Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados
Documentos internos del Opus Dei
Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links
Si quieres ayudar económicamente...

Google

en opuslibros

Si quieres ayudar económicamente al sostenimiento de Opuslibros puedes hacerlo desde aquí.


CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 24 de Enero de 2018



Minucias (VIII).- Simplicio

 

 

Marqués de M…

 

Estudié el bachillerato en un colegio de religiosos. En el último año me hice muy amigo de un compañero con el que hasta entonces me había relacionado poco y la amistad siguió en la universidad; aunque cursábamos carreras muy distintas compartíamos muchas aficiones e intereses comunes.

Un día en su casa me detuve mirando un cuadro colgado en la pared. Son cosas de mi padre, me dijo; es su título nobiliario: Marqués de M… Era un título del que yo no había oído hablar en mi vida...



(Leer artículo completo...)




Cerrando el círculo.- Salvador

[…]

Arrupe, que era de una espiritualidad tan fuerte y auténtica que impresionó al equipo agnóstico de televisión que me acompañó, me contó, por ejemplo, en relación con el cambio que en ellos operó el concilio con estas palabras textuales: “Cuando hoy vemos actuar al Opus Dei, es como mirarnos en el espejo para decir: así fuimos y así no podemos seguir siendo”.

[…]

En https://elpais.com/internacional/2013/03/14/actualidad/1363285012_972952.html





Sentirse herido.- Hondo

SENTIRSE HERIDO

Estimado Pepito:

Sí, es notable la hipocresía que se tiene al tocar el tema de los "ex". Pensar que ni siquiera se nos incluye en las generosas oraciones por los difuntos durante noviembre (a menos que hayas aceptado ser cooperador, nada es gratis.)

El párrafo completo de la respuesta en la entrevista al prelado no tiene desperdicio:

"En los 22 años que he trabajado a su lado, he escuchado a don Javier pedir perdón a las personas que se han sentido heridas por el comportamiento de alguno de sus hijos. Yo me sumo a esa petición de perdón y deseo con toda el alma que esas personas curen sus heridas y superen su dolor."

COMENTARIO: Si alguien te engañó, “no te has sentido herido”. Te lastimaron. Si alguien te sometió a una manipulación psicológica, “no te has sentido herido”. Te dañaron. Y, con perdón, si alguien te da una patada en los huevos no te sientes herido. Ni te puedes poner de pie.

Si te han hecho lo que cuenta E.B.E en "Un caso más", "no te has sentido herido”. Han hecho lo imposible para aniquilarte emocionalmente.

Si te hacen lo que le hicieron a Chanoc en "Una experiencia parecida"; "no te has sentido herido". Te jugaron sucio.

Aquí hay cientos y cientos de casos muy detallados y el prelado lo sabe, (Y nosotros sabemos que lo sabe...) ¿Era tan difícil decir "a las que HEMOS herido"?

Y además, ¿dice que vio a Don Javier pidiendo perdón? Me cuesta imaginarlo. No lo hizo en los casos que conocemos bien, ¡al contrario! Por nombrar dos bien documentados: la correspondencia con María del Carmen Tapia y el artículo de Líbero “En memoria de Don Antonio Petit”. ¿Algún pedido de perdón, de calidez, con estos "hijos"? Ninguno. Fue implacable.

Cuando me fui le escribí una dolorida carta. Un hijo suyo, enfermo y roto, se despedía. ¿Respuesta? Ninguna.

“Deseo que curen sus heridas y superen su dolor”. ¡Qué bueno! ¡Gracias!

Si mañana atropello a alguien, me bajaré y le diré al moribundo: “Deseo que cures tus heridas y superes tu dolor”. Y seguiré viaje con la conciencia tranquila, rezando jaculatorias...

----------------

"San Josemaría solía decir que guardaba afecto a todas las personas que se acercaban a la labor formativa del Opus Dei, aunque fuese por una temporada. Imagínese el afecto que conservaba hacia las personas que habían llegado a pertenecer a la Obra. Él sentía una profunda paternidad espiritual: nunca se deja de querer a un hijo o a un hermano."
 
COMENTARIO: San Josemaría solía decir cosas muy distintas. Estuve décadas allí. Leí y me predicaron a Escrivá por activa y por pasiva: no recuerdo ninguna cita del Fundador en ese tono. Lo contrario sí, fue una de las razones por las que me costó tanto irme: el miedo. La maldición del rejalgar cumplía la función de mantener dentro a los que habían mordido el anzuelo, y la cumplía bien.

Pero ya no nos sorprende. El anterior prelado, muy suelto de cuerpo, pudo escribir: “A la vez, como siempre dejó muy claro san Josemaría, los fieles de la Prelatura, al igual que todos los católicos, gozan de plena libertad para confesarse o hablar con cualquier sacerdote que tenga facultades ministeriales: os sorprenderá que os recuerde esta verdad tan clara, pero me interesa mencionarla porque quizá podría ser menos conocida por quienes nada saben del Opus Dei o del espíritu de libertad propio de los seguidores de Jesucristo.” (¿Qué ¡¡¡qué!!!? No más preguntas para mí, señor juez.)
 
---------------

Termina el pasaje diciendo: "“Conviene considerar dos planos distintos. Por una parte, el mensaje del Opus Dei representa un camino abierto para seguir a Cristo. Por otra, las actividades que desarrollan las personas y los centros de la Obra, en las que, como es natural, influyen las circunstancias y los modos de ser. Seguramente, entre tan gran número de personas y actividades -con buena intención- habrá habido errores, omisiones, descuidos o malentendidos. A mí me gustaría pedir perdón por cada uno de ellos.

COMENTARIO: Sobre esto ya ha escrito Dionisio (“El mismo perro con distinto collar”) y no tengo nada que agregar.

---------------------

CONCLUSIÓN: Yo no me he sentido herido, estoy herido. Y lo de curar las heridas, pues me lleva ya varios años de terapia con un equipo de clínico, psiquiatra y psicólogo. Entiendo que no será el caso de todos. Pero, más allá de heridas emocionales, arrastro secuelas del cóctel de psicofármacos, que me administraron durante años. El psicopus de turno me los recetó y yo los tomé. "El que obedece nunca se equivoca", era la filosofía. Lo que no me explicaron es que "el que manda nunca se hará cargo". Me queda el consuelo de que el prelado "desea con toda el alma que cure mis heridas". Yo también le deseo con toda el alma que se hagan cargo de lo que han hecho y siguen haciendo (como cuenta Solitudine, en "Lo que nadie puede imaginar".)

Cambiando de tema: en el viaje de regreso de su último, el Papa Francisco también usa una expresión parecida, pero es mucho más concreto en su pedido de perdón. Asume una responsabilidad mayor. Agradece que le hayan corregido.

Me llamó la atención otra frase suya: “"Sí, en la Iglesia hay corrupción. En la historia de la Iglesia siempre ha habido casos. El fundador de Sodalicio fue denunciado no sólo por abusos sexuales sino también por manipulación de las conciencias.”

¿Denunciado por "manipulación de las conciencias"? Querido Papa Francisco, si realmente le interesa el tema en el Opus Dei va a encontrar jugoso material.

Hondo




 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?