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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 15 de Julio de 2019



GRUPO DE APOYO A EX MIEMBROS DEL OPUS DEI EN MÉXICO.- Salypimienta

 

GRUPO DE APOYO A EX MIEMBROS DEL OPUS DEI EN MÉXICO

 

Nos hemos reunido un grupo de ex miembros del Opus Dei para dar apoyo y asesoría (legal, emocional, etc.) a ex miembros y miembros del Opus Dei que lo necesiten. Toda la información recibida será estrictamente confidencial.

Quienes lo deseen pueden contactarnos en esta dirección de email:

ApoyoPrelaturaExMiembros@gmail.com

Besos.

Salypimienta.





Escalofríos.- Madurez

Hoy es 13 de julio. Verano. Y aunque lejos de ya desde hace 24 años de la Cosa, con una boda hoy y el lunes partiendo para la costa a pasar unos días con la familia, velero incluido, me vienen a la cabeza los veranos del Opus.

Aquellos terribles semestres en Retamar con ciento y la madre (O tempora, o mores), que los superabas porque con la juventud se supera todo, incluso la mili. Y después esos cursos anuales de 35 días para hacer y hacer asignaturas del Cuadrienio y luego ya los de 25 días. Eso si no te tocaba atender un curso anual de vocaciones recientes o las terribles convivencias de supernumerarios. Mira, si tenías en una convivencia de esas a unos super colegas y cogías un coche y en los ratos libres te ibas a beber o comer por ahí... Vale.

O ya el verano en el centro, con esos lugares de recreo en Mirasierra. menos mal que mis padres vivían en un chalet en Chamartin con piscina. Veranos del Opus, el horror, menos mal que tenía amigos para desaparecer un día o dos o tres...

Veranos del Opus..., morir.

No cuento más, quizás en otra hora, pero recordadlos, esos veranos surrealistas, con esas playas a las que ibas sin decir nada... O el barco de un supernumerario. Contad, contad.

Madurez





Gracias a Francisco, como-nueva y a JuanchoR.- Valeriapiensamas

Quisiera dar las gracias a Francisco, como-nueva y a JuanchoR por sus escritos.

Lamentablemente me ha entristecido especialmente el de Francisco y me hace reflexionar mucho. ¿Qué ha ocurrido en la cabeza y en la vida de Camilo? Yo me atrevería a dar una respuesta. No pienso que haya sido fruto de la enfermedad- aunque si causa directa-, ha sido fruto de una vida frustrada, intentando cambiar las cosas desde dentro. Y finalmente, se ha visto en un callejón sin salida.  La única salida ha sido su testimonio de la sinrazón en la que ha vivido. No le ha merecido la pena seguir aquí. Para mí es un testimonio de fracaso institucional.

En otro escrito publicado por como-nueva se hace referencia al fallecimiento de Teresa Cardona. Doy fe de cómo era Teresa porque la conocí, incluso le hice un vídeo sobre unos recuerdos de la infancia a los que tengo especial afecto, ya que su hermano sacerdote perteneció al grupo musical infantil Nins. Me hacía ilusión tener su testimonio directo.
Pero, estoy totalmente de acuerdo con la visión de como-nueva. El partido que desde el Opus Dei se ha sacado a la noticia -bajo mi punto de vista- está cerca de la crueldad. Es totalmente superficial. Es lo que en comunicación se llama "hecho noticiable". No dudo de que ha sido noticia de entidad, sino que desde la prelatura no se ha dudado en trabajarlo bien para aprovechar la oportunidad.

¿Qué vida vale más la de Teresa o la de Camilo? ¿Qué holocausto es más grato a Dios? Yo diría que indistintamente ambos son víctimas agradables a Dios. Y Él habrá recibido con alegría el sacrificio de sus vidas.

Pero institucionalmente, hay que hacer examen. No se puede consentir que al final de la vida, de una vida de entrega a Dios, haya una frustración tan grande que no merezca la pena seguir adelante. Como es el caso que nos relata Francisco.

Si Camilo hubiera tenido al lado a JuanchoR posiblemente su final hubiera sido distinto. ¿No es así JuanchoR? ¿Si lo hubieses tenido al lado o hubieras tenido noticias de su caso, habrías salido a su encuentro?

Valeria piensa más





El director de mi padre: Camilo Lucena.- Josefina Hurtado

La primera vez que me tropecé con Camilo fue en el entierro de mi madre. Él era el director de mi padre y allí estaba, controlándolo todo, vigilándolo todo. Pero no eran aquellos sentimientos artificiales los que más me molestaban no, lo que más me molestaba era su mirada, la forma con la que me miraba.

El sabía todo sobre mí y yo no sabia nada sobre él.

Alguien que te mira así te hace sentir como que te han robado el alma sin que te puedas defender.

Alrededor de tres años después me crucé con él en un semáforo en Murcia. Mientras esperábamos a que se encendiera la luz verde del semáforo nos observamos y nos identificamos. Al cruzarnos en el paso de cebra me lanzó tal  inquisidora mirada que aún la tengo clavada en mi retina. 

Aquella mirada con la que me fulminó me hizo sospechar que algo pasaba entre él y mi padre, algo de lo que él me hacía responsable.

-¿Sigue Camilo siendo tu director?, le pregunte un día a mi padre

No!, me contestó enfadado.

Nunca más le volví a preguntar sobre él.

Cuando mi padre falleció e investigando en los protocolos notariales, me encontré con un poder realizado por él a los pocos meses de fallecida mi madre. El poder notarial estaba otorgado a mi hermano, el sacerdote numerario del opus e investigado ahora por su muerte.

-No puedo hacer nada, me dijo mi padre un día con todo su pesar. -Él tiene un poder notarial.

Cómo consiguió ese poder no lo sé, pero lo que sí sé es que con él lo despojaron  de todo incluyendo lo que más valor tenia para él: su dignidad.

Ese poder notarial fue conseguido con la colaboración de un notario del Opus Dei en Murcia. Este poder esclavizó a mi padre hasta el final de sus días.

Menuda cuadrilla forman estos!, soltaba a menudo por su boca refiriéndose a mi hermano y a su equipo.

-Pues ya lo sabes, le decía yo: -El que se junta con mala gente, maldades es lo que recoge.

El día 2 de Julio falleció Camilo.

Al parecer se metió en un lugar no autorizado y por donde solo pasaban trenes.

Después de su muerte y preguntando en Murcia por él me dijeron lo siguiente: -Hace un tiempo que se fue con su hermano a Sevilla.

Casualmente y por las mismas fechas habían también trasladado a mi hermano.

El notario supernumerario del Opus Dei fue otro de los que se marchó de Murcia. Y cuántos más se fueron, trasladados o no, no lo sé por ahora.

Terminaré este escrito con una frase que alguien me dijo estos días, alguien que no ha sido, ni es del Opus Dei, pero que conocía a Camilo de la misma forma que yo: -El tiempo Josefina, pone a cada uno en su lugar.

Y yo pensé para mis adentros: ¡No debería de ser solo el tiempo!’

Josefina Hurtado





De lo que se pierden en Crónicas!.- Lulu

JuanchoR, porqué no enviás tus escritos a Crónicas?

Seguro a tus hermanos les resulte edificante tu buen espíritu y tus respuestas tan sabias y que reflejan tanta experiencia. Acá aburre bastante, hablo por mi. No nos contás nada que no sepamos y parece un panfleto de propaganda dirigido a quienes entran a esta web sin haber sido de la CosaVostra.

 O pedí en la web del Opus Dei que te publiquen... o ya tenés subidos allí artículos testimoniales que nos quieras compartir. Qué fiaca dan los emisarios de la AOP...

Saludos al resto! Lúlu

P/D: las preguntas son retóricas, por favor No responder, sil vous plais





Camilo Lucena.- Zartán

¡¡Menuda semanita estoy teniendo!! El martes me encontré con un n al que hacía más de treinta años que no veía. Para algunos, el cariño va por encima de lo institucional y nos dimos un abrazo de esos que hacen crujir las costillas. Se ve que ya le habían avisado que nos encontraríamos o que sabía de mi desconexión con la querida institución, por lo que no manifestó sorpresa pero sí cariño sincero. Hablamos del más y del menos y comencé a preguntar por los viejos camaradas ya que él vive en el último centro en el que yo viví siendo n. Mejor no lo hubiera hecho ya que por unos minutos la conversación fue mas o menos: ¿Que es de Paco? Murió de cáncer. ¿Y como está Joan? Se murió de un infarto ¿Y …? Siguió, entre sepelios y enfermedades típicas de la tercera edad, defenestrando a varios mas para terminar “matando” al mismísimo centro ya que me dijo que pronto lo cierran y se va a vivir a… y ahora “dulcis in fundo” vienes tú y me dices que se murió Camilo Lucena.

Yo también guardo de él un recuerdo muy entrañable, era un corazón con patas. Vivimos varios años en el mismo centro. En esa época todos eramos jóvenes y vivíamos felices bajo el régimen del Generalísimo (no sé si lo uno tiene que ver con lo otro, pero era así y que no se tome mi declaración como apología de las dictaduras). Cuando me has dado la noticia de su muerte, mi primer recuerdo de él ha sido una ocasión en la que el pobre estaba mal a causa de un cálculo renal, lo estaba pasando muy mal y Fernando A., (otro del que guardo entrañables recuerdos) le aconsejó que, para hacer pasar el dolor, apoyara la parte superior de su cuerpo sobre una mesa estando de pie, eso aumentaría la presión sobre los riñones y le aliviaría el dolor. Camilo siguió el consejo pero, como parece que no surtía mucho efecto, rápidamente se volvió a enderezar. Fernando le preguntó cómo se sentía y Camilo respondió que “mucho mejor” y fueron sus últimas palabras antes de caer desmayado de dolor. Ese era Camilo, siempre intentando que los demás estuvieran contentos.

No sé como ha muerto, he visto el periódico que señalas y no da detalles, solo que era un paso no habilitado para cruzar las vías y mi mente ha conectado con la muerte de don Danilo Eterovic, espero que sea solo una mala jugada de mi imaginación. Deseo que no sea otro caso similar y, si es así, no habrá servido de mucho el aviso/súplica que hicieron Agustina y Ezequiel.

Dices que “como director del opus, seguro que causó daño a otros”, es posible pero seguramente tanto él como muchos de los que hemos pasado por la institución, también habremos hecho cosas buenas, habremos enjugado lágrimas, ayudado dando buenas y sabias consejas y finiquitado mas de una cerveza reparadora. Estoy seguro. Por eso, cuando hace poco leí a Lizzy  diciendo que podríamos haber sido molestos para alguien, pensé que tenía razón. En mi caso estoy seguro de haber sido molesto con alguien o con alguienes y creo que todos podremos decir lo mismo pero, si queremos respetar la verdad, también debemos reconocer que habremos sido de ayuda a más de una persona o persono (según el caso o género), todos, tanto los in como nosotros los ex, que parece que no nos basta con las “explicaciones” de nuestra traición que se dieron cuando nos fuimos y seguimos echándonos porquería encima. Y, soy capaz de apostar algo, estoy seguro que fue más lo que hicimos bueno (estando en modo IN) que el posible daño a alguien. O tal vez este pensamiento sea fruto de mi asqueroso optimismo, no sé, confío en vuestra benevolencia.

Desde mi selva un abrazo a cada quien y, querido Francisco, no nos dejes para pasarte a Telegram que algunos no tenemos acceso a esas diavolerías.

Zartan de los Nomos

¿Alguien sabe de alguna medicina de amplio espectro que ayude a dejar de querer a los viejos amigos? No pienso usarla, es solo para culturizarme un poco.



Me hace un poco de ruido que…- Lizzy B.

Hace días que quería escribir, pero llegaban las diez de la noche y de verdad que ya no quedaba tiempo de hacer nada más. Es increíble esa sensación de saber qué decir, cómo decirlo, tener ganas de hacerlo, pero no tener el minuto para sentarte y redactar. El viernes el Venerable Anciano (Zartán de los Nomos en OpusLibros), me mandó lo que escribió para hoy, y me animé. Si él escribe, él que ya es ya un anciano decrépito, cómo no yo, que aún gozo de la juventud de los cuarenta recién cumplidos.

 

En fin, he leído acá algunas críticas por el número de sacerdotes que ofició la misa de la numeraria fallecida en Costa de Marfil. Solo quiero decir que, si te ayuda a consolarte de una pérdida, por mi puedes oficiar una misa con 400 sacerdotes. 1000, si se te antoja. Los que tú quieras o necesites. ¿Por qué limitar las expresiones de dolor, de afecto? Aunque el Opus Dei haya querido hacer despliegue y publicidad interna y externa, si se trata de honrar a los que partieron POR QUÉ NO. Me parece mezquino ahorrarse sacerdotes en razón de prudencia, o porque en otros funerales hubo menos ceremonia. Debió ser un consuelo muy grande para aquellos que la querían y para su familia.

 

También vi otra entrega que me sorprendió, por la suposición que hace de que TODOS adentro tienen vidas vacías, deprimidas, de bajo vuelo. Es cierto que muchas veces los centros de mayores son de una gran tristeza, pero la vejez y los achaques en general lo son. Estando en la obra o fuera de ella nos tendremos que enfrentar a la pérdida de los seres queridos, de la energía vital, de los cabellos, y en ciertos casos, hasta de la cordura. A determinada edad, lo sé ahora que estoy doblando la esquina de la juventud, la diferencia entre estar "adentro" o "afuera" se difumina. No se trata de jovencitos/as engañados, sino de personas adultas que ya saben qué están eligiendo y porqué se están quedando. Y si se quedan por egoísmo, por orgullo o porque otros los manipulan, ya es su elección. Después de determinada edad, yo ni insistiría. Las cartas están echadas... creo que juzgar que estarían más contentos o más felices afuera, es temerario. Es como cuando los IN asumen que los EX tenemos vidas desgraciadas. De alguna manera siento que somos la misma cosa, seres humanos que nos tocó vivir la experiencia del Opus Dei y que algunos nos fuimos y otros se quedaron, pero estamos todos hechos de los mismo y necesitando lo mismo: AMOR.

 

Abrazos desde cerca de la selva de Zartán.

 

Lizzy B.




 

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