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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 29 de Enero de 2016



Carta de Álvaro del Portillo a Francisco Franco.- Agustina

 

Trascripción

Madrid, 14 de Julio de 1952

Excelencia:

He venido de Roma con el solo objeto de solicitar una audiencia de V.E. Pero como, dado lo avanzado del verano, me temo no pueda tener el alto honor y la alegría de visitarle para hablar de nuestra labor y de nuestros proyectos, y exponerle otras muchas cosas que a V. E., como buen hijo de la Iglesia y Señor natural de los españoles, le habrían de interesar, me permito dirigirle la presente carta y una nota “pro memoria” de uno de los asuntos que pensaba tratar en la audiencia.

Conocemos el deseo sincero de V.E, varias veces manifestado a nuestro Fundador y Presidente General, Mons. Escrivá de Balaguer, y a mí mismo, de ayudarnos en la labor si se encontraba una fórmula adecuada.

En la nota adjunta le ofrezco una fórmula sencilla y que, además, no representa ningún gravamen para la Hacienda pública. De la respuesta de V.E depende el que podamos ponerla en práctica.

De V. E. afectísimo in Domino

Álvaro del Portillo

 

PRO MEMORIA

 

 

PRO MEMORIA

Es sobradamente conocida la labor que nuestro Instituto ha realizado en España en los últimos años.

La actuación externa de sus miembros se dirigió, en primer lugar, al campo intelectual, ya que lo más urgente era colaborar en la tarea de poner en orden las ideas. En este terreno procuramos trabajar en la medida de nuestras fuerzas, con fe y entusiasmo, y casi siempre mediante una intervención de carácter personal, discreta y callada, que consideramos como la más eficaz. Sin embargo, para atender mejor a la formación de los estudiantes, fue necesario establecer algunas obras corporativas y hoy tenemos en España diez Colegios Mayores levantados con nuestro propio esfuerzo y ayuda privada.

Dentro de esta misma línea estamos montando algunos Colegios de Segunda Enseñanza, el primero de los cuales es el de "Gaztelueta”, en Neguri, que ha merecido no sólo el reconocimiento oficial sino los más calurosos elogios del Director General de Segunda Enseñanza, por el avance que representa en cuanto a concepciones pedagógicas; algunos Institutos de formación profesional de universitarios y post-graduados; y finamente es nuestro deseo poner en funcionamiento cuanto antes en el castillo de Peñíscola, que el Estado nos ha cedido en usufructo, un centro de alta cultura donde puedan venir a convivir, en un ambiente español y cristiano, intelectuales de todo el mundo, incluso los no católicos.

Últimamente, nuestro apostolado se ha extendido a otros dos sectores importantes de la sociedad: el de los campesinos y el de los obreros. También aquí, como entre los intelectuales, la labor es preferentemente personal y, por razones fácilmente comprensibles, se lleva con la máxima discreción. Pero esta tarea personal no podría realizarse sin unas obras corporativas que le sirvan de base y de complemento: centros de formación, casas de ejercicios, granjas-escuela, escuelas de capacitación, etc., etc., que en otros países (México, Italia) tenemos iniciadas con gran éxito.

Para llevar a cabo todas estas obras corporativas, se requieren instalaciones adecuadas que representan una fuerte inversión inicial, que rara vez llega a ser productiva y sólo a la larga puede amortizarse.

Pero aun cuando, humanamente hablando, sea esta una tarea ardua, que ha de imponernos no pocos sacrificios de orden económico, es tanto lo que se puede hacer al servicio de Dios y de la Patria, y tan urgente para que no se malogre por el influjo de sectas tenebrosas y doctrinas subversivas el esfuerzo que el Nuevo Estado, bajo la suprema dirección de V.E. viene haciendo por la completa restauración de un orden social más cristiano y más justo, que hemos de lanzarnos a tan dura empresa cueste lo que cueste.

No pedimos ninguna ayuda especial del Estado, que tiene también sus obras de este tipo a las que atender. No queremos gravar el erario público. Nuestra labor, aun cuando coopere eficazmente con la oficial, es privada y pensamos hacerla con nuestros propios medios. Pero necesitamos que se nos faciliten inicialmente los recursos económicos en la forma normal para cualquiera institución: crédito bancario a largo plazo.

Por eso, pensamos solicitar del Banco de España un crédito corporativo de cincuenta y cinco millones de pesetas: y rogamos encarecidamente a V.E. que apoye nuestra pretensión ante el Gobernador del Banco, para que, habida cuenta del elevado fin que se persigue y de la solvencia que ofrece el Instituto (muy mal habría de andar España para que nosotros no pudiéramos pagar) se estudie con cariño nuestra solicitud y se resuelva favorablemente.

Madrid, 14 de Julio- de 1952.

 

Nota de Agustina.- Los documentos se conservan en el archivo de la Fundación Francisco Franco.





El cheque en blanco.- CuG

Hay experiencias en la adolescencia que no se olvidan.

Contaré una de ellas. Yo había pitado nada más cumplir 14 y medio. A esa edad era el más bajo de estatura de mi clase, no había pegado el estirón y venía un tanto retrasado en mi desarrollo físico, pero el médico decía que más tarde me emparejaría con el resto (como así fue). Cada tanto, iba a verlo.

Después de escribir la carta (que de hecho me dictaron pues no tenía idea de qué poner) todos los del centro me felicitaron como un héroe de guerra, me hicieron sentar junto al director, en fin, todo lo que merece una vocación reciente. Estaba en lo más alto...



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Monseñor no era el único.- Ramón

Estimados Amigos:

Está muy bien la descripción del maquillaje histórico que hace la Opus Dei sobre el turbo santo marqués de Peralta, sus películas y apariciones estelares. Me gusta mucho que nos hayamos podido enterar de la forma en que se "autorizaron" los pantalones a las mujeres del Opus Dei. Todo ello revela que los peores augurios de George Orwell sobre 1984 se podían cumplir, incluso a escala ramplona y de andar por casa, algo como de dar risa... si no fuera por el sufrimiento que ha llegado a causar en tanta gente.

Ahora bien, yo como sabéis, opino que el marqués accidental y su doctrina no son más que un ejemplo de cosas que en la iglesia católica son o han sido normales, y que incluso muchos obispos y curas apoyan o apoyarían si pudieran. La condición de la mujer es una de las cosas más evidentes y lamentables. Que Escriba se riera de las mujeres con pantalones, de sus formas, que afirmara que no era preciso que tuvieran inteligencia, no es más que un ejemplo de la ideología de la Iglesia en aquella época y el régimen nacional católico, en los que se educaba a la población.

A los que no me crean, les recomiendo el libro "La morena de la copla" de J. Eslava Galán (autor de libros como "El florido pensil"), que hace un repaso de las barbaridades sobre las mujeres que decían los portavoces del nacional catolicismo entre 1936 y 1976:

"A la mujer española, esa de ojos oscuros y penetrantes, cuerpo sinuoso y grácil, que cantaban las coplas, se la educó para que asumiera su inferioridad, eso sí, alentándola con el argumento de que era mucho más femenina que la de países en plena decadencia espiritual."

Mi madre, la pobre, tuvo que soportar junto con sus amigas que la insultaran los catedráticos de camisa azul por estar en la universidad, que los curas predicaran que la mujer no podía andar en bicicleta para no pervertirse o perder la virginidad, aceitera, aceitera, aceitera. Eso lo vivía toda España, y el turbo santo no era alguien que estuviera fuera de ese ambiente.

Lo mismo se puede decir del uso de la mentira, la calumnia y la difamación de aquellos que no encajaban o iban en contra de las ideas o el statu quo promulgado por la iglesia católica: librepensadores, socialistas, ateos, masones... Todos ellos eran sistemáticamente denigrados ante la opinión pública. No es de extrañar que desde la Opus Dei se denigre de la misma manera a los que se van, no quieren entrar o no entienden a la Opus Dei. Nada de ello es nuevo.

Otro tanto puede decirse de la música con guitarras en las iglesias: en lugar de ver una aproximación a los tiempos, un intento de hacer una liturgia menos envarada, la cosa era demonizar las formas sobre todo si los temas musicales eran "protestantes". Eso lo he vivido yo durante años. Yo mismo he sido de esos. Imaginemos al rey David tocando el arpa y bailando en torno al arca de la alianza...

Es cierto que gracias a Dios la iglesia ha cambiado mucho y que probablemente no reconoceríamos aquella iglesia que creó y amparó a Escriba, pero - y con esto no le exculpo - seamos conscientes de que él era uno más, y probablemente ni siquiera el que más o peor largaba sobre esos temas. Muchos de ellos todavía colean para mal.

En fin, que Dios, que nos perdona las gilipolleces que hacemos en su nombre, os guarde.

Ramón





Mi encargo interno: cortar y pegar.- Manzano

Esto que ahora es tan rutinario, esas inocentes manipulaciones que realizamos de textos e imágenes con nuestros modernos dispositivos informáticos, ya lo hacíamos a mitad pasada del siglo XX en algunos centros del Opus Dei. La diferencia estriba en que entonces sólo disponíamos de tijeras y cola adhesiva para perpetrar tan santa labor y dicho sea de paso, no eran nada inocentes.

 

A lo que nos cuentan recientemente ElCanario, Mediterráneo y demás colaboradores, quiero añadir mi experiencia en ese campo, concretamente la que viví en un colegio mayor, el centro de estudios (noviciado encubierto) exclusivo para jóvenes socios numerarios de la institución, cuya estancia coincidía de ordinario con los dos primeros cursos de la carrera universitaria. Allí aprendí a cortar y pegar películas de 35 mm., el mismo formato universal que usaban entonces los cines abiertos al público en general...



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La libertad en el Opus Dei.- Carmen Charo

El miércoles 27 se cumplieron 6 años sin Enrique Pérez Amez, víctima directísima del Opus Dei, y en concreto me refiero a su vida y también a su muerte. Yo te agradezco un año más tu heroísmo extremo.

En España todos hemos conocido esta noticia de la que adjunto el enlace. Os animo a leerla y a que me digáis si esto no es un juego infantil comparado con lo que hace el Opus Dei. 

El Opus Dei tiene infinidad de mujeres sobre todo, trabajando con dedicación completa sin contrato alguno y sin cotización, haciendo imposible que ejerzan la libertad y puedan plantearse abandonar la organización. Esta situación se agudiza conforme pasan los años y las personas no disponen de ahorros, van perdiendo su salud y han perdido a sus padres o a quienes se pudieran hacer cargo de ellas.

El Opus Dei tiene a mujeres extranjeras, sobre todo numerarias auxiliares en su sede central, sin posibilidad de acceder a sus pasaportes, que los guarda convenientemente la directora del centro, y seguro que bajo llave. Ya me gustaría saber si tantas numerarias auxiliares asiáticas, africanas y americanas que viven en Roma no están allí en calidad de “monjas” de la organización y no con un contrato laboral como mujeres laicas que son, y sintiéndose tan presas como las monjas que estaban retenidas en este convento de Santiago de Compostela y cuanto más “delicado” es el motivo por el que llevar a la susodicha a Roma, mayor es la inaccesibilidad a su pasaporte, al dinero que le permita marcharse cuando quiera….

¿Hay alguna numeraria auxiliar que tenga llaves de su casa, en Roma o en cualquier país? No. Sus vidas son controladas al segundo, eso materialmente. Del control psicológico ya se ha hablado abundantemente. Lo denuncio aquí porque sé que muchos obispos nos leen, aunque no confío nada en la Iglesia, que es quien debería perseguir este atentado contra la libertar y dignidad de las mujeres. No creo en la Iglesia ni siquiera en el Papa, que quiere pero no puede. Los lobos son muchos más que los corderos y en el Opus Dei no queda ni un cordero.

Feliz Año a todas y todos.
Carmen Charo





Más fácil salir para las monjas de clausura que para las numerarias.- Aloevera

Muy interesante la opinión del profesor de derecho canónico de la Universidad de Navarra, sobre que las monjas de clausura pueden marcharse cuando quieran y luego pedir la dispensa si quieren... y los superiores pueden darles una ayuda económica. O sea, que es más fácil dejar de ser monja de clausura que numeraria, numeraria auxiliar o agregada.

Un abrazo,

Aloevera

 

 

Polémica entre las Mercedarias de Santiago

Una monja puede abandonar libremente su convento de clausura

La exclaustración cumple las leyes españoles, según un experto

Jesús Bastante, 27 de enero de 2016 a las 08:59

 

 

Una monja puede abandonar libremente su convento de clausura si así lo decide y, posteriormente, acudir a la dispensa de los compromisos adquiridos a través de un procedimiento que se pide a la Santa Sede, según ha explicado a Efe el profesor de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra, José Antonio Fuentes.

Al igual que las normas del Estado español señalan que una persona puede tomar la decisión libre de estar donde quiera, la Iglesia respeta dicha libertad, ha destacado al ser preguntado por la investigación conocida hoy sobre la supuesta retención ilegal de monjas de clausura en el convento de las Mercedariasde Santiago de Compostela.

"Si una persona no quiere la dispensa de los compromisos adquiridos coge la puerta y se va, no hay nadie que la pueda detener", ha argumentado Fuentes.

Este profesor ha especificado que muchos de los casos de dispensa de las obligaciones contraídas o la regularización de la situación de esa persona con la Iglesia "suelen suceder después de la exclaustración voluntaria".

Fuentes ha explicado que una monja se compromete a la vida monástica tras un periodo de formación en el noviciado y luego con una serie de tiempos a través de los votos temporales.

Después de esos "periodos de probación" se admite a alguien a un voto definitivo.

Cuando se quiera renunciar a ese voto perpetuo, la Iglesia marca que hay que acudir al superior legítimo, que en el caso de los monasterios, es la Santa Sede.

Por tanto, las monjas de clausura deben pedir "la liberación o dispensa de los compromisos adquiridos" a través de un procedimiento -señalando en él las razones o el convencimiento personal- que llega hasta la Curia romana y lleva un poco de tiempo, desde unos días hasta unos meses, ha comentado.

"Y se concede siempre", ha recalcado.

El código del Derecho Canónico es el que tiene previsto los pasos que se deben dar para la dispensa de las obligaciones contraídas, que son siempre morales.

Fuentes ha añadido que lo normal es que una monja de clausura acuda a sus superiores para explicar su situación con el fin de que haya un "control" y también por las obligaciones de la congregación con esa persona, que puede llevar mucho tiempo sin salir del convento y los superiores puedan pedir para ella una ayuda económica para poder mantenerse y vivir.

Artículo publicado en Religión Digital





Escritos recomendados VIERNES.- Agustina

Infancias Robadas (el proselitismo más proselitista). Salypimienta

El agobio divino. Manzano

La sola doctrina. Gervasio

No me extraña que el Prelado mienta, yo lo hice cuando estuve allí. Doby

Me he sentido defraudado. Gales




 

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