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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 27 de Mayo de 2019



Santificación de la química.- Ana Azanza

Santificación de la química

Ana Azanza, 27/05/2019

 

Hola amigos:

 

interesantes comentarios sobre la reciente beatificación de una numeraria de las primeras, tan primera que es posible que cuando ella pitó ni siquiera estuviera clara la nomenclatura y clasificación (numeraria, numeraria auxiliar... etc) como estaba en nuestros tiempos 40 años después. La evolución histórica del Opus Dei da para mucho. Estaba claro lo de Señoritas y sirvientas, en los viejos Noticias, no era cuestión de numerarias auxiliares sino de sirvientas, y tampoco de agregadas sino de oblatas. Lo de señoritas y sirvientas tiene cola por lo que veréis si leéis hasta el final.

 

Resulta molesto que pongan por delante lo de "química" y que de cara a este evento de exaltación eclesial, subrayen que esta persona precisamente dedicó lo mejor de sus esfuerzos a esa actividad en el laboratorio.

 

Si no has sido numeraria en las tres últimas décadas del siglo pasado quizás no te dé ni frío ni calor lo de "química", así por delante y con recuento de los diferentes lugares donde ejerció esta especialidad.

 

Yo fui nume y me rechina profundamente, puesto que asistí a abundantes tertulias en especial en cursos anuales donde acudía alguna de las primeras "vocaciones" de numerarias a contar los tiempos fundacionales de los años 40. Eran las tertulias más esperadas, pero no precisamente porque esas personas fueran a contar cómo se desempeñaron en la cátedra universitaria, el laboratorio, el escaño de diputada o de concejala en un ayuntamiento o las aspiraciones a premio Nobel. No. Lo que hacía que nos frotáramos las manos ante la apetitosa tertulia y abriéramos amplio nuestras orejas dispuestas a la emoción es que esas señoras habían convivido con el fundador, habían llevado su espíritu por el mundo, habían "fundado" en tal o cual país, habían empezado sin "nada" y habían logrado innumerables vocaciones para la obra de Dios, DIRIGIENDO ad mentem patris. Por supuesto se ponía por delante el sacrificio de todo lo que forma las ilusiones de una chica joven y más todavía en aquellas chicas jóvenes que éramos saliendo del franquismo entrando en democracia: casarse, tener hijos, formar una familia, tener un trabajo profesional con el que ganar y ahorrar nuestro propio dinero. Las mayores daban ejemplo de que la renuncia "había valido la pena".

 

Rechina el cambio de imagen, que esa señora y tantas otras contemporáneas que "perseveraron" hasta el último suspiro en la obra escrivariana lo dejaron todo colgado para ser lo que había que ser: directora del Opus Dei, y que ese fue su papel fundamental en la vida. Me deja intranquila que saquen a relucir la química, oculten lo demás y nos quedemos tan campantes, cuando precisamente si de algo se nos ponían como ejemplo era de "renuncia", renuncia a todo lo que hace la normalidad de una vida y unas ilusiones de adolescente. ¿Cómo era aquello de "hijos, muchos hijos" si sigues la vocación al opus dei? pues eso, quería recordarlo porque me parece que estamos con el ejercicio de la alternación al que tan aficionados somos y que describe Estruch. Y no hubiera protestado si de cara a la beatificación hubieran resaltado lo que siempre se resaltó: su fidelidad al founder, no su pericia química.

 

Las primeras mujeres a las que atrapó lo hizo movido por la necesidad de tener quien dirigiera las "labores del hogar" en sus casas con espíritu femenino, pues ya quedó claro que los jesuitas se hacían ayudar por fámulos y aquello no tiene la misma gracia de un centro del opus dei ni de lejos. He estado en ambos y es cierto, en las casas de jesuitas se echa en falta la mano femenina, o se echaba en falta, hace mucho que pisé una casa jesuita. Hacía falta lo que luego se llamarían "administradoras", y a eso se dedicaron todas las mayores que pululaban por la delegación de Pamplona contando sus biografías en cursos anuales y convivencias variadas. Algunas dejaron ajuar a medio hacer y novio colgado enteramente, para seguir la "llamada" divina y dedicarse a las labores en el hogar escrivariano. Esa es la realidad que se nos ponía por delante y lo que se echaba de ver, las admirábamos porque nos enseñaban a admirarlas por eso, no por sus carreras ni de física ni de química ni de novelista.

 

Como ya he dicho el "Opus Dei" evolucionó, los tiempos cambiaron y efectivamente, en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo figura una jueza numeraria, mucho cuidado como se os ocurra recurrir a él, ya sabéis a lo que os exponéis. Pero en 1940 aparte de que no había Unión Europea, el objetivo "jueza" no era el de las "primeras" que se alojaban en el chalecito de Jorge Manrique. De todas las biografías que escuché me parece que la más realista era Marichu Orbegozo, cuando contaba lo difícil que era conseguir víveres en el Madrid de la posguerra y cómo se iban de madrugada para que saliera más barato el yantar de los "residentes" de Moncloa a comprar directamente a los camiones que llegaban a Mercamadrid o su embrión de aquellos tiempos.

 

Otro recuerdo "perso", escribí la carta de marras cuando Felipe había ganado las elecciones por primera vez, así que la señora beatificada había fallecido y no me cupo el honor de escucharla ni de oír grandes cosas de ella. Sólo cuando sacaron el correspondiente folleto de cara al evento que acaban de celebrar, supe algo más, aunque su familia residía en Pamplona y eran ilustres del opus por tres generaciones. De su hermano médico si escuché testimonios cuando falleció.

 

En mi último año de instituto un día me llama la dire y me sienta en su despacho para hacerme una propuesta: ¿te irías a Madrid a hacer el CEICID? Dicha directora estudiaba el último curso de periodismo, hoy es profe en Pamplona y se llama como yo. Por si os interesa. CEICID era una institución en Madrid donde te preparaban durante 4 ó 5 años para ser administradora: la "carrera" de administradora.

 

No recuerdo bien si me dijo que me lo llevara a la oración as usual, todo se resolvía ante el sagrario, o si me dio un plazo para contestar. Dije que no, que yo quería hacer mi carrera universitaria y ahí quedó la cosa. No se pusieron "farrucas" con el tema, si lo hubieran hecho en la misma medida en que lo hicieron para que escribiera la carta hoy sería una más de las que, o no me voy porque no tengo donde caerme muerta después de 20 años de administradora y sin cotizar, o si me voy, a la pcalle, con lo puesto, sin un duro y sin currículo. 

 

Quiero decir con esto que a mí parecer la santidad y el martirio incluso habría que ir a buscarlos puestos a buscar realidades, en las decenas de españolas que se han visto a lo largo de las décadas así, con lo puesto y en la calle, y han tenido que buscar en el cubo de basura o recurrir a la caridad de hermanos, padres, familia para salir adelante después de una vida de sirvienta o de ama de llaves postinera y con vocación desde la eternidad.  Y que muchas de esas chicas renunciaron a carrera universitaria y trabajo profesional para "atender labores" y "dirigir", lo que luego se convirtió en una trampa mortal. Incluso en mis tiempos ser demasiado intelectual no quedaba femenino y las intelectuales como la mencionada de Estrasburgo, quedaban como en grupo aparte. 

 

Es difícil creer que en Roma no sepan que existe esta web y que hay quejas del Opus. Sí es plausible que la oficina para las causas de los santos la tienen copada,  y que no cejan en su labor "apostólica" del banquete invitando a comer, cenar y lo que se tercie a cuantas firmas sean necesarias. No estoy en Roma y no me dedico al lobbying eclesial, pero ya podían hacernos un poco más de caso, en vez de este jueguecito de seguir haciéndose el tonto loco mientras dure. Porque visto lo que te hacen padecer cuando te quieres salir, me malicio que los santos opus tan numerosos entre el contingente de los que se han ido, casi más que entre los que se han quedado.

 

No hemos necesitado ponernos chinas en el zapato ni vivir la tragedia de la mantequilla para saber lo que es sufrir como necesitan ellos y ellas. Las anécdotas que aducen para elevar a los altares a esas personas rozan lo indignante una vez leídos algunos relatos gore en esta web, particularmente los de numerarias auxiliares, se te encoge el corazón. Escritos desde el anonimato por temor a las represalias, para más Inri, ¿es tragable que una institución que siembra el terror de tal forma que las personas ni siquiera se sienten dueñas de contar SU propia vida a cara descubierta sea camino generalizado de santidad? me voy a por un pulpo de mascota. 

 

Tampoco tenemos poder extorsionador, no se nos da bien quitarle el dinero y el trabajo a la gente y dejarla en la indigencia. Fama bien ganada la suya.

 

Tengo bien cerca a una ex con apellido - derecho a ser directora a la que su familia superopus ha dejado en la santa calle, y a la que una vez fallecida la progenitora ni siquiera han dado la "legítima" por haber "abandonado". Han pasado unos años del fallecimiento. Por la "defensa de la familia" a la que tan aficionados somos en diversos partidos de extremocentro y asociaciones que no tienen nada que ver con esto teniendo que ver.

 

Y como conclusión de este escrito sobre la química de las mujeres en el "opus dei" enlazo este vídeo de una profesora que ha escrito sobre la mujer en la España de Franco y ha titulado su libro Señoritas y sirvientas. Y no, por increíble que parezca no está hablando del opus escrivae ni mencionándolo de pasada. Tienen tanto que ver con el dictador español que coincide la nomenclatura.

 

https://www.youtube.com/watch?v=K9ktzmRLNKU&t=8s

 

Ana Azanza




 

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