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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 12 de Febrero de 2020



Respuesta a Class.- Sinrencordenada

Querido Class. Leí tu correo y no te he podido contestar hasta ahora. No por falta de tiempo, sino porque me sorprendió tanto tu respuesta que, por ser justo, he querido leer más artículos tuyos (no todos pues, con leerte dos o tres artículos de diferentes años –llevas once años escribiendo-, ha sido suficiente).

Está muy bien que nos explicaras “cómo vives la pobreza”, y del control exhaustivo que tienes de las cosas que usas. Puestos a dar testimonio, te informo que yo ya “no vivo la pobreza”: lucho en la vida y, si tengo un reloj chulo, pues lo disfruto. Y le compro cosas bonitas a mi mujer porque se lo merece. Por cierto, yo sí enciendo la calefacción porque quiero que mi familia esté a gusto (para eso trabajamos). Pienso que, si le digo a mi mujer que voy a bajar la calefacción porque, te cito, “demasiado confort amodorra”, me manda a dormir al coche… sin calefacción.

No sé si a alguien le ha servido de utilidad la enumeración y el control que tienes del número de prendas de ropa que guardas en tu armario. Quizá alguno agradece tu testimonio. Yo no, te soy sincero. Lamento informarte que, lo que haces, y cómo estiras la ropa, es lo que hace todo el mundo, pero quizá sin tanto discernimiento, como nos cuentas que haces. Con una sonrisa te digo que estuve a punto de contar las camisas, trajes y corbatas que, para mi trabajo, tengo que usar. Obviamente no lo hice porque, citando de nuevo tus propias palabras, “me la refanfifla”. Me gusta ir siempre bien vestido y mi mujer ha modernizado mi armario de numerario que tenía. Le encanta que vista bien y yo me dejo hacer. Imagino que mis palabras, te vuelvo a citar -esto ya es un plagio-, “te la sudan”, pero seguro que más de uno está disfrutando con este escrito…

La verdad es que, cuando he publicado artículos en esta página, siempre me ha escrito gente estupenda (de la obra algunos, otro no, pero todos ellos con mucha educación), y hemos hablado, dialogado y, al final, hemos creado vínculos. Con algunos empieza a ser amistad, con otros, cercanía, respeto y comprensión. Eres la primera persona que me escribe en público y te lo agradezco. Pero, ciertamente, me desconciertas.

Permíteme darte un consejo. Si yo tengo un vecino y me interesa su vida, estaría siempre controlando sus horarios, sus hábitos, pondría el oído a ver cómo discuten o corrigen a sus hijos, o estaría pendiente de escuchar qué película están viendo. No me meto en sus vidas, pero nunca podré decir que mi vecino no me importa. Si no me importa, no estoy pendiente de él.

Te pongo otro ejemplo. En España (imagino que eres de aquí) es importante el fútbol, y yo soy de uno de los dos grandes equipos. Sufro por mi equipo y sufro si el eterno rival gana. Vamos, que hasta duermo mal. La gente se ríe conmigo por ese aspecto. Tan es así que el dueño del bar de al lado de mi trabajo entra a verme cuando mi equipo pierde, y nos echamos unas risas... Está claro que me afecta. Por eso, nunca podré decir que el eterno rival de mi equipo no me importa, porque es claro que sí. Me importa, y por eso estoy pendiente.

Mi consejo, por si te interesa: si algo no te importa, pasa de verdad. Si la obra no te importa, no leas los artículos que, con tanto respeto, se escriben aquí. Y si los lees, no contestes… Y si contestas, por favor, no pierdas la categoría, como has hecho al contestarme... No te lo mereces. No hace falta. Hazlo por ti.

Has salido de la obra, como yo. Pasa de ella, pero pasa de verdad. Ignórala. Desconecta del todo. Olvídate de ella. No sientas nada por ella, ni bueno ni malo. Siente por la obra lo mismo que siento yo por los equipos de fútbol de los países escandinavos, que no sé decirte ninguno ;-).

De verdad, hazlo, porque te lo mereces. Te envío un cordial saludo.

Quiero dar las gracias a Elena (alias aquilina), por sus palabras. Nunca pensaría que no hablas castellano, porque te expresas muy bien.

Sinrencordenada





¿Amistades particulares?... según para quién.- Sobreactuación

Fui de la obra por varios años y una de las razones por las que me sali fue la hipocrecia y falta de coherencia en la vida que se vivia al menos en el centro en el cual yo vivía. En el Pais en el cual vivi no habia vocaciones hacia ya mucho tiempo, hubo un cambio de consejo local en el cual una de las encargadas era una numeraria joven de 27 años. Ella tenia un grupo de amigas a quienes llevaba por la labor para tapar la falta de proselitismo del centro.

Estas eran hijas de supernumerarios por lo que estaban algo obligadas tambien por sus familias a asistir a un centro. Hasta acá todo normal, pero estas niñas tambien entregaban mucha plata en todo lo que se necesitaba de la casa por lo que el consejo local las trataba con mas atencion que al resto de las personas que asistian alli para la atencion espiritual. Y no es eso lo que me llamó la atención si no que al resto de las numerarias se las corregia fuertemente si pasaban mucho tiempo con sus amistades, pero esta numeraria del consejo local salia de trabajar e iba a cursar con una de estas niñas que ponia mucho dinero en la casa, regresaba con ella al centro y estaban juntas en su cuarto, salian los fines de semana, la pasaba a buscar en auto a su facultad los dias qe salia tarde y cenaba con ella en la casa sola cosas que al resto no se le permitia en lo absoluto e incluso esta misma numeraria prohibia si veia hacer a otra.

Un dia de adoración esta niña se quedó a dormir y durmio en su cuarto aunque las nax le habian preparado una habitacion en otro cuarto. Muchas veces les encontre discutiendo como si fuesen nobias, se le permitian cosas especiales y se tapaba esta relacion claramente amorosa por el solo echo de que una de las que cometia estas acciones era una persona del consejo local y la persona con la que mantenia esta relacion una persona influyente en la politica y de recursos económicos.

Hay muchos mas detalles que he omitido por falta de tiempo pero me gustaria saber qué tan frecuente se han dado este tipo de relaciones ya que luego de irme y habiendo vivido esto muy cerca, empecé a pensar en las veces en las que se me dijo que tuviera cuidado con mis amistades ya que una viviendo el celibato puede confundirse facil incluso con alguien del mismo sexo y también he sabido de personas que se acercaron a la direccion espiritual diciendo tener ciertas tendencias a las cuales tan solo se les dijo que era normal y que no pensaran ya que sentir no es consentir (Frase usual en la obra).

Sobreactuación 





Coraline y la puerta secreta.- JasonJonas

Aprovechado un aspecto ordinario de esparcimiento, me aventuro brevemente en el cine para hacer una pequeña reflexión sobre el Opus Dei.

Resulta que el título del correo es el nombre de una película que disfrutamos muchísimo mi hija y yo. Desde pequeña le gustó mucho esta animación (en stop-motion) acerca de una niña perspicaz y vivaracha que, en su cambio de residencia (por el trabajo de sus padres) se topa con una serie de acontecimientos y aventuras que ponen en riesgo su vida (y la de sus padres), resultado del encuentro buscado y provocado por una bruja malvada.

El libro original y la película se intitulan Coraline (en el mercado latino se le agregó “y la puerta secreta”) y, a reserva de alertar spoilers, el franco parecido que tiene esta película con el drama literal de cómo es el Opus Dei -sobre todo en alusión a su método y sistema de captación- es más que notable.

Una primera similitud es que, como la bruja, el Opus Dei busca y “provoca” encuentros, encuentros que no son producto de la natural y espontanea convivencia humana en sociedad, sino que se vale de estos únicamente como medios (supuestamente promoviendo desarrollo humano y convivencia cristiana, pero con un primer y último objetivo: la captación de miembros). En la película la bruja malvada utiliza una muñeca (muy bien zurcida y elaborada) como medio para conocer las aficiones y gustos (su forma de ser) de la persona que desea atraer, y que misteriosamente, hace llegar a la persona en cuestión. En el Opus, esa muñeca serán esos ´encuentros casuales de amigos´-se dicen ser- que claramente están ya previamente concebidos; y también todos aquellos que, de forma institucional, se traducen en sus colegios, universidades, escuelas de ´aprendizaje´, residencias para estudiantes, clubes, y un largo etc.

Otra más es que Coraline es SEDUCIDA por la bruja, en un primer y subsecuentes encuentros, mostrándole “lo más divertido de su vida” (de lo que hasta entonces significa la vida para un niño) y también mostrándole “la cara más noble de las personas” (padres y amigos, no reales, sino otros) para después, al paso de la trama, develar su verdadero propósito: adueñarse y apoderarse de ella para que la niña sea fuerza vital de su propia subsistencia (aquí también otra similitud).

La parte más representativa de este cuento es que la bruja malvada (y todos los personajes de los que se vale) no tienen ojos, sino botones… Una especia de metáfora al hecho de describir personas que ven, pero “no ven”, que actúan bajo el total dominio y coerción en el influjo de su poder (obediencia ciega, otra gran similitud). De acuerdo a la verdadera naturaleza de la bruja, la realidad termina por descubrirse lúgubre y sufrida para todos (similitud), con el dolor de las almas de niños ya “perdidos” previamente engañados por ella (exactamente igual al engaño al que multitud de personas se ven inmersas -y desde niños, que es lo más perverso- al ser captadas por el Opus Dei, con promesas de sana cristiandad, pero encaminados a una realidad palpablemente diferente).

Los niños, en su ingenuidad y nobleza, permiten a la bruja malvada “cambiar” sus ojos -entregar su alma- dejándose poner botones en su lugar. Los niños lo hacen “libremente”, la bruja “no los obliga”, y así lo deciden por lo atractivo del mundo-engaño que se les presenta (a fin de cuentas, ¿qué sabe un niño acerca de la vida?). Una más…

Otra: al principio, la bruja es de lo más amable con Coraline, incluso auto llamándose “su otra madre” (similitud), pero posteriormente aparecerá en su real ser, monstruoso, y el sufrimiento y el engaño junto a ella (hay una frase que la bruja profiere al preguntarle Coraline la primera vez que la ve: ¿Quién eres? La bruja contesta, con los mayores dotes de seducción atrayente y hasta apelando a la obviedad e ingenuidad de Coraline…: “Soy tu otra madre, tontuela…”. Tal cual sucede…).

Y así podemos encontrar varias más (por ejemplo, en cómo la bruja, por su misma naturaleza y propósito, es incapaz de NO engañar, a pesar de CONVENIR Y DAR SU PALABRA en cierto momento), pero, para no arruinar más el que alguien, por pura curiosidad o simple entretenimiento, vea la película, aquí me detengo.

La película, además de divertida para muchos, puede ser comparada con lo dicho, aunque sugiero, si ya la viste o si la ves por primera vez, que no se pierda nunca el sentido y gusto sencillo (de niños) por verla. En mi caso, puede que ocasionalmente la mire con “otros ojos”, los ojos tal vez ingenuos y esperanzados que desean no ver a nadie engañado -y menos a niños- por una bruja como la de este cuento (en comparación, puedo decir por cualquier institución sectaria con esta).

Este cuento, irreal por supuesto, lamentable y tristemente, asemeja, sí, la cruda realidad de haber sido captados como miembros del Opus Dei y la formas en las que te atrapan (así me reflejo en las circunstancias en las que “yo mismo” me incorporé al Opus Dei): esa “puerta secreta” que siempre se muestra un tanto atractiva, pero que es de la mayor doblez y falsedad en la realidad.

Como otras cosas comparables en la vida, la película y el libro no tienen absolutamente ningún vínculo con el Opus Dei, pero, si observas estas similitudes con tus circunstancias de vida (dentro o fuera del Opus o de cualquier institución sectaria), ojalá logres lo que Coraline: Librarte por siempre -con verdadera Libertad de consciencia de hijos de Dios- de lo que es malévolo.

JasonJonas



Sobre ordenaciones y envejecimiento.- Ramón

Hola amigos,

 

Me resulta muy interesante la aportación de Pinsapo, por su densidad y precisión. Sin embargo, debo recordarle a Pinsapo y al resto de lectores de OpusLibros que la práctica que denuncian (forzar la vocación presbiteral de una u otra forma) no es exclusiva del Lado Oscuro, ni mucho menos.

 

Como en otras ocasiones, el Opus Dei no hace sino caricaturizar e ir detrás de lo que ha sido habitual en la Iglesia durante generaciones. Los motivos podían ser diversos, desde el económico (decían en Irlanda que cuanto más pobre era el pueblo, más dinero en el banco y más curas en las familias) hasta el fanatismo religioso para quienes tener un hijo cura o monja era lo más a lo que aspirar (mi abuela no paró de rezar hasta que mi tío se fue de fraile, y luego no dejó de rezar cuando se salió echando fuego).

 

Si os sirve de modelo, os cuento lo que sucedió en una comunidad cristiana "de base", fruto de la "renovación eclesial" del post Concilio. Fundada por un cura, ojo. Los miembros vivían en comunidades familiares, en grandes pisos en casas señoriales. Eso se lo podían permitir por la crisis horrible de los años 70, pero es otra guerra. Cuando un joven o jóvena, por lo general abducido en la catequesis de confirmación, entraba en la asociación, lo primero que tenía que decidir era si quería ser célibe y dedicarse a la asociación como liberado o no. Si no eran célibes, debían buscar pareja dentro. Si era célibe (o sea, una especie de numerario/a), si quería ser cura o no. Claro, esto con menos de 25 años dio lugar a docenas de vocaciones. Encima, gente acostumbrada a vivir con poco y dispuesta, lo que a los obispos les hicieran los ojos chiribitas. Claro, la gente se fue haciendo mayor. Los hijos no querían vivir en comunas. Y lo que es más gordo: los que se habían hecho curas (algunos llegaron a vicarios) se dieron cuenta de que las decisiones tomadas dentro de dicha ameba grupal no habían sido del todo libres que digamos. Total, que empezaron los abandonos e incluso el empezar a vivir una doble vida con novia / mujer.  

 

Aquello llevó a la creación de distintos niveles de pertenencia (vamos: como los agregados o colaboradores), pero ya nada fue igual. No sé si os suena algo, pero creo que sí.

 

Y en cuanto a lo que comenta Madurez sobre el envejecimiento, pues mira, al Opus Dei le pasa lo que al resto de la Iglesia en Occidente y casi en todo el mundo: que no queda ni el tato. Los viejos siguen por inercia en muchos casos, y los pocos jóvenes que quedan tienen que hacer esfuerzos para quedarse, dadas las idioteces homófonas, misóginas, machistas, arcaicas y antidemocráticas que ven. Eso, si el mensaje tiene algo de interés, que con frecuencia es nulo. No nos alegremos por lo que le pasa al Lado Oscuro, que le pasa el resto. Decía una amiga que los problemas actuales de los obispos y los superiores de órdenes son iguales: qué hacer con los asilos de la orden / diócesis y qué hacer con los edificios vacíos.

 

Que Dios os guarde

 

Ramón





¿Puede alguien hacer algo?.- Noob

Desde hace mucho tiempo me han ido impresionando las noticias, historias y comentarios sobre las nax. El escrito de DeCaraaDios vuelve a encender mi indignación. Esa brutal falta de caridad, de respeto humano mínimo, con la pobre excusa de un espíritu en todo caso muy mal vivido. “Atarse una piedra de molino y echarse al mar”, es lo que me gustaría gritarles. Se comportan peor que bestias. ¿No habrá quien pueda denunciar el abuso ante las autoridades competentes? Aún con toda la corrupción del sistema legal y el peso económico del opus dei, ¿no habrá un camino, quizá en Whatsapp, Twitter, Facebook, Youtube, Instagram, Snapchat o lo que sea?

¿Entre tod@s quienes en México leen estas páginas, puede alguien hacer algo?

Noob




 

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