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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 06 de Abril de 2020



Mi primera publicación.- UtVideam

Hola a todos!

Hace un tiempo sigo esta página. Tengo épocas en las que la frecuento más que otras, pero cuando entro intento leer lo más que puedo de cada uno. Escribo estas líneas desde Buenos Aires, Argentina.

Primero que nada quisiera aclarar que no soy miembro de la Obra, sin embargo, frecuento sus medios de formación y sus actividades desde hace más de 8 años. Comencé a hacerlo cuando estaba en mi penúltimo año de secundaria (16 años) y lo mantengo hasta la actualidad. Siempre sentí afinidad por la Obra y un gran cariño por las personas que conocí en los diferentes centros a los que acudí. Actualmente, voy por el centro de varones más grande de Argentina que es la sede central del Opus Dei en la región (Argentina, Paraguay y Bolivia).

Las dudas que tengo y que giran en torno a la Obra son muchas. A la vez, el panorama que me represento es bastante claro porque en los años que llevo participando de la labor del Opus Dei pude ver y conocer a a organización desde una perspectiva bastante integral. Quisiera preguntarles a los que escriben en esta página y a los que leen, cómo lograr cortar la relación con la Obra de forma definitiva. Como les dije, si bien nunca pedí la admisión aún así en cada intento que tengo por desvincularme completamente de todo no lo consigo. De una u otra forma termino volviendo.

Lo que más llama mi atención es que vi a muchos amigos (incluso a mi propio hermano) hacerse de la Obra, pedir la admisión y luego irse. Conocí numerarios que estuvieron muchísimos años siendo parte de la Obra y luego la dejaron. Y a pesar de esas experiencias, a pesar de conocer en muchos casos sus motivos, sus fundamentos, aún así no logro terminar de "irme".

Actualmente, siento que el principal motivo por el que quiero alejarme es el dolor que experimento al sentirme "rechazado" por muchos numerarios y supernumerarios. Durante muchos años intenté pedir la admisión como supernumerario pero nunca me lo permitieron. Al cabo de varios intentos logré convencerme que quizás Dios estaba intercediendo por mí para que buscara otro camino, una forma auténtica de quererle y encontrarle. Una vez que logré convencerme de esto, me di cuenta cómo en la Obra, al menos en Argentina (gracias a Dios pude conocer la labor en muchas provincias) se trata con especial cuidado a los miembros de la Obra mientras que a los que no lo son (o, mejor dicho, a los que no se los considera pitables) se les deja de lado y no se les cuida como realmente se lo merecen (y no hablo exclusivamente de mi caso).

En fin, son muchas las cosas que pasan por mi cabeza. No pretendo volcar todas en mi primer escrito. Simplemente quisiera saber cómo lo ve el resto. Muchas de estas cosas las he hablado incluso con amigos numerarios y con algún director de un centro. Pero más que su opinión quisiera escuchar la de ustedes. Pensé durante meses en si debía escribir o no estas líneas. Ahora, en un impulso, me salen y me atrevo a dejárselas. Muchas gracias por leerme y a los que deseen responderme.

Un abrazo a todos!

UtVideam 




 

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