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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 06 de Enero de 2016



La batalla de la conciencia.- Pinsapo

Desde un punto de vista terapéutico y ascético es liberador pedir perdón por actuaciones y conductas contrarias al espíritu cristiano, inculcadas desde tierna edad a numerarios y agregados para seguir la praxis del opus dei. Y es también de Justicia hacer un esfuerzo de memoria de situaciones en que de forma racional y consciente actuamos contra esa praxis y mandatos contrarios a nuestra conciencia moral, ya fuera por repulsión en el iter inicial del camino, o por evolución de un proceso personal de maduración, bien como dirigido o bien como director, tras verificar los entresijos del sistema...



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Las pasiones y la educación cristiana de los hijos, para Carlos y Alberto.- Ruta

El hombre es fuego y la mujer estopa, viene el diablo y sopla; los cuñados y las cuñadas, los yernos y las nueras, son fuego y estopa, viene el diablo y sopla.

¿Qué tiene que ver el fuego y la estopa con el problema de las reuniones familiares?; pues tiene que ver, lo que tienen que ver las pasiones en la vida de los hombres, casi todo.

Lo cierto es que las reuniones familiares, suelen estar llenas, de pasiones familiares de dominio y de amor propio, y en las reuniones familiares, suele faltar la caridad cristiana, que hace la vida por lo menos un poco más feliz.

Resolver los conflictos familiares es tan complicado como adentrarse en el mundo de las pasiones y, creo que es más fácil contestar las siguientes preguntas sobre las pasiones, que dar un consejo certero para tu problema familiar.

¿Qué influjo ejercen las pasiones sobre el entendimiento y la voluntad?

¿Cuál es la relación de las pasiones con la razón, en la exploración y conquista de la verdad?

¿Las pasiones son esencialmente malas, y solo pueden curarse mediante la aniquilación, o extirpándolas como se cura un cáncer?

¿Se han de considerar las pasiones como monstruos de liviandad que es preciso encadenar, o como desordenes terribles que es necesario suprimir?

¿Las pasiones son alteraciones emocionales de la alma sensitiva y no son moralmente buenas ni malas?

¿Dentro del alma sensible, no todas las pasiones son buenas ni todas son malas en las múltiples circunstancias de la vida?

¿Las pasiones del alma sensible son regalo de la bondad o de la malicia moral?

¿Los hombres buenos adaptan las pasiones a las normas de la recta razón, y los hombres que no se preocupan de la virtud solo se fijan en satisfacer sus pasiones, sin detenerse a consultar con su conciencia?

¿Las pasiones, son grandes energías que se encuentran en el alma sensitiva de los hombres, que influyen sobre la libertad humana, amortiguándola o exaltándola?

Cada uno tendrá unas respuestas a las preguntas sobre las pasiones. Y cada uno tendrá una respuesta sobre cómo se deben tratar la pasión de la santa intransigencia, de la santa coacción y de la santa desvergüenza, en las reuniones familiares.

Entonces ¿cuál será la solución?

Partamos de la idea que debe presidir el amor entre hermanos, a los hermanos no se les quiere por sus cualidades o virtudes, sino que se les quiere porque son fruto, como uno mismo, del amor de nuestros padres.

 A partir de esta idea se podría buscar la solución, siempre  será preferible no verse, que verse para discutir, si verse implica por una lucha de pasiones, discutir o reñir, mejor no verse.

Siempre se pueden poner excusas del tipo este año comemos en casa de mi mujer.

Y si no queda más remedio que ir a la reunión familiar, siempre se pueden intentar pactar las condiciones de la reunión con tacto y prudencia, no se ve la tele, no se habla de política, ni de futbol, ni de religión, y después de comer nos tenemos que ir; aunque las pasiones hagan que no se cumpla lo pactado, siempre serán más suaves los roces.

Partiendo de la expresión del Papa Francisco de “Quién soy yo para juzgar a nadie”, para comprender la forma que tiene de educar tu cuñada, y cómo destroza las reuniones familiares al querer imponer sus criterios y los conflictos pasionales que eso genera en las reuniones familiares, te recomiendo la lectura del tercer libro de este libro del año 1581, (el escaneado no es muy bueno), “La educación cristiana de los hijos” del cardenal Silvio Antoniano.

Comprenderás con su lectura, lo que tu cuñada pretende en la educación de sus hijos, comprenderás lo que hace y por qué lo hace, comprenderás que tu cuñada no comprende el espíritu de lo que hace. Le puedes hacer llegar el libro.

Y si al final no hay manera de tener la fiesta en paz, mejor no verse que pelearse.

Dios nos cuide.

Ruta de Aragón.





Lo que está pasando.- Pepito

No quisiera liar las cosas de España más de lo que ya lo están, y menos liarlas con las propias de esta web; pero sí hay algo que sí tiene honrado acomodo en ella: la de que algunos responsables de la debacle moral que ha llevado al centro-derecha español a volver a tirar por la borda la mayoría absoluta que había logrado, son católicos oficiales y de la catadura que todos sabemos (baste citar al tal Cotino); personas a las que en este Año Santo del Perdón no se les ha oído pronunciar ni la “p” de esa bendita palabra; pero, además, de la misma condición son algunos que desde FAES y desde algunas publicaciones notoriamente afines han hecho o dejado de hacer lo mismo, según ámbitos. Supongo que a ninguno se le ocurrirá ir al oratorio y pensar un rato en lo que han hecho y en lo que deben hacer. Y así seguimos. Feliz Año.

Pepito





Respeto, empatía y amor. Para Carlos.- A.Plaza

Querido Carlos, me puedo imaginar tu sufrimiento al ver que tu familia se desmorona y tu impotencia para impedirlo.

Resulta paradójico pensar que personas de la obra se puedan cargar algo tan esencial como la familia. Pero es una realidad, la realidad que tú describes.

Creo que el primer paso para que la situación mejore es respetar, pero no de un modo superficial, sino desde el corazón. Respeta  a tu cuñada, de verdad, un respeto que duela y que lo elabores en tu interior. Intenta empatizar con ella, comprender por qué actúa así, ponerte en su lugar: tal vez así, hasta encuentres pequeñas cosas que tú o tus hijos tenéis que cambiar. Y quiérela, quiérela mucho a ella, a tu hermano y a sus hijos. Es un camino de valientes pero más fácil de lo que parece, que te llenará de paz, y creo, que solo desde ese clima, ella podrá darse cuenta de lo devastador de sus acciones y de las consecuencias que están teniendo en vuestra familia.

Respeto que también tienes que saber exigir, sin agresividad sino con cariño y firmeza. No creo que debas consentir cosas como la que cuentas de tu padre. El ya no está aquí con vosotros pero también mencionas que tu madre está sufriendo y, creo que el bienestar de tu madre debe ser el primer objetivo para los cinco hermanos.

Yo no me atrevo a concretar mucho porque las cosas suelen ser más complejas de lo que se pueda entrever en un escrito, pero tal vez sería bueno que hicierais partícipes del problema a vuestros hijos. Es posible que sea más fácil solucionar las cosas de primos a primos.

Me viene a la cabeza una frase del fundador: Ceder, sin conceder, con el ánimo de recuperar. Aquí “pegaría” pero nunca me gustó esa frase. 

Prefiero la suma de rezar, respetar, empatizar y amar. Produce milagros.

Me alegro que hayas acudido a Opuslibros. Creo que solo nosotros, por nuestra experiencia personal, podemos vernos “reflejados” en tu cuñada. Aunque ahora nos repugne el solo hecho de pensarlo, es posible que más de uno, durante nuestra pertenencia a la obra actuáramos con conductas similares a la suya, haciendo mucho daño a nuestra familia y a la gente que nos quería.

Solo nosotros, alcanzamos a ver el olor a secta que desprende la obra, llevando a sus miembros a comportarse, en nombre de Dios, como hijos de las tinieblas.

Y no te olvides de perdonar, cuando se perdona de corazón, se abren muchas puertas. La primera, la puerta de la esperanza.

Son las dos de la madrugada del 6 de enero. Los Reyes Magos están entregando los regalos. Les pido para ti lo necesario para que volváis a ser una familia feliz.

Te dejo mi correo por si necesitas más ayuda.

aplazavaltuena@gmail.com





AFORISMOS II.- Ramana

18.- Pensar que ser buen cristiano consiste en hacer cada día muchos actos de piedad es como pretender llegar a París desde mi casa aprendiéndome de memoria un mapa de carreteras.

19.- De ahí la obsesión escribariana por la doctrina, piensan que inculcando doctrina, el mapa, van a llegar a la meta, el territorio...



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Libro recomendado.- Agustina

El mundo secreto del Opus Dei. Michael Walsh

 




 

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