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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 06 de Junio de 2018



Tampoco se va de mi memoria.- Pepito

La historia que nos cuentas, Dax, la del acoso vocacional, fue también la mía, como la de tantos otros. Sin embargo, creo que hay que profundizar un poco más en el papel de los sacerdotes en esas cacerías.

Y es que “los buenos chicos” de familias cristianas de toda la vida estábamos acostumbrados a tener a un sacerdote por alguien muy importante; por una persona que ante todo pensaba en prestar a los fieles la ayuda de que la Iglesia dispone en los que pudiéramos llamar “casos de conciencia”. Y así, cuando los laicos de la obra nos tiraban el gancho, muchos recurrimos a los curas, en la idea de que de ellos obtendríamos un consejo sano y objetivo. ¡Qué ingenuos!

Los curas estaban de antemano conchabados con los otros para repetirnos la misma historia de nuestra vocación. Creo que es un caso, como diría el fundador, de graviter onerata conscientia: la obligación capital de esos hombres era la de dar buen consejo al que lo ha menester; la de actuar como sacerdotes de la Iglesia, sin colaborar en cacerías de menores, grave asunto de conciencia.

Pepito.





Happy Pills.- Hondo

Gracias Arnust por tu comentario. Creo que tus palabras ponen mi experiencia en su lugar para la mayoría de los excombatientes. Dices bien: "En ningún caso lo califico de pesadilla, más bien un sueño incómodo, como otros en los que sueño que llego a las aulas de la universidad para descubrir que hay un examen para el cual no me preparé. Y siempre es grato el despertar."

Eso debería ser lo normal. Lamentablemente el paso por la prelatura me ha dejado secuelas emocionales y físicas por el cóctel de medicación al que fui sometido a lo largo de muchos años.

Por eso tengo esas pesadillas, como si hubiese estado en Vietnam. Es un síntoma más, ni el único ni el peor.

Copio un fragmento antológico de Satur y que describe muy bien mi situación:

"Empastillados "Happy Pills" que toman las grageas con manguera: inhibidores y desinhibidores de la ansiedad y el pánico, fobias, síndromes obsesivos, síndromes de carencias afectivo ascético menstrual, patología psicosomática del minuto heroico, personalidad límite, déficit de atención por hiperactividad, psicofonías de santos varios, etc... Viven en el mundo de los medicamentos estimulantes, de los antidepresivos, de los antisicóticos, de los anti ansiedad, de los somníferos... mundos del ("Depakote", "Depakene"), "Carbamazepine" ("Tegretol"), "Gabapentin" ("Neurontin") y "Lamotrigine" ("Lamictil"), del "Alprazolam" ("Xanax"), Lorazepam" ("Ativan"), el "Diazepam" ("Valium") y "Clonazepam" ("Klonopin"), "Diphenhydramine" ("Benadryl") y "Hydroxizine" ("Vistaril"), "Buspirone" ("BuSpar") y "Zolpidem" ("Ambien"). No son nombres de protagonistas del Señor de los Anillos, son chutes que te ayudan a llorar con alguna excusa que valga la pena: estoy enfermo. Más aún: estoy loco".

A quienes están dentro, ¡mucho cuidado con las pastillas que os dan!

A los directores que nos leen cada semana: es muy grave el daño que habéis hecho a muchas personas con vuestros psiquiatras. No nos hemos "sentido heridos", como siempre decís. Nos han estropeado la salud de una manera lamentable y alevosa. Y nadie, nunca, nos ha pedido perdón ni se ha interesado por las consecuencias de semejantes experimentos.

Sólo quieren que sigamos yendo a los "medios de formación", como comentaba salypimienta y que seamos cooperadores. Nuestra salud, nuestra vida, les importa un pimiento.

Hondo





Discriminación machista.- Aloevera

 

Sancionada la escuela Viaró, del Opus Dei, por no contratar mujeres

El centro, que habrá de pagar 50.002 euros, pierde el recurso contra el dictamen de Inspección de Trabajo

 

La Escuela Viaró, concertada y del Opus Dei, deberá abonar dos sanciones de 50.002 euros dictadas por Inspección de Trabajo por discriminación machista hacia las mujeres por contratar únicamente a profesorado masculino para su centro y por impedir la promoción profesional interna de las mujeres.

Artículo completo en El Periódico

 




 

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