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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 13 de Agosto de 2018



Créditos para numerarios.- Novaliolapena

Querido sietefm:

siento mucho todo lo que ha pasado con tu hija y espero que se resuelva pronto y bien. Me alegra saber que estás dando a conocer tu caso porque, por desgracia, no eres el único que tiene ese tipo de experiencias.

En mi época de centro de estudios, hace unos 20 años, cuando en el centro de estudios éramos unos 40 (ahora se pueden contar los alumnos con los dedos de una mano, si es que no está cerrado), también se gestionaban de forma interna créditos para los numerarios. Se hacía a través del Banco Condal. Recuerdo el nombre porque nunca vi ninguna oficina y siempre había un poco de broma entre la gente, ignorante de lo que se estaba gestando. Me atrevería a decir que más de la mitad de los residentes acababan firmando esos documentos (sin ir a oficinas ni notarios porque los papeles llegaban directamente al centro desde la delegación, al menos por lo que yo recuerdo como miembro del consejo local).

Vivir en un barrio de ricos (donde siempre están ubicados los centros de estudios) con todo el servicio de comida, limpieza, lavado de ropa, etc., que solo las familias adineradas podían permitirse, significaba tener unos gastos de alojamiento y manutención mucho más elevados que los de cualquier estudiante universitario que compartiera un piso con amigos. Y como sabemos la obra nunca pierde dinero. Gana.

El resultado era que el secretario venía y te decía: como la cantidad que tus padres van a pagar (en algunos casos los padres no querían o podían pagar nada, y entonces el crédito aumentaba lógicamente) no cubre todos los gastos, vamos a pedir unas becas y también un crédito. Entonces te explicaban que las condiciones del crédito eran muy favorables y que ya estaba todo preparado. Que ya lo devolverías más adelante cuando tuvieras un sueldo y que no pasaba nada porque de hecho está previsto que los numerarios entreguen todo el sueldo cada mes (bueno, este tema también da para estudio, porque la práctica es esa, pero que yo sepa en los estatutos solo se dice que los numerarios contribuirán con los beneficios de su trabajo a las necesidades de la obra; en ningún sitio he visto que se diga que los numerarios tienen que entregar TODO el salario).

Por supuesto, los padres de los alumnos del centro de estudios tampoco estaban informados de todo el sistema de créditos porque de este tema no se hablaba en mayo o junio, cuando se anunciaba que se irían a vivir al centro de estudios, sino en septiembre u octubre, cuando ya habían pasado varios meses (julio, agosto, septiembre) en el centro de estudios y estaban totalmente instalados en la residencia y metidos de pleno en la vida universitaria.

Por otra parte, como bien dices, los numerarios hacíamos mil actividades no remuneradas. Dímelo a mí: desde los 19 en cargos de dirección o trabajando para directores en delegación, comisión y villa tevere, hasta el día que me fui y me marché sin un euro.

Es triste. Pero así se escribe la historia. Y por desgracia, veinte años después, todo se repite.

novaliolapena@gmail.com



Aún no me acostrumbro.- Removiendo53

Sietefm, me dejas asombrado. A pesar de que esos hechos son frecuentes desde siempre, no consigo acostumbrarme.

Vamos a enfocar desde otro punto de vista: ¿Qué personas pertenecientes a ese Banco fueron las que que actuaron así? ¿Quienes tramitaron esa petición de crédito y le dieron el BºVº? ¿Son reincidentes en estos hechos? ¿Quién es el notario que dio fe de todo este enjuague? ¿Ha hecho lo mismo con más casos? Convendría que investigaras, por ejemplo, a través de colegios profesionales etc., a ver qué sale de ahí...

Por otro lado, enhorabuena por recuperar una hija, lo más importante del mundo. Un fuerte abrazo, amigo.

Removiendo53





Prostitución institucional.- Manzano

Hay que agradecer el enorme valor que "sietefm" ha mostrado al enviar esa carta de denuncia, una más de las miles que existen, por el aberrante abuso que hace el Opus Dei de las personas, ahora a su hija.

 

Efectivamente, el Opus Dei actúa como una verdadera mafia, secuestrando física y emocionalmente, extorsionando a quienes caen en sus redes –sobre todo a los más jóvenes, los más indefensos- estableciendo incluso rescate económico para su liberación. En el Opus Dei todo se arregla con dinero.

 

Es el mismo modus operandi de la bandas criminales en el trato de blancas: les prometen trabajo y felicidad en el país de destino (la salvación eterna en el caso del Opus) para luego acabar de esclavas a merced de sus verdugos (directores), se prostituyan (trabajen en los centros de la Prelatura), hasta resarcir sobradamente los gastos que supuestamente ha generado todo el tinglado. 

 

Alguien pensará que el dinero es necesario para mantenerse y pagar las estructuras, pero resulta que esta institución gana y obtiene beneficios a mansalva de sus asociados, donaciones, subvenciones, herencias, fundaciones, colegios y empresas. Sus escuelas de negocios generan excedentes insultantes y todo el entramado apenas paga impuestos. Son insaciables por qué éste es su verdadero fin.

 

Lo más perverso es que, en el caso que nos ocupa, se hace en nombre de Dios y esa red mafiosa está aprobada por la Iglesia Católica y su capo fundador canonizado.

 

¿Hasta cuándo?

 

Manzano

 

PD: Debo apuntar que en la calle Ortega y Gasset 29 de Madrid sí hay oficinas, un edificio con un montón de ellas. Es posible que ninguna responda externamente como BANCOR, pero allí está domiciliada según consta en el Registro Mercantil. No sólo esta sociedad sino muchas decenas más, casi todas vinculadas al Opus Dei. Esa finca es precisamente el centro operativo de su brazo auxiliar mercantil encubierto más importante.





Antonio Moya, sus artículos y una supuesta Carta de san Josemaría.- Conrad

Aprovecho estos días de asueto obligado (incluso para abogados de provincias) para intentar ponerme al día con la lectura de la página.

Estoy siguiendo la serie de artículos que viene publicando Antonio Moya Somolinos en Diario SigloXXI. También se están publicando sistemáticamente en esta página aunque con un lógico retraso respecto al referido medio digital.

Tuve la oportunidad de conocer personalmente a Antonio cuando estuvo haciendo parte de su servicio militar en la Base Aérea de Armilla (Granada). Recuerdo (que me corrijan si no fue así) que coincidió en ese período con Antonio un “amigo de Gabriel” joven (como veis, la jerga interna se me ha quedado). Me hacían gracia. No creo que Antonio se moleste porque lo cuente. Mientras que el amigo de Gabriel era la perfección militar en persona (creo que quedó el primero de la promoción para ser alférez de la IMEC del Aire), a Antonio lo recuerdo casi siempre arrestado. Eran el día y la noche.

Luego se ve que Antonio le cogió el gusto a la dlgr (sigo con la jerga) y fue uno de los primeros en instalarse en el estrecho piso que fue el inicial centro estable en Almería. Su condición de arquitecto municipal del Ayuntamiento de El Ejido le vino bien a él (ser funcionario en España sólo es comparable al Cielo: es para siempre) y al centro, ya que tuvo que aportar un buen sueldo (y así, por lo visto durante cuarenta y dos años).

No sé si coincidí más veces con él. Posiblemente sí, en algún Curso Anual o similar. Lo recuerdo como una persona erudita, sin miedo a decir lo que pensaba en cualquier aspecto ni al choque, con una característica melena que veo ha decrecido con el tiempo (obviamente, en la mili no la llevaba, no llegó a tanto su talante autónomo).

Estoy aprendiendo mucho de lo que está escribiendo ahora. Se trata de un testimonio muy fundamentado cuya lectura aconsejo, escrito con la aspiración de Tácito (sine ira et studio, algo así como “sin ira y con pasión”). Evidentemente no es (no puede ser) objetivo, como no somos (no podemos ser) ninguno de los ex que publicamos en esta página. Pero no por ello deja de tener razón en mucho de lo que dice.

Hoy solamente me fijo a propósito de su lectura en la opacidad de las fuentes documentales utilizadas por la Prelatura.

En efecto, el pretexto de los artículos de Antonio es comentar la Carta del Prelado publicada con fecha 9 de enero de 2018. Podéis consultarla aquí. Como es habitual, dicha Carta utiliza numerosas citas de autoridades, entre otras el Fundador del Opus Dei. Al respecto llama la atención Antonio sobre el hecho de que no existe una publicación fehaciente de todos los textos de san Josemaría. Es decir, dicho de otro modo, tales textos están únicamente depositados en los archivos de la Prelatura sin que nadie externo a ella los haya publicado. No sólo son “inéditos” sino que pueden editarse, cambiarse, reescribirse, porque nadie ajeno a la institución los ha sometido a control alguno. De ser así es imposible certificar si lo que Ocáriz cita atribuyendo la autoría al Fundador realmente está escrito por él.

En tal sentido llama la atención el uso de la palabra “autodeterminación” en el número 70 de una Carta supuestamente fechada el día 29 de septiembre de 1957. Con independencia lo que dice al respecto Antonio y de lo jugoso de algún comentario a su artículo del día 12 de agosto, lo cierto es dicha Carta no deja de ser un misterio. En la desafortunada sentencia judicial que condenó a Agustina López de los Mozos a retirar cuarenta y seis (46) documentos de esta página web no aparece siquiera relacionada, sí estando, porque se publicó todo lo que regula la vida de la Prelatura y de sus miembros, otros muchos textos. Claro, que siempre alguien pensará que un texto de san Josemaría descaradamente favorable a la “autodeterminación” de los miembros de la Obra no podría tener acogida entre los publicados por “gente retorcida y, en ocasiones, con vida poco ejemplar” [sic] o “herida” como se califica paladinamente por la Prelatura a los que escribimos en esta página (guion interno de 3 de abril de 2012).

Seamos serios. ¿Qué credibilidad puede tener un documento “inédito” además de aquélla que quiera atribuirle quien lo utiliza? Por mi experiencia profesional, no acierto a entender como realmente motivada una sentencia cuyo fallo se base en un documento elaborado por una de las partes, salvo que se haya admitido por la parte a la que perjudica.

Yo, al menos, impugno el documento en cuestión. Corresponderá a la parte de la Prelatura probar su autenticidad.

Por otro lado, ese control de la autenticidad de los documentos es asequible y fácil para la Prelatura depositaria: hubiera bastado el sometimiento a la fe pública desde el momento en que falleció san Josemaría o, en su defecto, desde el momento en que se descubrieron.

En fin, no pidamos a nadie lo que no puede dar.

Un abrazo.

Conrad.



Opus Dei: Comentario crítico a una carta (LVII) y (LVIII).- PlasticOnoBand

 

Opus Dei: Comentario crítico a una carta (LVII)

En el Opus Dei solo interesan los mediocres aduladores del fundador y del prelado, los soplagaitas que bailan al son del pandero

Ayer comentábamos una de las afirmaciones centrales de la carta de Ocáriz de 9 de enero de 2018, que puede suponer el principio de una profunda reforma en el Opus Dei o la confirmación de su cinismo sectario.

 

Seguimos con el número 8, en el segundo párrafo, en el que Ocáriz dice lo siguiente: “Debemos mantener siempre en la Obra el ambiente de confianza y de libertad que facilita manifestar a quien corresponda lo que nos preocupa, comentar lo que no comprendemos o que nos parece que se debería mejorar”.

 

Mi recomendación a los incautos como yo, que todavía sean miembros del Opus Dei, es esta: Ni se os ocurra hacer lo que acabáis de leer. A los directores del Opus Dei les importa un pimiento las sugerencias que podáis hacer, sobre todo si se trata de mejorar cosas que no van bien.

 

Artículo completo  

 

 

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Opus Dei: Comentario crítico a una carta (LVIII)

Aunque el Papa no ha sido del Opus Dei, está claro que no es tonto

Vamos a seguir el comentario, esta vez con el número 10 de la carta, que está dentro del capítulo titulado “Formar y gobernar personas libres”.

 

Empieza citando Ocáriz a san Josemaría, en una carta de 1956, en la que decía que “la autoridad del director espiritual no es potestad (…) La función del director espiritual es ayudar a que el alma quiera – a que le de la gana – cumplir la voluntad de Dios. No mandéis, aconsejad”.

 

Hago un inciso. Las famosas “Cartas” de san Josemaría (esta aparece fechada en el pie de página, el 8 de agosto de 1956) nunca han estado al acceso del público. Incluso los investigadores que han querido trabajar con el Archivo General de la Prelatura, han recibido una atención parcial, en el sentido de que no han conseguido ver todo lo que hubieran deseado, sino solo lo que les han dejado ver, una vez que, previamente han formado en la institución un juicio (un prejuicio) acerca del investigador. De esto hay testimonios importantes.

 

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Comentario crítico a una carta III - IIIIV - VVI - VIIVIII - IX - XXI XII - XIIIXIV - XVXVI - XVIIXVIII - XIXXX - XXIXXII - XXIIIXXIV - XXVXXVI- XXVIIXXVIII - XXIXXXX - XXXIXXXII - XXXIIIXXXIV - XXXVXXXVIXXXVIIXXXVIIIXXXIXXL- XLI- XLIIXLIIIXLIVXLVXLVIXLVIIXLVIIIXLIXLLILIILIIILIVLV - LVI

 




 

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