Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados
Documentos internos del Opus Dei
Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links
Si quieres ayudar económicamente...

Google

en opuslibros

Si quieres ayudar económicamente al sostenimiento de Opuslibros puedes hacerlo desde aquí.


CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 30 de Marzo de 2015



El Opus Dei, un nuevo Procusto.- Heraldo

El Opus Dei, un nuevo Procusto

Heraldo, 30/03/2015

 

 

Procusto era el apodo del mítico posadero de Eleusis, ciudad de la antigua Grecia donde se celebraban los ritos misteriosos de las diosas Deméter y Perséfone. Procusto era hijo de Poseidón, el dios de los mares, y por eso su estatura era gigantesca y su fuerza descomunal.  Su verdadero nombre era Damastes, pero le apodaban Procusto, que significa "el estirador", por su modo de tratar a los huéspedes de su posada. Los obligaba a acostarse en una cama de hierro, y a quien no se ajustaba a ella, porque su estatura era mayor que el lecho, le cortaba los pies que sobresalían de la cama; y si el desdichado era de estatura más corta, entonces le estiraba las piernas hasta que se ajustaran exactamente al fatídico catre. Todo el que caía en sus manos era sometido a la mutilación o el descoyuntamiento. Procusto terminó su malvada existencia de la misma manera que sus víctimas. Fue capturado por Teseo, que lo acostó en su camastro de hierro y le sometió a la misma tortura que tantas veces había aplicado...



(Leer artículo completo...)




Doble gobierno del Opus Dei.- Josef Knecht

Manifiesto mi plena conformidad con el artículo de Lucas “El Opus Dei, una institución encallada en el fanatismo del 27.03.2015, contundente y convincente, por el que le doy las gracias. Acierta de lleno en denunciar el pecado de fanatismo de quienes gobiernan la Obra de Escrivá y en el análisis de los distintos cauces por los que los escrivarianos pueden llegar a descubrir ese pecado de sus directores que tanto daño personal causa. Ahora bien, me ha dejado en la duda una de sus afirmaciones, que dice:

Los miembros deberían ser conscientes de por quiénes son gobernados, del talante de éstos. No se piensen que es el Consejo el que gobierna el Opus Dei. La obra está gobernada realmente al margen del Consejo, por unas pocas personas mayores y algunos colaboradores más jóvenes para cada ocasión, que actúan en paralelo respecto del Consejo. Es un gobierno en la sombra, cuyo responsable último es el Prelado. Algunos Vicarios regionales lo saben perfectamente; también lo saben muchos numerarios que viven en Roma.

Tal vez mis peguntas sean ingenuas, pero desearía preguntar a Lucas si se pudiera saber quiénes son, con nombres y apellidos, esas pocas personas mayores y algunos de sus colaboradores, más jóvenes, que gobiernan en paralelo respecto del Consejo General y –se podría añadir– de la Asesoría Central. Deben de ser personas de una edad más o menos próxima a la del prelado y de su más plena confianza. Me imagino que serán numerarios veteranos o “vacas sagradas” que hace años ocuparon cargos en el Consejo General (o en algunas Comisiones Regionales) y que, por razones de edad y estatutarias, tuvieron que cesar de sus cargos, muy a su pesar, para dejar paso en el Consejo a otros numerarios más jóvenes. El prelado permite a las “vacas sagradas” y fanáticas (¿“vacas locas”, por tanto?) seguir ejerciendo, desde la sombra, el gobierno real de la institución.

Otra duda se refiere a cómo se articulan en la práctica los dos Consejos a la hora de gobernar, es decir, cómo interactúan: ¿de qué manera el Consejo de las “vacas sagradas” hace llegar e impone sus indicaciones al Consejo General, que es, según los Estatutos de la prelatura personal, el que formalmente gobierna?, o, por el contrario, ¿de qué manera el Consejo de las “vacas sagradas” puentea al Consejo General –actuando así en paralelo– para que en la práctica se impongan los criterios de gobierno de las “vacas sagradas”, diga lo que formalmente diga el Consejo General?

El actual Consejo General, estatutario y legal, vendría a ser la tapadera de un Consejo Paralelo, extraestaturario e ilegal, que sería el que realmente corta el bacalao.

Tampoco me ha quedado claro por qué sólo algunos vicarios regionales saben la existencia del doble gobierno de la Obra de Escrivá, pues pareciera a primera vista más lógico que todos los vicarios regionales tuvieran constancia de ello. Que lo sepan muchos numerarios residentes en Roma es fácil de entender porque precisamente se dedican con cuerpo y alma a las labores internas de gobierno en la sede central del Opus; otros numerarios residentes en Roma y que trabajen, por ejemplo, en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz ya no tienen por qué estar enterados al dedillo de todos los tejemanejes de Villa Tevere.

En fin, estas son mis dudas y preguntas, que no se resuelven leyendo la sección de nombramientos de Romana.

Josef Knecht





Recios nubarrones pardos.- Zartan

Y no se despeja el cielo de mi selva, es más, parece que todavía se sigue cerrando. El otro día me vino a la memoria algo que leí hace milenios “bruñó los recios nubarrones pardos la luz que s''agachó en un cerro” es un trozo del “Miajón de los Castuos”, para entendernos es algo así como nuestro mas cercano “Martín Fierro”. Pero los nubarrones de mi selva han pasado de pardos a un color más parecido al sobaco de grillo: negritos negritos.

¿Qué ha pasado? Pues que comentando con otro naufrago de la zona lo del padre Danilo, no solo no me he sentido mejor (que era lo que pretendía) sino que me ha hecho ver el tema como endémico y eso me ha deprimido más.

En mis últimas aportaciones a este sitio, sois testigos de mis quejas a un amigo (cuyo nombre no puede decirse aquí) sobre el porqué se trata tan mal a personas significadas que han dado su vida por el montaje. ¿Que es lo que les ha pasado para que no cuiden de sus viejos y pre-viejos? Antes se hacía o, por lo menos a mi me tocó hacerlo ¿qué ha cambiado? ¿no era fundacional eso de cuidar de los enfermos? ¿no eran un tesoro?

Eso por un lado y por otro me hizo ver que no es un caso aislado repasando los amigos comunes que habían muerto de forma digamos sorprendente o habían llegado a una situación límite: Juanjo Martí, Antonio Rico, Antonio Ruiz Retegui, Juan Galvez y -dulcis in fundo- Raul Lanzetti. De este último ni siquiera sabía que había muerto por lo que fue doblemente golpe (estoy un poco desconectado de la prelatura por lo que ni sabía de su regreso ni de su muerte).

A estas alturas de la conversación ya los nubarrones pardos habían empezado a dejar caer sus rayos y sus centollas. El náufrago amigo me comentó que, a su regreso, Raul había dejado de ser una persona brillante y divertida para convertirse en un ser plano y gris. Mientras hablábamos de Raul y del entierro del padre Danilo (al cual -sorpresa- asistió el padre Fernando Miguens) mi imaginación saltaba de un lado a otro y pasaba desde l''abbè Serge (actualmente -creo- aparcado en Madrid) a la información que me habían dado sobre la muerte de Juan Galvez (teóricamente a causa de una aspirina que le había producido una hemorragia interna).

Mi pensamiento es el siguiente: si dos desgraciados náufragos conseguimos hacer una discreta lista de curas numerarios fundidos con los que hemos convivido y entre los cuales hay -al menos- dos muertes que, si no las calificamos de suicidio no sé cómo las podríamos etiquetar ¿qué es lo que está pasando a nivel global? Ojo, solo hemos hablado de curas numerarios con los que los dos hemos convivido y si los sacerdotes en la prelatura no son mas del 2% (o eso decían) ¿qué estará pasando con el restante 98%? ¿Se mantendrá ese alto número de casos de fundimiento neuronal, depresiones, pipiritajes mentales y muertes raras?

Queridos Fernando y Mariano, creo que deberíais pensar seriamente en estos datos. No tengo ningún derecho a pedirlo como miembro de la prelatura, no lo soy, pero sí como miembro de la Iglesia. Algo anda regular, por favor no esperéis. El último dato que tengo de número de suicidios en Argentina es de 8 por cada 100.000 personas, si estáis por encima siempre cabe la posibilidad de hacer la comparación con Groenlandia donde parece que la tasa es diez veces mayor pero… eso no sería solución. Y tampoco es solución esconder el sol con un dedo.

¿Que ha sido de Alejandro Utela? De todo corazón deseo que no se lo hayan amandrilado.

Desde mi selva y a pesar de andar a patadas con los mandriles, abrazos para todos.

Zartan de los Nomos



Devolver la Obra a Dios ¿Quién será capaz?.- Nicanor

Durante mis conversaciones con numerarios, numerarias, etc., descubro con asombro que han descubierto que su infelicidad no se debe a ellos mismos sino a la institución. Ciertamente es un gran avance liberador de esas tremendas opresiones físicas, mentales y espirituales que los Directores y Directoras cargan sobre los fieles de la Obra. También descubro que estas almas han intentado gestar un cambio al conversar con sus Directores (as) a nivel local, regional o incluso escrito al Prelado sin resultado alguno.

La estructura del Opus Dei se encuentra atascada debido al narcisismo de su espiritualidad: nadie ni nada es mejor que yo mismo. Bajo esta premisa, la equivocación no existe ya que el Opus Dei es pura perfección, acto puro. La parte humana queda anonadada en esta espiritualidad y también la asume: yo soy Opus Dei, yo soy perfección. Lo terrible es que los Directores (as) están formados para pensar de este modo ya que se les instruye en creerse “la voz del Padre”, “transmisores de la Voluntad de Dios”, “iluminados”, etc. Gracias a Dios, miles y miles de fieles se han dado cuenta que los Directores (as) no son la voz de Dios. Pero estos fieles están dispersos, sin fuerza.

Me pregunto, ¿Qué sucedería si alguno (a) de estos fieles, que desea seguir siendo de la Obra, elabora una red social de comunicación entre todos los insatisfechos de una espiritualidad contaminada y provoca una Asamblea General que discuta una reforma interna?, ¿Será ya tiempo que el Opus Dei levante el rostro y mire a sus hijas e hijos insatisfechos y enfermos?, ¿Quién será el elegido de Dios que cargue sobre sus espaldas esta labor? Está claro que, darse cuenta que uno no es el problema sino la institución, requiere de una gracia divina especial y, más aún, lo requerirá la persona que asuma esta fecunda labor y se resista a ser expulsado por la Prelatura. Como me comentaba un numerario: es una demanda por incumplimiento de deberes ya que el vínculo con la Prelatura es de carácter contractual. Dios quiera que surja de entre esta masa de fieles uno o una con vocación para devolver la Obra a Dios.

Nicanor
nicanor.wong@outlook.com





Como un preso injustamente condenado.- Orange

Al principio de estar en el Opus Dei todo me parecia perfecto, maravilloso, digno de ser practicado con sumo entusiasmo, con gran mimo y grave responsabilidad porque estaba "haciendo el Opus Dei" . Estar en el Opus Dei era un sencillo asunto de "amor ciego". Fruto de ello tenia una sensación inmensa de alegría interior pero paralelamente me creó una conciencia súper- escrupulosa que llevó a provocarme sensación de auto acusación por motivos tan nimios como llegar un minuto tarde al rezo de las preces, dedicar a la lectura espiritual doce minutos en vez de los diez previstos, rezar por despiste el Ángelus en vez del Regina Coeli en tiempo de Pascua.... y tantos otros detalles que a todos nos vienen a la memoria y que eran motivo de auto acusación en las Enmendatio de los círculos breves; y de faltas, porque no eran pecados, en la Confesión que, con la excusa de ser una norma de obligatoria frecuencia semanal del plan de vida (fijense, un Sacramento tal vital, instituido por Jesucristo, convertido de facto en una simple norma rutinaria por manía de Escriva), distorsionaba en gran medida la rectitud de intención de muchas de las veces que acudí al Sacramento de la Reconciliación.

Veo ahora con verdadero espanto, hasta qué punto la fuerza de la influencia del ambiente opusino tiene para llevarnos a las personas a semejantes deformaciones de la conciencia, máxime cuando ese ambiente era tan laxo en temas de vital importancia como la implicación personal en la ayuda que los seres humanos que me rodeaban, veía que me pedían y ante los cuales pasaba de largo como el sacerdote de la parábola del buen samaritano, así como en la exigencia del cumplimiento ejemplar de mis deberes sociales y profesionales. Aparte están todos los asuntos de corrupción económica y maltratos de diverso tipo a los miembros. Me apena pensar en la cantidad de almas que aun están aherrojadas en esa situación y pido para ellas la iluminación del Espíritu Santo.

Pero poco a poco Dios fue encendiendo lucecitas en mi conciencia que poco a poco me hicieron ver la verdadera realidad y que me llevaron en un proceso lento de desengaño, no exento e episodios tensos con los directores, que culminó con mi salida de la obra, cuya sensación no encuentro mejor expresión para describirla que la salida de un preso que ha estado injustamente encarcelado.

Puesto que estar en el Opus Dei, más que un proceso racional es un asunto de "amor ciego", quizá todo esto me ha venido a la memoria al volver a escuchar unas estrofas de la cancion de Ives Montand "les feuilles mortes": mais la vie sépare ceux qui s'aiment, tout doucement, sans faire de bruit et la mer efface sur le sable les pas des amants désunis. les feuilles mortes se ramassent à la pelle, les souvenirs et les regrets aussi et le vent du nord les emporte dans la nuit froide de l'oubli...

 Orange.




 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?