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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 28 de Marzo de 2018



Próxima actualización.- Agustina

 

PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN

Lunes, 2 de abril de 2018

 

¡Felices días de Pascua!

 





El plano Inclinado.- Pasiva

Estimado Ramana y estimados todos:

Efectivamente al haber dicho yo que no dejé de amar a Dios al salir de la obra, sé que he dado lugar a que se interpreten mis palabras de muchas maneras:

1. En la Obra sí se ama a Dios (cuestionable) ó 2. Al salir dejas de amar a Dios (cuestionable también).

No me refería a ninguna de esas dos posibles interpretaciones, sino más bien, a que yo antes de ser de la obra había sentido una conexión especial con el Todopoderoso. Por unos años serví en mi parroquia (de ese tiempo tengo recuerdos muy felices). Cuando conocí la obra a mis 25 años, me pareció que había llegado a un puerto seguro y que era ahí donde encontraría la voluntad de Dios. Sé que fui una tonta al permitir que otros gobiernen mi conciencia a esa edad, pero fue un momento de total desconfianza en mí misma. Así que puse una fe ciega a todo lo que se supone por voluntad divina me decían en la Obra.

Recuerdo mi primer círculo, y la primera impresión que tuve fue pensar por qué no podemos dialogar, y por qué tiene solo que hablar una persona y las demás debemos asentir. Sin embrago acepté que las cosas eran así, y poco a poco fui aceptando muchas otras cosas más: la oración diaria, el rosario, la misa diaria, el examen de conciencia, el angelus, las estampas pidiendo la beatificación del beato Josemaría, confesión semanal, charla, cursos de formación, convivencias, retiros... Cuando pité, no me imaginaba la vida lejos de todo ese cúmulo de normas de piedad que llenaban mi día... mi vida... No me imaginaba lejos de mis amigas de la Obra.

Yo toqué la puerta, yo quise ser numeraria. Me dijeron, "primero supernumeraria y despues vemos". Y así fue... Es así que me refugie en la obra y no quise enfrentar mis miedos y desconfianza sola. A la larga 20 años después tuve que enfrentarlos pues por más buenos administradores que se crean los laicos que llevan la direcciones espiritual, no pueden sustituir el Espíritu de Dios que sopla por donde quiere. Y ahí te doy razón estimado Ramana, debemos saber distinguir entre piedad, creencia y fé. Yo no podía prestarme a que a mis hijos los formateen de una determinada manera, ni tampoco me iba a prestar a formatear la mente de los hijos de otros, que es lo que se hace en los clubes. Poco a poco con actividades lúdicas y entretenidas van buscando fieles obedientes.

En fin viviré este año una Pascua más. Felices Pascuas.

Pasiva





Bueno, bonito y barato.- Erpayo

Lo primero; una breve presentación. Durante años he leído esta página de forma intermitente; yo fui durante los años 90 aspirante a agregado, de esos que pitan a los 14,5 y actualmente estoy casado con una supernumeraria.

 

He leído la historia de Felipe que nos cuenta Salypimienta, y la verdad es que da mucha pena. Hoy día casi nadie niega que el sexo es de las pocas cosas que tienen las tres B: bueno, bonito y barato. Ni siquiera en el opus hay mucha gente así. El problema es que la buena señora ha tenido una educación sexual lamentable basada en el miedo y el rechazo: el sexo es malo, caca, sucio, pecado. Y claro, después de 30 años recibiendo ese mensaje pasa lo que pasa y hasta la vagina se cierra instintivamente cuando algo intenta entrar. Pero esto no es una cosa del opus, que a día de hoy está bastante lejos de sostener institucionalmente esa visión deformada del sexo.

 

Como Felipe pide ayuda para convencer a la señora yo le diría que empiece por todo el tinglado que hay montado alrededor de la teología del cuerpo de San Juan Pablo II. Libros, cursos, webs, vídeos en YouTube, etc. Como Felipe no dice de dónde es imposible aconsejarle recursos más locales; en España, por ejemplo, está la Fundación Desarrollo y Persona y muchas diócesis tienen Centros de Orientación Familiar (el sentido de la expresión orientación familiar nada tiene que ver aquí con el que se suele usar en el opus) teniendo personalmente muy buenas referencias de los de Madrid, Getafe y Alcalá, siendo además este último dependiente de un obispo del que en el opus tienen muy buena imagen.

 

En cualquier caso, basta buscar “teología del cuerpo” en Google. No será un camino fácil ni rápido y el resultado a lo mejor no es el que ahora mismo imaginas, pero mi opinión personal es que se puede llegar a algo que os haga disfrutar del sexo y la intimidad corporal. Reprogramar 30 años de mala educación no se hace en un mes.

 

Otra opción podría ser buscar una nulidad. No soy experto, pero si le cuentas tu caso a un buen canonista podrá asesorarte mejor. No es mi recomendación, pero leyendo tu historia parece que podría haber sustento. Como te digo, un canonista podría dar una opinión fundada si le das detalles de vuestra historia, pero tampoco me hagas mucho caso.

 

Erpayo




 

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