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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 29 de Julio de 2019



Los In, los Ex, los Vengadores y los Enganchados.- Salypimienta

Querido Zartán:

Tanta verdad llevan tus palabras cuando dices que muchos ex buscan vengarse de la que antes llamaban lamadreguapa. Conozco a algunos, y también conozco a muchos que cuando escriben o dicen algo contra la Obra lo hacen desde lo más profundo de su conciencia con el fin de que la Iglesia y la sociedad se quiten la venda de los ojos y se enteren de la realidad de lo que sucede ahí dentro, porque estarás de acuerdo conmigo de que el Opus Dei tiene un discurso muy diferente de lo que se vive tras sus puertas cuando está de cara al público.

Todos los que hemos pasado por la prelatura en calidad de miembros e incluso los que aún pertenecen a ella sabemos que el Opus Dei necesita de una reforma profunda. Que se lleve a cabo o no, es algo que no vamos a discutir (porque perderíamos el tiempo). Lo que sí, es que casi todos los “ex” NUNCA recomendaríamos a nadie afiliarse a esa institución, y hay que tener muy claras las razones por las que bajo ninguna circunstancia haríamos esa recomendación. También es cierto que cada quien habla de cómo le fue en la feria. Hasta el día de hoy no me ha tocado conocer a nadie que cuente que su experiencia ahí fue lo mejor que le ha pasado en la vida, lo que sí he escuchado todas las veces es que salir fue de las mejores cosas que les han sucedido.

También conozco a uno que otro que salió pero que sigue enganchado. Algunos, incluso, ahora son cooperadores y no faltan a sus medios de deformación por nada del mundo. Quizá sea porque padezcan de codependencia, o porque son unos hipócritas o porque son unos vividores y quieren estar cerca de alguna manera para aprovechar lo que puedan (principalmente relaciones y contactos de cualquier índole). Yo en lo personal no me acercaría de nuevo ni de lejos… pero cada cabeza es un mundo.

De los que fueron y lo niegan con todas sus fuerzas siento un poco de temor. Uno no puede sanar nada hasta que no lo expone. Creo que el paso por el Opus Dei no deja inmune a nadie. Taparse los ojos no hace que algo deje de existir, sólo hace que lo dejemos de ver. La negación no me parece la manera más efectiva para eliminar los residuos de un mal, pero cada quien sana como puede.

A los que dejaron la vida en el intento los veo como verdaderos héroes. Ellos dejaron el pellejo para defender los dictados de su conciencia y por lo menos para mí son un referente de la ética y la integridad que debe tener una persona. Incluso los que pusieron ellos mismos fin a sus días, tuvieron la valentía de abandonar de la única manera que encontraron viable a una vida llena de sinsentido.

En cuanto a lo de la maldición del rejalgar de la que tanto hemos hablado en OpusLibros, no me decido bien si me cabrea o me divierte. Me enoja mucho que alguien que se decía intérprete personal de Dios, se haya atrevido a mandar maldiciones en Su nombre. Dios es AMOR, no creo para nada que los que salimos hayamos perdido la Misericordia Divina. Me divierte en cuanto a las historias que se cuentan ‘en Casa’ de lo que les pasa a los que se van. Son tan tontas como esas que ponían en las cadenas que se hacían (¿o se siguen haciendo?) y que contaban todo tipo de desgracias que les habían acontecido a quienes habían roto esa cadena. Hay que ser muy inocente para creerse esos cuentos. De todos los ex que conozco a nadie le ha pasado nada que no sea lo normal que pasa en la vida. A todos se nos muere un padre, o nos enfermamos de vez en cuando, o pasamos por épocas malas. Eso sucede en las vidas con o sin maldición del rejalgar. Esa maldición fue como decir: Si sales al mundo vas a vivir como el 99.99% de los seres humanos normales y te van a pasar las mismas cosas que a ellos. Además, estoy convencida de que el rejalgar es lo que se vive ahí dentro.

Alguna vez me he preguntado: ¿el Opus Dei me dejó algo bueno? la respuesta rotunda es ¡SI! Y no sólo algo, me dejó muchísimas cosas buenas de las que curiosamente me pude percatar de ellas cuando salí y sé que así les ha sucedido a muchos. ¿Le tengo que agradecer a la Obra por ello? Honradamente creo que no, porque lo bueno que me dejó fue exactamente lo contrario a lo que me enseñó, por ejemplo: en la Obra las amistades sólo sirven para hacer proselitismo, ahora veo la amistad como algo sagrado que sólo debe de tener como fin el afecto, la simpatía y la confianza que une a dos personas. La corrección fraterna me enseñó que a las personas hay que aceptarlas tal y como son, porque con sus luces y sus sombras son perfectas y no me atrevo a juzgar a nadie sencillamente porque no camino en sus zapatos y no sé lo que pase dentro de ellos para que hagan tal o cual cosa, ¡vaya! Que se me ha hecho una manga tan ancha que puede pasar por ella un camello con un beduino sentado en su joroba. Gracias a las innumerables mortificaciones que te obligan a buscarte, he aprendido a disfrutar cada placer de la vida y cuando esta me manda tiempos difíciles, trato de aguantarlos estoicamente… y así me puedo seguir por horas. Es como si a fuerza de golpes hubiera salido algo bueno.

Afortunadamente he tenido grandísimas alegrías en mi vida, una de ellas sin duda, fue haber tenido las agallas para salir. Creo que a la mayoría de los que lo hemos hecho nos ha pasado lo mismo. Después del tiempo de reconstrucción nos hemos sentido felices de haber dejado eso.

La “vocación” al Opus Dei es algo muy difícil de digerir, tanto que los que no salen sólo pueden sobrellevarla con cócteles de psicofármacos capaces de atarantar a un caballo. Definitivamente deja una herida profunda que cuesta mucho para sanar. Hay que sacar todo ese dolor a como sea… pero de que al final se consigue.

Besos a todos, y uno enorme que va directamente a la selva de los monos para ti Zartán.

Salypimienta.





Residencia fundada por la Beata Guadalupe se reduce.- Rulinafuriosa

La Residencia Universitaria Latinoamericana (RUL) es una residencia (Colegio Mayor, me parece que se dice en España) para estudiantes del sexo femenino ubicada en la ciudad de México. Dice haber sido fundada en 1950 por nadie más que por la beata Guadalupe Ortíz de Landázuri, durante los años que aquella numeraria del Opus Dei pasó en nuestro país.

Durante muchos años, la RUL estuvo ubicada en la colonia (barrio) Copilco Universidad, en un enorme edificio de construido a modo para alojar más de 100 estudiantes más las numerarias de rigor y las sufridas auxiliares atendiendo a todas.

De acuerdo al perfil de Facebook de tan augusta institución  se han mudado a una casa infinitamente más pequeña ubicada en la calle de Asturias de la colonia Mixcoac, eso sí, muy cerca de la Universidad Panamericana (también del Opus Dei). Las fotos y videos colgados en Facebook intentan, pero no logran, transmitir alegría y entusiasmo por los años pasados en la RUL; pero al final (por lo menos a mi) me dan un aire de decadencia, de achicamiento, de tristeza.

No entiendo tampoco que pasará si efectivamente el proyecto "ciudad UP" se lleva la sede principal de la Universidad Panamericana muchos kilómetros al oeste de Mixcoac, que con el tráfico infernal de la ciudad de México hará que el ir y venir de uno a otro edificio totalmente inviable. En fin, otra deprimente historia de edificios vacíos y de no saber adaptarse a los tiempos.

Con cariño, desde México

Rulinafuriosa





Se quedan con pisos enteros.- Lucía

Hace unos días paseando por buenos aires salí justo a la Av. Santa Fe, en un edificio que paseé un tiempo no lindo para mí porque no me gustaba el trato que nos daban algunas de las numerarias que las servimos las nax.

El Opus, o sea unas numerarias, se ganaron la amistad de dos viejitas ellas eran madres e hija, iban a la misa con ellas en el oratorio, el edificio tenía un encargado que vivía con su mujer. Un buen día dejaron de estar porque la obra con su terrible labor crecía me y cada vez necesitaban más espacio y cada piso que dejaban los inquilinos la gente del Opus lo iba ocupando. Pasaron años ya quedaba solo un piso para la dueña y, de un piso que ocupaba el Opus, terminaron teniendo cuatro. Y ese día que pasé por allí me dijeron que solo queda un piso donde vive la hija de la dueña. Gracias al trabajo de la numeraria que se hizo la amiga con la viuda y la única heredera el edificio es del Opus. Ya está con la portería en la entrada típica de los centros grandes como la calle Vicente López o la calle Conde en las cuales serví mucho tiempo como una esclava. Claro yo era numeraria sirvienta.

Antes de terminar quiero que me cuenten algunas numerarias, ¿cómo hacen estás gente para lograr quedarse con casas enteras de personas que no tienen descendientes?

Atentamente Lucía.




 

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