la cual nunca debe plantearse, le es asegurada temblorosamente con pastillas. Muchas pastillas, cada vez a dosis mayores. ¿Qué le hacen daño? ¡Y que más da! Ignoran si está enfermo.

Cualquier medicastro opusino, o ni tan solo eso, es suficiente para “tratar” las enfermedades que ellos jamás han preguntado a los padres. Se lo llevan lejos, cada vez más. ¿Para qué? Para alejarlo de su familia que ya no es su família. El distanciamiento es físico y emocional. Largos periodos de silencio. Pidiendo más y más dinero. El opus sigue aportando su rencor, su sinrazón, engañando al joven con más y más falsas grandezas. Como si de ello dependiera la salvación del mundo. Adulándolo, però sin soltar prenda para ayudarle. La prenda que la sueltan los padres. Eso sí, los triunfos y avances de los hijos se los lleva el opus. El opus sí que sabe. Los padres, los que lo han educado y formado, son poco más que escoria pecadora. Ellos, los opusinos son la clase alta. La élite. Lo mejor de lo mejor, son.... ¡como todo el mundo debería ser!. Sólo su doctrina es la buena, la mejor, la única. El deslumbramiento es grande.

La vocación no existe, pero el opus la crea y a veces la elimina. Si le interesa la mantiene, pero eso sí, la mantiene con fármacos, grandes aliados de lo que ellos llaman oración y que a menudo no lo es realmente, pues pocas veces se basa en lo que debería: EL EVANGELIO. El dinero..., de los padres. Y si no tienen, que lo busquen, aunque lleguen a la ruina total. OBJETIVO: ¿Dar gloria a Dios? ¿Santificar el Trabajo? ¡NO! Único y gran objetivo: D I N E R O.

Ya termino, no quiero daros lástima. No escribo para eso. Escribo para certificar que los que salen,.... ¿por qué será que todos salen con mal plan? ¿Todos se quejan? ¿Todos lo han pasado mal?

Y los que siguen dentro, certifico que alguno habrá de honrado, son los que se toparon con el opus y lo confundieron con la Iglesia.

Saludos
Pantagruel





Opus Dei, prelatura personal: ¿Derechos? Sólo los sacerdotes.- Pensando

Opus Dei, prelatura personal: ¿Derechos? Sólo los sacerdotes.

Pensando, 1/09/2014


(Puesto que el Opus Dei es una prelatura, los derechos los tienen propiamente los presbíteros, ¿o no?)

En su afán por cuidar su idolatrada autoimagen, y su idolatrada pecunia, la prelatura personal Opus Dei, accede a indemnizar "solamente por sus años de sacerdote" al ex miembro de su prelatura, Antonio Esquivias.

Por razones de oportunidad o coyuntura, y para ser expedito y funcional, quiero al menos, solamente, apuntar sin mayores referencias, citas o argumentaciones lo siguiente, y ya quien pueda y quiera hacer algo más, ¡adelante!...



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Los grupos neoconservadores en la Iglesia Española.- Sanpedro

No está nada mal el siguiente documento del diario El País (13 de febrero de 2013) de Jesús Rodríguez. 

Ofrece una buena visión de conjunto de la reciente historia de la Iglesia en España, en la que el Opus y otros grupos neocon ocupan un papel predominante. 

El reciente nombramiento del cardenal Antonio Cañizares como arzobispo de Valencia, que se hizo oficial en pasado jueves 28 de agosto, puede suponer para el Opus Dei y otros grupos neocon un apoyo importante.

 

Sanpedro





Reflexiones personales tras la salida.- Heart

Me pregunto a mi misma si puedo sacar algo bueno de mi paso por el opus dei, algo para recordar sin que me deje mal sabor de boca, y por mucho que lo he pensado no lo he encontrado.

Desde el respeto a quienes me leen y opinen de forma distinta a la mía, puedo decir que no me aportó nada positivo aquellos años, que no me han enriquecido como persona en nada. La fe y el trato con Dios no me lo enseñó el opus dei sino mi familia. Lo único que saco en claro es que va a ser dificilísimo que alguien me vuelva a manipular de nuevo.

Después de todos estos años ya no necesito perdonar porque comprendo que los fanatismos ciegan totalmente a las personas. Supongo que las personas que me hicieron daño estaban cegadas por el mismo fanatismo que me llevaba a mí a actuar de forma anormal cuando estaba dentro. Yo no puedo juzgar las conciencias de esas personas, pero si alguna actuó siendo consciente del daño que hacía, lo único que me provoca es pena el ver tanta miseria moral.

Debo reconocer que el daño fue doloroso porque yo había sacado y entregado allí lo mejor de mi misma y esa riqueza personal fue mal utilizada. Fue desperdiciada en una estafa personal. Hubo un tiempo en que elegí la soledad porque no quería que nadie ajeno a todo este mundo opus pagara los platos rotos de mi dolor. Creo superada esta etapa, que solo ha pasado con esfuerzo y amor, mucho amor y humanidad de la que se nos privó por tanto tiempo. ¿De qué sirve tanto sentido sobrenatural sin sentido de la humanidad? Cuesta mucho volver a sacar lo mejor de ti misma cuando ha sido mal utilizado, me atrevo a decir que fue “abusado”. Ante esa experiencia personal del paso por el opus, la satisfacción personal y el deber moral que tengo ahora, es informar a los demás sobre lo que es en realidad el opus dei.

Hay tantos opus dei como personas. Según quién eras, según quienes fueran tus padres, según fuera tu poder adquisitivo el opus dei era de una manera o de otra. Yo no encajaba en un mundo tan falso, nunca me sentí cómoda sino siempre como actuando. Yo no encajaba en un mundo tan cerrado. Todos vestían igual, hablaban igual y pensaban lo mismo. Pobreza humana y no material era lo que había allí.

De las pocas cosas que me hacen reír es el acordarme de cuando una vez me confesé y le dije al cura: “Me acuso de falta de pureza porque me gusta uno de su casa al que veo por la calle todos los días y sé que se llama MG y que trabaja en un colegio” El tío se quedó sin habla, (silencio de segundos que se me hizo interminable) hasta que me dijo:”Bueno tú… tú… haz mucho apostolado” y yo, pensando… ¿se habrá quedado con las ganas de presentármelo? … También me hacía gracia todas las mañanas abrirle la puerta a otro cura que venía recién ordenado de Roma y que tendría unos cuarenta años porque el tío entraba al centro y se creía un dandi con su bufanda de “Roberto Verino” y sus zapatos “Castellanos” relucientes. Más de una vez nos teníamos que aguantar la risa, porque mientras unos entraban al centro mirando tanto al suelo que tropezaban con la puerta de la sacristía, éste no hacía más que mirar todo con muchísimo descaro. Ahora creo que es vicario en una delegación.

Espero que estas reflexiones ayuden a los que acaban de salir. De todo se sale y todo pasa. Un abrazo a cada uno.

Heart heart@unseen.is  




 

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