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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 08 de Mayo de 2017



Villa Tevere (9).- Novaliolapena

El tema de las cartas al padre ha sido ampliamente tratado en opuslibros. Pero, por si ayuda a alguien, aprovecho para comentarlo. Porque tanto insistir a la gente en que escriba al padre, sobretodo en el curso anual, en el curso de retiro, etc., pues es bueno saber qué pasa con esa carta que te curraste escribiendo con una pluma estilográfica porque era para el padre y mejor no escribirle en boli.

Lo primero es que las cartas al padre, en la mayoría de los casos, no le llegan...



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La gran falacia del Opus Dei (IV). Estar opuseído.- Pepgrass

ANTES O DESPUÉS TENDRÁS QUE VISITAR AL PSICÓLOGO.

Pensaba yo que las cosas conmigo iban a ser diferentes, que yo era el “superman” de los mortales, pero como casi siempre, la realidad supera la ficción. Sin ninguna fe, sin ninguna gana, “obligado” por las circustancias o por los que tienes más cerca…. Irremediablemente terminas por sucumbir a la realidad misma y te das cuenta que necesitas hacer la visita de rigor al profesonal de la mente. Nunca pasó por mi cabeza volver a contarle a alguien mi vida entera a todo color y con todo detalle, más que a un curiila, pero para eso estará la profesión del “visitador de mentes”, digo yo. Como decía, no se me había pasado por la cabeza una visita al “loquero” como se dice, de manera equivocada, en algunas latitudes...



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Me han prohibido entrar en el colegio mayor pero me gustaría volv.- Ddd

La historia es esta: mi familia no es de la obra aunque si que saben cómo es de verdad. Fui a un colegio de fomento ya que la educación era bastante buena. Ahora estoy en la universidad y resido en un piso adscrito a un colegio mayor de la obra. Resulta que como mi familia no pertenece a la obra el director de forma bastante hostil me ha prohibido volver al colegio mayor. No sé si me podéis aconsejar como volver ya que me gustaba mucho el sitio para estudiar y las actividades formativas que se realizaban en el centro. Tengo bastante buena relación con algunos de los numerarios y los curas del centro. Así que igual me podéis decir que debo decirles para que el director cambie de idea. Muchas gracias.

Ddd





Hola Fueraborda. De momento mejor así.- Solitudine

Hola amiga entrañable de tantos minutos y momentos inolvidables. Como reímos y como penamos...

 

Tantos pitajes y tantos desencuentros. 

 

Me repongo rapidísimamente. A marchas libres y forzadas. De la operación de rodilla queda cojera que voy corrigiendo con rehabilitación. Tengo amistades dentro que no imaginarías. Las mismas personas que rozaron los últimos momentos de tu vida y que ahora van alquilando apartamentos para irse lejos. Nada ha cambiado. Bueno las corbatas como dice Stoner pero nada más. Mi vida voy rehaciéndola lejos de los muros de la fortaleza. En semana santa estuve en fuera de Madrid descansando. En verano me iré por ahí y a final de agosto un viaje a Croacia. 

 

Aunque mi Nik sea solitudine es mejor la soledad buscada que encontrarla rodeada de 12 personas sin corazón, con una rigidez absoluta en ignorándote. 

 

De momento así bien. Tienes razón y no permito que nadie ni por asomo me manipule aunque no lo intente. Si es verdad que veo monstruos por todas partes. Pero es cuestión de tiempo. De alguna manera esperaba que volvieras a dar señales de vida. Pero de momento mejor así. 

 

No te haces idea de la cantidad de personas que se han ido.

 

En fin Fueraborda te agradezco tus palabras. Qué no haríamos si pudiéramos retroceder 30 años. Desde luego no volver a pisar por donde lo hicimos. 

 

Un super abrazo 

Solitudine 





Calidad de la dirección espiritual: pésima.- Orange

Mucho se ha publicado en esta página sobre las serias deficiencias y faltas de respeto a la intimidad personal, que presenta la praxis de la dirección espiritual en el Opus Dei, a través de muy serios y documentados artículos, repletos de contundentes argumentos llenos de sentido común, que todos conocemos y que son vox populi dentro de la Obra y de la Iglesia.

El anterior Prelado se vio obligado en 2011 a escribir aquella taimada y vergonzosa carta donde decía que en el Opus Dei se hacía lo que en realidad no se hacía y que no se hacía lo que en realidad se hacía. Fue una carta falaz, mentirosa, publicada por Echevarría para intentar paliar, sin conseguirlo, el desprestigio que a la cúpula del Opus Dei le estaba causando en este tema la publicación de la verdad por medio de Opuslibros.

Esa carta ha sido ampliamente criticada por mucha personas, incluyendo miembros numerarios del Opus Dei que han escrito aquí recientemente (Stoner, 1-5-2017) y al fin y al cabo no ha servido de nada pues en la práctica aun no han solucionado el quid de la cuestión: separar nítidamente en la práctica la labor de gobierno de la de dirección espiritual. Y no hay voluntad real de hacerlo. Por eso creo que la famosa carta estuvo dirigida a la alta jerarquía eclesiástica, de la que Echevarría temió que pudiera intervenir en el asunto.

¿Llevará a la práctica el cambio necesario el nuevo Prelado Ocariz?..... En mi opinión no creo que se atreva. Más bien intentará usar sus influencias sobre el Papa, incluidas las de sus peones argentinos, para seguir capeando el temporal. Aparte de que está en parte aherrojado por la cúpula del Opus Dei que no quiere cambios de ninguna clase.

Aparte de los archiconocidos defectos clásicos, denunciados en tantas ocasiones, hoy quiero llamar la atención sobre otro aspecto: la mala calidad a la hora de ejercer el don de consejo y la falta de acierto y finura espiritual que los encargados de recibir las charlas tienen. Ellos se limitan a aplicar el cuadernillo consabido a todos por igual, sin tener en cuenta la personalidad, la psicología, los sentimientos, las circunstancias y las características peculiares del alma que dirigen. No lo hacen porque no las ESCUCHAN ni tienen en cuenta sus peculiaridades como PERSONAS. No consideran cada caso como único. Lo toman como un número más de una cadena de piezas de deben salir todas iguales. No se molestan en discernir lo que más conviene a esa alma en cada momento o época de su vida.

Dan consejos atreviéndose a arrogarse nada menos la facultad de que es la Voluntad del mismo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, (así lo dice el "espíritu" de la Obra y te lo tragas sin anestesia), el que se manifiesta por sus bocas, recomendando a veces minucias absurdas que darían risa si el tema no tuviera la gravedad que tiene. Ponen a sus dirigidos a luchar en ciertos temas pensando más en obligarlos a practicar las normas y costumbres de la Obra que en las verdaderas necesidades espirituales personales. No hacen un diagnóstico personal y profundo de esa alma particular. Es como si un médico se dedicara a recetar paracetamol para curar a todos sus pacientes, sin hacer previamente un diagnóstico certero de cada uno. A modo de ejemplo estrambótico podríamos decir que son capaces de decirle a un alma que luche en la tragedia de la mantequilla cuando aún no ha aprendido a perdonar las ofensas y se quedan tan frescos pensando que han transmitido la Voluntad de Dios a esa alma. Es de locos.

En mi caso particular, doy testimonio de que durante los 15 años que estuve en el Opus Dei, ninguno de los 15 o 20 directores espirituales que tuve ni ninguno de los 20 o 25 sacerdotes numerarios, salvo uno de ellos, con los que hablé y me confesé, acertaron a hacerme consciente de cuales eran mis defectos principales ni cuáles eran las virtudes en las que mi alma tenía más necesidad de crecer. Y fueron cientos de horas de conversaciones. Todos los consejos y órdenes que recibí fueron siempre estandarizados. Es como, siguiendo el símil del médico, si llega un paciente con un infarto y el médico se dedicara durante 15 años a ir quitándole pequeñas manchitas de la piel, porque las instrucciones dicen que la piel no debe tener manchitas.

Es decir, que la dirección espiritual en el Opus Dei es "profesionalmente" de bajo nivel, chapucera, realizada en muchas ocasiones con precipitación, con un gran componente sectario, superficial y a veces, negligente. Creo todo esto no es ninguna broma y que estas personas tendrán que dar cuentas estrechas a Dios sobre el particular.

Por cierto que, una vez fuera de la Obra, mi "infarto" espiritual , es decir, lo que yo profunda y prioritariamente necesitaba, me lo hizo ver un simple cura diocesano, de parroquia, de esos que no tienen doctorados en Filosofía, en Teología ni en Derecho Canónico y se pasa las mañanas en un Hospital y las tardes lidiando con niños y mamás en las catequesis y con los jóvenes de los grupos parroquiales, atendiendo a varios pueblos. Vamos, de los que el Opus Dei, en su arrogancia, considera curas de segunda categoría .Simplemente tras hablar con él largo y tendido en varias ocasiones. Como el diagnóstico estuvo bien hecho, el tratamiento dio buenos resultados. Y seguro que éste no escribe informes de conciencia para nadie sino que guarda mis confidencias en su corazón.

Orange.





Si me dicen Tengo que hablar contigo....- Entregado

No dejaban hablar en las tertulias, no preguntaban nunca cómo me sentía ni qué hacía que me sintiera mal, porque se dejaba para la charla fraterna, y de ahí me viene el que nunca abra el corazón a mis hermanos o amigos cuando me encuentro mal y necesitaría decirlo, cuando necesitaría que alguien me preguntara que por qué estoy así y si hay algo que se pueda hacer para cambiarlo y mostrarme el entendimiento y el consuelo (el efecto muelle de Fueraborda). Cuando estoy en una etapa oscura simplemente pongo buena cara y sigo adelante, pero viene de ahí, de que las preocupaciones personales se dejaban para la charla fraterna, con lo cual podías estar super-triste por estar separado de tu familia y que nadie te entendiera, y encima los que tendrían que ayudarte se quedan tan tranquilos viéndote llorar y no te ofrecen ni su comprensión ni su consuelo. Estás seguro de que estás en el sitio adecuado Stoner? Hay cosas que no vas a poder cambiar…

Siempre eran los mismos los que hablaban y tomaban el mando y uno tenía que aguantar a gente inmadura que te gastaba bromitas estúpidas o a auténticos psicópatas que te amenazaban con el dedo sin saber tú muy bien qué te estaban recriminando (quizás tocar la guitarra o estar solo por la noche). Uno de estos últimos acabó siendo director de un centro de niños (y el tipo era neonazi, y esto no es una metáfora…).

Del tema del control, veo que todavía soy tremendamente dependiente de lo que el jefe en mi trabajo diga, y es una estructura que me viene del tiempo en los centros, en los que todo se consultaba para que fuera aprobado por el director. Ahora soy profesor y doy carta blanca a mis alumnos cuando me consultan algo, porque lo considero “de buen espíritu”, y habría veces en las que tendría que decirles que no, que mejor no, pero no lo hago porque me contento con que muestren cierta obediencia. Seguramente hago mal…

Como alguien ha dicho, si me dicen “tengo que hablar contigo”, me resaltan los miedos, porque parece el que has hecho algo malo y te van a corregir, como aquella vez que parece ser que usé “demasiada agua” en un grifo o la vez que dije que la peli no era buena… Me acuerdo del tipo que había sido mi profesor y con quien había tenido una anécdota (me había echado del colegio un día por una mala reacción), y luego me lo encontré en el centro e incluso canté una canción por su cumpleaños. El tipo ni siquiera me dio las gracias y ponía cara de circunstancias. Me pregunto si hay algo de auténtico en ese hombre, que acabó por dejar de ser agregado y casarse (ahora se dedica a la política, eso parece que le viene al pelo…).

Yo iba a hurtadillas a ver si habían sacado la merienda antes de tiempo, porque siempre tenía hambre, y siempre comedía lo que había comido o lo que iba a comer en cada comida, y estaba siempre pendiente de lo que dijeran o la conversación que había de fondo, en la que, como siempre, siempre intervenían los mismos con sus anécdotas “graciosas” que ahora entiendo estaban hechas para que la gente permaneciera en el centro y no se fuera, para “amenizar” la vida en el centro con cosas o bien edificantes o bien supuestamente divertidas a un nivel puramente humano.

Como no había ninguna persona que te explicara el porqué de las cosas (nada se entendía) vivías en la inopia de “adónde va esto, qué sentido y dirección tienen las tertulias o porqué tengo que hacer esto o lo otro”. Porque claro, a las tertulias te obligaban a ir (no podías irte a comer a no sé done con tu familia natural y perderte una tertulia de turno con X o Y –las super estrellas de la comisión o de la delegación-). Todavía tengo sueños con ellas diciéndome lo que voy a llegar a ser en la vida… y no es broma… Y el estrés de cumplir todas las normas a rajatabla (como dice el ex numerario Miguel Fisac, en el opus se sustituye la fe por la piedad: video disponible en el canal de OL: https://www.youtube.com/watch?v=SxJdq-V5iuQ ) y de llegar a las tertulias y de que si no llegabas llamaras al director y de que tuvieras que agilizar todas tus gestiones en “el mundo” solo para llegar a esa tertulia o esa cena, en la cual iban a hablar los mismos e iban a decir las cuatro paridas de turno sólo para mantener viva la falsa ilusión de que fuéramos una “familia sobrenatural” y de que se suponía que teníamos algo en común. Y toda esa gente a la que dejabas tirada solo porque tenías que cumplir los “horarios y obligaciones” del centro?

Me hubiera gustado que se tuviera en cuenta lo que uno pensaba o sentía, pero todo eso lo iba uno enterrando poco a poco (perdiéndose a uno mismo) con la excusa del buen humor y el buen espíritu que se supone tenía uno que tener. Recuerdo comidas y tertulias enteras en las que simplemente me pasaba el tiempo rezando jaculatorias (como bien hacía Monseñor, se supone…) por la angustia que sentía por dentro, la ansiedad de no estar en gracia o de haber cometido este u otro pecado inexistente y tener que exigirme para salir de esa angustia simplemente recurriendo a la que llamo “falsa mediadora de todas las gracias”, la falsa María que parecía demandar y exigir más que dar nada a cambio: en mis tiempos posteriores a la obra me tenía que parar de vez en cuando en las Salves por las blasfemias que me venían a la cabeza… y tuve que quitar el cuadro suyo de mi habitación, porque cada vez que lo miraba me venía un insulto… para mí la falsa María encarnaba la tiranización en la obra, cuando se nos decía que estábamos obligados a mirar cada cuadro suyo cada vez que entrábamos en una habitación, y no era más que posar para la galería…

Un tío en el centro de estudios hizo una autoacusación en un círculo diciendo que no había “recurrido lo suficiente a los ángeles custodios”. Como se puede uno imaginar, si eso empieza a ser materia de confesión, la lista puede hacerse interminable (“porque hoy es san Bonifacio y no me he leído su biografía”, pecado grave…). A mis preguntas sobre por qué tenía esas blasfemias simplemente se respondía que yo “estaba cansado” y con eso se tiraban millas (ninguna explicación psicológica, y por supuesto una terapia ni de lejos, aunque yo la hubiera pedido). Todo al nivel del más puro voluntarismo en el nivel natural por un supuesto bien sobrenatural que nunca llegaba de ninguna forma sensible (ni consolaciones, ni “gaudium cum pace”, ni luces… nada la más pura aridez en el desierto). Y ellos exigiéndome más de todo (el Padre el primero): más oración, más penitencia, más sacrificio y mortificación… más de todo y yo sin obtener nada a cambio. Cómo iba a no deprimirme? (Y lo penoso es que el discurso del Padre –recién mandado a mi móvil por el Was Up- no ha cambiado en nada “hijos míos, hay que mantener el nivel de exigencia”). Con semejante panorama, la supuesta “fidelidad” es algo imposible… La institución misma se encarga de que no lo consigas. Estructura de pecado, dice Stoner? Si lo miras fríamente, no es más que una red de coacción y control por un supuesto bien sobrenatural que permanece invisible e inalcanzable. Los mismos del opus te lo dicen (en conversación con uno de sus delegados que tuve recientemente…): “el santo sabe que no lo es”. Con semejante criterio, mucho ánimo chaval, que lo tienes muy fácil…

Entregado 





El Opus Dei y el banco Popular.- Aloevera

El Opus Dei, en la trastienda de la lucha por el poder en Popular

La institución ultracatólica marca, en la sombra, la estrategia de Popular, que tradicionalmente ha financiado la Obra

Ana Antón. Miércoles, 3 de mayo de 2017

Popular lleva al Opus Dei en las venas desde hace casi 70 años. La presencia de miembros de la institución ultracatólica en el accionariado del banco se ha mantenido hasta nuestros días, condicionando, en la sombra, la estrategia de una entidad que históricamente ha financiado los proyectos de la Obra y ha servido como instrumento para entretejer relaciones e influencias al máximo nivel en las instituciones políticas, económicas y sociales de España.

En los últimos meses el influjo del Opus ha estado especialmente presente: desde la salida del expresidente Ángel Ron hasta la discutida lucha por la independencia y el control del grupo. La crisis interna vivida desde finales de 2016 en el seno del conocido como ‘el banco de la Iglesia’ lleva el sello del Opus Dei y, más recientemente, de los Legionarios de Cristo.

Artículo completo en El Independiente




 

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