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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 26 de Junio de 2015



Encuentros al atardecer.- Maripaz

Estoy pasando unos días en Pamplona, en casa de mi hermana. Hasta aquí, nada del otro mundo como se suele decir... Lo extraordinario ha surgido a consecuencia de los encuentros casuales que me han alterado un poco estos días que pretendían ser de relax total.

Os cuento. Mi hermana, no hace mucho, se cambio a una zona un poco más alejada de donde vivía, por lo tanto si quiero trasladarme al centro tengo que hacer uso del autobús, la "Villavesa" le llaman aquí…



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Una vivencia más.- Hechece

Estimada Agustina

Llevo bastante tiempo escribiendo esta nota.

En principio estaba dirigida a apoyar lo que JAC afirma en su artículo de 1° de junio pasado: El dolor que siento respecto al OD es el de quien fue estafado en sus sentimientos. Algo así, como si me enterara de que mi esposa me engañaba desde el noviazgo, o que mi padre pervertía jovencitas en lugar de ser un apacible burócrata.

Al pasar de los días me empecé a preguntar si tenía sentido que la enviara. ¿Qué podría agregar cuando tan excelentes plumas se expresan? ¿Qué decir de nuevo cuando escriben libros y analizan cánones colaboradores muy calificados?

Finalmente, concluí en que igualmente iba a compartir estos recuerdos y pensamientos, aunque más no fuera para dar otro testimonio y, egoístamente, con la esperanza de que escribir tenga efecto terapéutico…



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