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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 27 de Abril de 2020



Volviendo atrás.- Antonia

Buenas tardes, lo primero de todo es que estéis bien y vuestras familias también.

En estos días tenía mucho tiempo para pensar y antes de que se me olvide aprovecho para contaros. Hace  días una me  decía “que lo pasado pisado”, que no había que recordarlo nunca  más para nada. Pensé, claro no interesa pero es que a mí me ayuda recordarlo, me gusta sacarlo, es mi experiencia, para mí es una terapia, me da paz, ha formado parte de mi vida y no es un sueño. Alguna me ha dicho que es exagerado, bueno, será para ella,  para mí así fue tal cual lo comento. A lo mejor también es posible que han sido muy distintas las vidas de cada una,  puede ser. Depende de con quién hayas vivido, depende de tu forma de ser, de cómo te tomes las cosas, de tu sensibilidad, de tu carácter… Es cierto que todo eso puede haber influido pero lo que no me pueden decir es que es exagerado y mucho menos mentira. Lo que pasa es que como no gusta, yo soy negativa. Vaya.

Como es poco creíble para la gente normal.... es mejor ni lo pienses, mucho menos se lo cuentes  a nadie.

Hace unos días recordaba que antes había una frase, que oía mucho: que  nunca hay que tener miedo a los que mandan  porque sería señal tremenda de mal espíritu. Pero claro, cómo no vas a tener miedo si sabes que si comentas a una persona algo en confianza, te van a venir a los dos días a recriminártelo y te da miedo hablar con alguien. No se debe porque donde debes hablar es    dónde está dicho: hay que hablar con la persona que te toca y en la confesión. De cara a los demás todo debe ser sonrisa,  amabilidad,  buena cara y nunca un desahogo, eso no está bien visto, es de muy mal espíritu mostrar enfado o tristeza por algo, pero esta manera de vivir yo pienso que te va encogiendo el espíritu se te van distorsionando las ideas, dejas de ser tú, hasta enfermas porque tienes que ser como desean que seas y eso  no  siempre es posible, porque termina por romperte. Y si no he llegado a eso, creo ha sido porque  siempre he tenido alguien en quien confiar, una amiga, de esas que puedes contar todo aunque nunca arreglemos nada, pero nos reímos y cada cual cuenta lo suyo. Es muy reconfortante hablar con quién tú deseas y si a ella le pasa igual, eso es amistad. Lo demás ni ayuda ni sirve, aunque haya que hacerlo, es puro formalismo sin vida, aunque se diga  que  somos la mejor familia.

Recuerdo que se me cayó un día de fiesta la cera de las velas sobre el altar y aunque había oído muchas veces que no hay que preocuparse nunca de nada, que nunca pasa nada, la numeraria que me vio me taladró con la mirada, casi me congelo. Vino a mí  y me dijo: lo va a lavar usted. -Pues qué bien lo que no sé es cuándo  (esto lo pensé ) porque si estamos trabajando todo el día y las 2 horas libres son para rezar y tertulia, ya me dirá usted cuándo lo voy a lavar y así fue. No lo lavé porque no iba a hacerlo el domingo ni de broma, a eso sí que no estaba dispuesta, pero su mirada se me quedó grabada para siempre pues fue como si hubiese  quemado  la casa. Qué mujer tan fría y distante.  Daba miedo. Recuerdo también que respiré profundamente el día que me fui de esa ciudad.

¡Como para no tener miedo! Una cosa es la teoría, lo escrito y otra la vida de cada día.

Hasta otro día, cuidaros  y gracias por poder contaros esto. Hasta pronto.

Antonia





La dirección espiritual fuera de la obra.- Orange

Quizá con la excepción de los neofitos de la prelatura , que viven su fase embrionaria en la estratosfera , y los que están pensando en incorporarse, que aún no conocen este percal, toda esta cuadrilla a la que pertenecemos sabe perfectamente que una de las causas básicas del fracaso del Opus Dei es la nefasta manera de llevar la dirección espiritual que allí se practica, inventada y diseñada por Escrivá. Es un sistema que funciona completamente al margen de la valiosísima praxis que la Iglesia viene realizando en este campo desde los inicios del cristianismo primitivo (me refiero al Siglo I).

Como sabemos, la dirección espiritual inventada por Escrivá, no busca escuchar a la persona para comprender las características individuales y únicas de su vida interior y así poder acompañarla y aconsejarle acertadamente en consecuencia. Busca solamente convertir a las almas en robots escrivarianos, aplastando primero y anulando después, todo resquicio de individualidad personal. Asi , los directores-robot y curas-robot forman nuevos robots, que para eso les pagan. Y de esa manera se sienten buenos, santos y tutti felice.  Esto lo consiguen a base de un incesante, férreo y semanal doble marcaje ( laic@ + sacerdote ) programado para tal fin.

No voy a entrar el los detalles de este fatídico proceso, pues en esta web han sido publicados innumerables artículos sobre el tema, que el lector interesado puede buscar facilmente y donde encontrara descrito en profundidad el asunto, con más acierto del lo que yo pudiera escribir aqui.

Pero, como dijo Paco Umbral a Mercedes Mila en cierta ocasión, «yo aqui he venido a hablar de mi libro». Yo quiero hablar de mi experiencia con la dirección espiritual fuera del opus dei, que, hoy por hoy, para mi es muy satisfactoria, por si a alguien le pudiera servir de orientación o ayuda. Ya sean de los que nos fuimos o de los que siguen dentro o están pensando entrar. Por cierto, que a estos últimos les recomiendo que salgan corriendo de alli como si de huir del coronavirus se tratara.

Cuando yo me fui de la obra, pasé a vivir una larga fase de mi vida en la que mi interés por la religión fue más bien escaso y por tanto ni me planteé tener dirección espiritual. Estaba en otras cosas. Posteriormente, he vuelto al cristianismo, o mejor dicho, Cristo me ha tirado de una oreja y me ha vuelto a meter en el redil de sus ovejas. ( este asunto lo puse en un envio del 20/1/20 que para no cansar no voy a repetir aqui). 

 Poco tiempo después de esta reconversión, vi claramente que necesitaba un director espiritual. Porsupuesto, del opus, nanay de la china. Asi que empecé a buscarlo por el camino más corto, que fue ir a ver al Sr. cura párroco de mi parroquia. Fui a hablar con el, sin cita previa y me recibió con gran atención y amabilidad. Es un hombre sencillo, afable, sonriente, sin sotana, que trabaja por las mañanas como capellán de un Hospital y por las tardes lleva todo lo que supone sacar adelante una parroquia grande el solito y con su madre anciana a su cargo. Como yo tenía que contarle una larga historia le propuse invitarlo un dia a comer , cosa que él aceptó de buen grado, con la condición de que tenía que devolverlo a las 6 a la parroquia para continuar con sus actividades.

Desde el primer momento hubo buena química entre ambos. Cuando yo le conté lo que era el opus con detalle, que el solo conocía de oídas, puso cara de ser un extraterrestre aterrizado en Murcia, pero prudentemente no me hizo ningún comentario negativo, aunque con su cara lo decía todo. Me dijo que su «sistema» era muy simple: me dio su móvil y me dijo que le podía llamar para hablar o confesar cuando a mi me diera la gana o sintiera la necesidad. Que me vería el mismo dia que lo llamara salvo asuntos insalvables y que él no me iba a llamar a mi para hablar y mucho menos para confesar. Todo ello me gustó muchísimo, sobre todo al comparar su libertad con el rigorismo del opus que yo recordaba. Me dijo que hablaríamos solo de los temas que yo le planteara y que no me obligaba a sacar temas fijos repetitivos ( otro alivio ). Y no me puso plazos fijos ni citas concertadas a la larga. Que el no era exclusivista y si yo quería, podía hablar y confesar también con otros sacerdotes o religiosos, cosa que he hecho con ocasión de tratar algún tema especial y tengo lo que podríamos llamar un «segundo entrenador».

Las charlas que tengo con él, las preparo a fondo con la ayuda del bloc de notas del móvil, que hace las veces de agenda Luxindex. Dentro de ellas, hablo también de todo lo que supone materia de confesión, con lo cual, lo dejo en libertad para que pueda hablarme de las materias del Sacramento a su antojo. El final es la Confesión Sacramental solo cuando yo creo que la necesito realmente, nunca obligatoriamente ( otro relax ). Es una pasada eso de no tenerse que confesar de chorradas por el mero cumplir con la confesión semanal como hacen los del opus; «pobriños» , como dirían en Galicia.

Como anécdota simpática, os contaré que hace poco lo llamé para confesar y me dijo que tenía órdenes de su obispo de no recibir a nadie en su despacho , salvo tener que administrar los últimos sacramentos, por lo del coronavirus. Pero que también, el obispo le había dado facultades para confesar por teléfono durante el dichoso confinamiento, cosa que yo aproveché en el acto. Y así hice mi primera confesión por el móvil desde el centro comercial en el que me encontraba haciendo la compra, paseando con mi carrito entre pimientos, coliflores, cosméticos, refrescos, botellas de aceite, los congelados y la pescadería, en cuyo pasillo estuve a punto de arrodillarme en el momento de recibir la Absolución. Menos mal que me di cuenta a tiempo porque si no, mi cabeza hubiera quedado a la altura de los calamares.

Solo me recomienda algún libro de lectura espiritual si yo se lo pido. Nunca me ha impuesto ninguno, hasta el momento. Leo uno del segundo entrenador. Tampoco ha intentado sacarme dinero ni me ha metido a colaborar en la parroquia. Yo, por mi cuenta, a veces le pregunto que podría hacer por allí y lo que me dice, si puedo , lo hago. Cuando yo comparo esto con lo del opus, no hago más que dar gracias a Dios por volver a comprobar que la vida es bella fuera del la obra y poder respirar hondo.

Orange





Propaganda elitista y engañosa.- M. Gallego

He recibido información de un viaje organizado por el CARF (Centro Académico Romano Fundación) para peregrinar con ellos a Roma, en octubre, visitando el Vaticano, la Sede Central del Opus Dei y los centros de formación de sacerdotes dirigidos por el Opus Dei. Este viaje se publicita en la página oficial del CARF: https://carfundacion.org/peregrinaciones-y-viajes-religiosos/

Utiliza un lenguaje hiperbólico propio de una mala Agencia de Viajes, pero no de una Fundación seria que debe transmitir confianza y procurar que los donantes confíen en ella.

Pretende captar la atención de los posibles peregrinos destacando el carácter único, exclusivo, elitista y privilegiado de ese viaje del CARF, con respecto a los demás peregrinos que no gozarán de esas visitas VIP. “Oportunidad única y exclusiva (de) visitar la tumba de San Pedro. Un lugar al que sólo acceden 100 peregrinos al día y, por tanto, no habitual para los peregrinos a Roma… es de acceso extremadamente restringido por cuestiones de conservación, pero CARF ha asegurado el acceso a los participantes”. Una vez más, los católicos comunes entran por la puerta pequeña y el Opus Dei, gracias a sus contactos, entra por la puerta grande, la de los honores y privilegios exclusivos.

La información es engañosa porque genera expectativas que seguramente no serán reales. Podrán “participar de la Audiencia pública con el Papa desde un lugar privilegiado, el Sagrato, y recibir su saludo al finalizar”. Desde un lugar VIP diferente del resto de los peregrinos, por la información parece que el Papa se acercará para saludarlos uno a uno. Dudo mucho que sea así. Supongo que el Papa pasará por delante y, con suerte, un par de los que estén en primera fila podrán saludarlo. No estarán en el Sagrato por méritos propios, sino que el único mérito para estar en esa zona será haber pagado (¡y mucho!) para peregrinar con el CARF.

En el viaje está prevista una visita a Villa Tevere, donde tendrán la “oportunidad única de participar en un encuentro con Mons. Fernando Ocáriz”.

Se dedicarán tres días a “compartir tiempo, historias y gratos momentos con los sacerdotes, seminaristas y formadores que viene [errata, falta una “n”] de todos los rincones del mundo (¿?) a formarse a Roma, gracias a los benefactores de CARF”. Se visitará la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, el Seminario Sedes Sapientiae y la Residencia Sacerdotal Tiberino.

En la web de CARF, por este orden, están las siguientes secciones: “Dona/CARF y los sacerdotes/Conoce CARF/Qué hacemos/Qué contamos/Contacto”. El webmaster parece interesado en el nuevo refrán “paga primero y bien, y no mires a quién”. Si hubiera sido un poco sensible, habría explicado primero qué es CARF, qué hace, qué cuenta y, finalmente, sin usar un imperativo agresivo, habría solicitado donativos voluntarios.

Por cierto, dentro de “Dona” no perdonan una: en metálico, con tarjetas o paypal, estuches de vasos sagrados, en especie (relojes, joyas, cuadros, obras de arte), legados (vehículos, acciones, seguros de vida, inmuebles) y testamentos. Todo esto destinado a una “inversión trascendente” (sic.).

Entre los destinatarios que reciben la ayuda gracias a la Fundación, la web menciona a los sacerdotes de diócesis que se forman en las Universidades de la Santa Cruz y Navarra, viviendo en residencias del Opus Dei, entre las que incluye a Aralar. En Aralar viven seminaristas numerarios de la Prelatura que serán sacerdotes no diocesanos, sino de la propia Prelatura. O sea, que aunque la web está buscando benefactores que donen para ayudar a sacerdotes enviados por sus diócesis a estudiar a Pamplona y Roma, ¿están también financiando al seminario y a seminaristas numerarios de la Prelatura? Eso es legítimo, pero podían decirlo abiertamente en la web y no en la letra pequeña, para que los posibles bienhechores sepan realmente dónde van sus donativos. Dice sin decir y lo dice confusamente. Quizás es un error la mención de Aralar y la Fundación no les ayuda. Mejor, claro y transparente.

En la web hay un par de testimonios. Uno es el del profesor de liturgia P. John Wauck que dice “estoy hablando (en mis clases) a las personas (alumnos seminaristas beneficiados por el CARF) que serán profesores, tal vez incluso obispos, mártires y santos del siglo XXI”. Lo dice con buena intención, seguro, pero ¿por qué sus alumnos “serán” profesores y “tal vez incluso obispos…”? ¿por qué es eso precisamente lo que quiere destacar la web del CARF, y no las auténticas dimensiones formativas y competenciales de los sacerdotes? Parece que a esos sacerdotes beneficiados por el CARF se les está inculcando lo que tanto detesta el Papa: el “carrierismo” de clérigos refinados que aspiran a privilegios elitistas, y no se les inculca el espíritu de los sacerdotes “con olor a oveja” que sean servidores de los pobres en las periferias del mundo.

Ni en la página del CARF ni en la propaganda del anunciado viaje de peregrinación he visto el deseo de un crecimiento espiritual del donante o del peregrino, más allá de la vaguedad de los rezos de los donatarios por los benefactores, del disfrutar de los privilegios VIP de las visitas y de compartir historias y gratos momentos con sacerdotes y seminaristas de todos los rincones del mundo que serán profesores y quizás obispos.

Para colmo, este viaje de 5 días cuesta la friolera de 1.295 euros por persona (2.590 euros, el matrimonio), no desde Australia, sino desde España, además de los donativos que voluntariamente se presume que podrán hacerse allí. Un sablazo en toda regla.

Esta peregrinación no va con nosotros, aunque en octubre se haya levantado el confinamiento.

Esta web parece haber sido elaborada por los peores enemigos del CARF. Estoy seguro del bien que hacen uds., Sres. Patronos del CARF, con su Fundación. Por favor, cambien de webmaster y de Agencia de viajes, o al menos renueven completamente su página web y la información de la peregrinación, por el bien de la Fundación, de los benefactores, de los donatarios y de los peregrinos.

M. Gallego





Curas que lo son por obediencia, no por Vocación.- Lafe2020

Rosario, Argentina... Fui numerario...

Como todos deben saber, el sacerdote no tiene opción de serlo en el Opus Dei, debe estar dispuesto para cuando lo solicite el Prelado... Hice el centro de Formación intensiva en el Litoral (primer centro de la Obra en Argentina), Rosario... El sacerdote que estaba en ese momento es el P. J. F., quien fue desplazado a Buenos Aires por las numerosas demandas de fieles y amigos de la Obra... Pero siempre se defiende a los de mayor rango, por eso nunca le hicieron nada, sólo lo enviaron a los Aleros donde siguió haciendo de las suyas... Un "sacerdote" que te quería o te odiaba y te hacía la vida imposible, y se encargaba de perseguir a los directores para que se haga su voluntad...

Yo fui uno de los odiados... "No me caes bien y punto", y así te trataba... Una lástima porque conocí sacerdotes de verdadera vocación pero este, y otros, se encargan de hacer de la Iglesia, todo lo contrario a la casa de Dios Padre... Muchos jóvenes dejaron de ir al centro porque, simplemente, no les caían bien... Y los directores, cómplices... Ven el problema, pero atacan otras idioteces superficiales, en lugar del problema de raíz, por miedo o ignorancia, muchas veces es porque son jóvenes, sin calle y eso los hace fácilmente influenciables (el director en ese momento era y sigue siendo una persona muy "dócil" y nunca tuvo calle ni vereda... Pero tiene "criterio")… Creo que mucho de lo que se lee en ésta página sucedió por eso, sacerdotes sin vocación, directores jóvenes sin experiencia por puestos que deben cubrirse sí o sí...

En un momento se habló de una intervención al Opus Dei donde, entre otras cosas, trascendió que no se escribiría más fichas internas sobre las personas, pero me enteré que el año pasado, en los Aleros, apareció una ficha olvidada en la Secretaría...

Hoy, en la homilía de la Misa desde la capilla de Santa Marta, el Papa Francisco habló de instituciones que se vuelven corruptas por basarse en proselitismo solamente y se olvidan del apostolado, y pensé en el Opus Dei, por qué será?

Lafe2020




 

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