Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados
Documentos internos del Opus Dei
Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links
Si quieres ayudar económicamente...

Google

en opuslibros

Si quieres ayudar económicamente al sostenimiento de Opuslibros puedes hacerlo desde aquí.


CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 28 de Diciembre de 2018



Próxima actualización.- Agustina

 

PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN

VIERNES, 4 DE ENERO DE 2019

 

¡FELIZ AÑO NUEVO!

 





No lo comprendo.- Siwatli

Me apetecía escribir en esta web desde hace ya algún tiempo, pero no tenía la valentía para hacerlo. He leído con detenimiento algunos testimonios y no daba crédito a lo que estaba leyendo, algunas cosas me parecían inverosímiles y otras no tanto. Pero ya lo voy comprendiendo y eso que no pertenezco, ni perteneceré a la Obra.

Desde hace algunos años, trabajo para una institución de educación superior de la Obra y he visto y escuchado de todo. El motivo de la narración es que no entiendo el por qué es mal visto que uno pregunte por el estado de salud de un miembro de la Obra, en particular, de una numeraria. Quizá he sido demasiado cortés, es por la educación que me proporcionaron mis padres, y siempre tengo la costumbre de preguntar por el estado de salud que guarden mis allegados, sean familiares, amigos o conocidos. El asunto es que hace algún tiempo, me hice amiga de esa persona a la que llamaré Lucita. Nuestra relación era meramente académica, y de vez en cuando compartíamos algunas otras afinidades.

La relación cambió cuando habían transcurrido dos o tres meses de este año, francamente no supe interpretar las señales que me proporcionaba mí amiga. ¿Por qué su estado anímico cambió? De ser amable a apática, hosca, grosera. Pensé, que yo había tenido la culpa por ser tan servicial, tan franca, tan amable. Me disculpé dos que tres veces pero nunca obtuve una contestación.

Desde hace unos meses noté que su estado de salud se estaba deteriorando, su delgadez era más que evidente, pero no me podía acercar, no era prudente, debía guardar distancia, ya que así lo había decidido y se lo había hecho saber. No tardó en generarse un accidente, le llamé a su móvil y me comentó que efectivamente se encontraba enferma pero que una excelente persona la estaba cuidando, así pasó el tiempo y ya no la volví a ver. Empecé a investigar, a preguntar y se me dijo que no era conveniente que le escarbara al asunto, que rezara por ella, que así dejara las cosas. ¿Dejarlo así?, no me bastaba, tenía que llegar a más, y llegué a conocer la verdad, sufre de una enfermedad mental. Estoy devastada, no puedo hacer nada por ella, no sé en donde se encuentre ni en qué condiciones. ¿Bendita Obra?, no lo creo. Conclusión, lo único que queda es rezar.

Siwatli





Puntos que no cuadran.- Ana Azanza

Feliz año a todos.

El asunto del colegio Gaztelueta es todo menos corriente y moliente.  Explicaré mis motivos para decir esto. 

 

La primera cualidad que le veo es que ha servido para que reveléis que efectivamente de vez en cuando dentro del grupo de numes, algunos con cargos, conocisteis abusadores de niños. En mis tiempos de numeraria no hubiera dado crédito, pero tantos años leyendo aquí vuestras experiencias, tan distintas a las mías sobre todo en el caso de los hombres, que efectivamente todo es posible allá dentro. Puesto que hay unos que tienen todo el poder y otros ninguno, y puesto que entre los que carecen de ese poder mínimo sobre su persona abundan los creyentes a ciegas. Hoy ya menos, pero probablemente en la etapa de explosión de vocaciones éramos muchos ciegos.

 

Con lo cual, pues sí, puede que haya habido abuso del chico. Sin embargo hay cosas muy extrañas...



(Leer artículo completo...)




Caso Gaztelueta: tonto de mí.- Pez

El caso Gaztelueta parece que está trayendo a Opuslibros mucha más cola de lo que parecía en un principio, tras un respetuoso silencio. Parece que se está abriendo la caja de los truenos de un aspecto poco tocado hasta ahora en Opuslibros y casi siempre muy por encima: el tema de los abusos sexuales en el Opus Dei. Y va a ser-está siendo ya- un fuerte ventarrón; aunque seguro que provechoso, si los afectados quisieran aprovecharlo, que no querrán, mucho me temo. Ya era hora, pensándolo bien. Pero es un buen motivo para iluminar, prevenir, reparar e instruir a propios y ajenos

Empezaré con dos recuerdos personales, uno al inicio de mi encuentro con la Obra y otro casi al final de mi relación con "el lado oscuro"...



(Leer artículo completo...)



 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?