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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 13 de Mayo de 2019



Perdón y restitución.- Cyrano

Hace unos días JuanchoR escribía sobre el perdón. Su aportación me pareció esclarecedora y me trajo a la memoria la entrevista que concedió el Prelado con motivo del 90 aniversario del Opus Dei. En esa entrevista Fernando Ocáriz pide “...perdón por nuestras faltas y pecados” y prosigue: “Pienso, por ejemplo, en personas que hayan estado en contacto con las labores del Opus Dei y a las que no hayamos conseguido atender con la generosidad y el cariño que ellos necesitaban.”

Para mí esta petición de perdón es absolutamente insatisfactoria, es una frase hueca, una aparente muestra de humildad que se vuelve una afrenta más. No estamos hablando del cariño debido. Ni siquiera se trata de poner el acento en aquellos directores o miembros que nos hicieron un daño objetivo. ¡NO! En lo que a mí respecta todo eso está perdonado y olvidado.

De lo que se trata es de pedir perdón por los abusos institucionales, los provocados por las estructuras de pecado que infiltran el Opus Dei. Las ofensas sufridas por parte de personas concretas son, más o menos, las propias de la convivencia humana. Las faltas de cariño o de generosidad son, más o menos, las que vienen de la natural imperfección humana. Pedir perdón por estas cosas es un brindis al sol aunque, en ese “más o menos”, estén las peculiaridades de la Obra.

En mi opinión, una petición de perdón auténticamente eficaz debería venir acompañada de la necesaria restitución. Y esa restitución no consiste en que venga un director y me diga “Cyrano, te pedimos perdón”. ¡NO! La restitución debería consistir en:

1.- Entrega de un certificado de mi pertenencia al Opus Dei entre la fecha de admisión y la de dispensa con expresión de las diferentes incorporaciones porque se supone que no estuve en una sociedad secreta y esa pertenencia forma parte importante de mi vida. No vale argüir que somos laicos porque si hay dispensa oficial es porque hay incorporación oficial.

2.- Devolución del testamento ológrafo porque me forzaron ladinamente a dejar todo a favor de la obra y ese documento me pertenece porque se supone que refleja mi voluntad. No vale decir que lo han destruido. ¿Quiénes se creen que son para destruir un documento que me pertenece?

3.- Entrega de los informes de MI conciencia que tengan en su poder, los registros de centros en los que estuve destinado, las cuentas de mis aportaciones, etc., porque es la única manera de creerles cuando dicen que eso ya no se hace ni se hará nunca. Tampoco vale decir que lo han destruido porque sé que no es cierto. Que busquen en los backups de los PDP-8 de Digital. Es más, sé que han incorporado a sus ficheros información sobre mis hijos y eso que los tengo, no a cinco mil kilómetros, sino a cinco mil años luz de sus garras.

En otros casos, además se debería ofrecer una satisfacción económica que paliara los efectos de una dedicación profesional a la Obra sin remuneración justa y sin seguros sociales... Y no sigo porque me enciendo ante tanta bajeza y mezquindad de unos que se dicen discípulos de Cristo... y que solo alcanzan a seguir a su Escrivá, sea o no sea santo.

Cyrano




 

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