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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 06 de Julio de 2020



Salió la sentencia contra el cura abusador.- MGF

 

Hola, Agustina, cómo estás. 

 

Soy MGF, ex nume, hablamos hace un tiempo 

 

Muy buena noticia. Ha salido la sentencia contra el cura que denuncié, Manuel Cociña.  Es la primera vez que el Vaticano condena a un cura numerario por abusos sexuales. 

 

Sale hoy en la prensa, por si lo quieres publicar en OpusLibros

 

Muchas gracia, un abrazo.

MGF

 

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Primera condena del Vaticano a un sacerdote numerario del Opus Dei por abusos sexuales

 

- El religioso español, sancionado a cinco años sin poder ejercer públicamente el ministerio y a no volver a estar con menores de 30 años por intentar abusar de MGF durante la confesión. El canon 1387, que se le aplicó al religioso, podría haberle supuesto la excomunión y la expulsión del sacerdocio.

. Cociña, condenado por Doctrina de la Fe por un delito continuado de 'Solicitación' y varias 'imprudencias' contra otros denunciantes de varios colegios de la Obra durante años, a cinco años sin ejercer su ministerio en público, otros cinco años de atención espiritual únicamente en su centro (reside en Granada) y la prohibición de atender pastoralmente a menores de 30 años.

El Opus Dei ya tiene entre sus filas a un cura numerario abusador, con sentencia firme del Vaticano y que ha comenzado a ser efectiva este 30 de junio. Y no un cualquiera, sino uno de los clérigos más relevantes de la Obra, Manuel Cociña Abella, que convivió con el mismísimo Escrivá de Balaguer y que llegó a estar en varias ternas para convertirse en el primer obispo numerario de nuestro país.

Artículo completo en ReligionDigital

 





Claridad en el primer aniversario.- farolitorojo

Estimados,

Espero que después de esta locura que está siendo la pandemia, todos se encuentren muy bien y saliendo cabalmente adelante. Desde hace mucho he tenido la tentación de mandar algo, pero por muchos motivos, entre ellos miedo, no lo hacía, pero hoy se me hace una excelente fecha para hacerlo.

Estoy a punto de cumplir mi primer año fuera de "Casa" y ahora veo todo mucho más claro, pero antes que cualquier cosa veo con profunda tristeza las circunstancias en las que se dio mi pitaje: Desconocimiento de normas y tradiciones, presiones indirectas de muchas que se decían mis "confidentes" y sobretodo, confianza en Dios.

Y en este tercer elemento es que creo que mucha gente se aprovechó de mi falta de capacidad para tomar decisiones en mi juventud, pero sobretodo hubo un gran aprovechamiento de mi falta de valor.

Es difícil voltear al pasado y pensar lo diferente que sería mi vida hoy si no hubiera tomado esa decisión, no les voy a mentir, antes trataba de ver el lado bueno de haber pitado, hoy solo me arrepiento de haberlo hecho, perdí amistades, ilusiones y más que nada la relación con mi familia.

Hoy, parece que todo toma su forma, he recuperado a muchas personas a las que en su momento hice daños por estar con la venda en la cara, pero en ellas he encontrado verdaderamente a Jesús.

Siento mucho si este texto parece confuso, al momento tengo muchas ideas y presiento que este es solo una carta de presentación, porque mi experiencia dentro de la institución, da para muchos relatos y cuestionamientos. Por último solo quisiera dejarles la siguiente reflexión: En los últimos años, el Opus ha perdido a más de los que ha ganado, a los directores, se les va la gente de las manos, numerarios, supernumerarios, auxiliares y agregados, y lo único que yo he visto en los últimos meses ha sido una ambición extrema por nuevas vocaciones. ¿Hasta cuando se darán cuenta, los pocos, poquísimos que quedan dentro que su ambición está alejando a las almas de Dios? Contrario a su misión principal.

Un saludo grande para todos,
farolitorojo





¿Por qué creíamos?.- Plutone

Si hemos sido capaces de creer en el Ratoncito Pérez, somos capaces de creer cualquier cosa.

¿Y por qué creíamos en el Ratoncito Pérez?
Porque nuestros padres y profesores nos hablaban de él y nosotros los creíamos.
Porque nos decían que ellos creían en él y nosotros confiábamos en ellos.
Porque no nos planteábamos que pudieran estar engañándonos.
Porque creían en él también nuestros amigos, los padres de nuestros amigos, nuestros compañeros de clase y hasta el dentista.
Porque había libros y películas sobre él.
Porque todo era lógico visto desde la autoridad de quienes nos lo contaban.
Porque no nos parábamos a pensar que algo no cuadraba.
Porque si notábamos que algo no cuadraba, lo ahogábamos en la fe de los demás.
Porque si planteábamos alguna duda, nos salían con más historias para hacerlo cuadrar.
Porque nos ayudaba pensar en un premio futuro para ser valientes.
Porque efectivamente algo nuestro desaparecía y algo nuevo aparecía en su lugar.
Porque siempre estaba el ejemplo del que lo había visto o le había parecido verlo.

¿Y por qué creíamos en Josemaría Escrivá?
Vuelve a leer lo anterior y piensa.

Plutone



Un laberinto.- Rocaberti

Hola a todos:

Moverse por el Opus Dei es como estar en un laberinto, con muchos caminos, pero sin saber a dónde ir. En la Obra todo es provisional: sólo los directores pueden estar seguros, porque ellos encarnan la voluntad divina, y con esta patente, no hay resistencia. A los demás sólo les queda obedecer.

No creo que la obediencia sea una virtud, ya que anula la propia personalidad, en beneficio de la de otros. La libertad es la asignatura pendiente de la Obra, tal vez de otras instituciones eclesiásticas. Donde no hay libertad no hay humanidad. Puede ser que se confunda la jerarquía con la dictadura. Quienes restringen la libertad individual no respetan los elementales derechos de las personas. Es posible que las organizaciones religiosas si respetaran a sus miembros se debilitasen, pero se evitaría mucho sufrimiento. Esta seguridad que produce creerse iluminado por Dios, con una intransigencia que no cede ante nada, en que lo único importante es la misión apostólica es una aberración tan alejada de la caridad, que me da pavor.

Un saludo, Rocaberti





Despedida de Julia.- Carmen Charo

Ayer al leer el mensaje honrando a Julia de una amiga y compañera de su trabajo me emocioné muchísimo, porque en el Opus Dei jamás podrán hablar así de nadie, porque ni conocen ni quieren a nadie.

Simplemente son una máquina de matar personas, a veces de forma material y física, como tengo la convicción de que ha pasado con el caso que está en los juzgados de Juan Hurtado, permanentemente y de forma incansable entorpecido por ellos, porque no pueden consentir que prospere. Y las más de forma indirecta.

Yo hace años que he dicho a quien sea que me ha querido escuchar que a Julia la ha matado el Opus Dei literalmente, porque la pilló jovencita y en un momento muy delicado tras la muerte de su madre y el hundimiento moral de su padre, teniendo que ser ella la fuerte de la familia. E intentaron con el tiempo quitarle lo único que tenía, su vocacional trabajo en la UCI del hospital Gregorio Marañón, y la mandaron a trabajar a la Escuela de Senara o Besana, no recuerdo bien. Por suerte lo dejó a tiempo.

Muy muy dura su vida, y sin embargo yo no he conocido persona más buena. Me consta que a mi marido y a mí nos quería muchísimo, pero desde que se sintió más vulnerable tras la operación en 2011 la realidad es que no me quería cerca, y siempre he pensado que era por mi vehemencia en la denuncia del Opus Dei, porque  me veía como una persona muy bronca y ella no tenía fuerza mas que para mantenerse en pie, porque veía igual que yo la realidad del Opus Dei, y sin embargo sabía querer a algunas agregadas que mantuvieron alguna relación con ella tras su marcha de la obra.

Yo la conocí en 2007 cuando organizamos un encuentro de fin de semana en Zaragoza. Al año siguiente repetimos. Fue bonito y entrañable, pero no se volvió a repetir. En 2008 estuvimos en Toledo pasando la Navidad junto a Colibrí y Enrique Pérez Amez. Fueron unos días maravillosos y entrañables que ninguno olvidaremos jamás.

Enrique fue sacerdote agregado, llegando a ocupar el cargo de Penitenciario de la Catedral Primada de España, como es la catedral de Toledo. Una persona super brillante intelectualmente, y con una conciencia transparente y a prueba de bomba, como luego demostró. Porque cuando cayó en la cuenta de la miseria y mezquindad del Opus Dei lo dejó todo y pasó por vivir literalmente en la calle. Luego consiguió un buen trabajo en la Cámara de Comercio de León, pero el Opus Dei consiguió que lo echaran quedándose de nuevo en la calle. Esto coincidió con una operación grave de corazón y Enrique pasó a vivir en la indigencia. Así lo conocimos, recogido por los Mensajeros de la Paz en una residencia de ancianos sin haber cumplido los 70 años y plenamente lúcido. Enrique, consciente de su situación material no se cuidaba nada porque no le interesaba vivir por vivir, sino sacarle todo el jugo posible a la vida y ser feliz con lo que fuera.

Y el 27 de enero de 2010 se nos fue Enrique, solo y viviendo en una residencia de Gijón, ya que el Opus Dei consiguió también que lo echaran de su tierra en La Bañeza por escribir un libro “Reflexiones a las orejas del burro Felisario”.

El Opus Dei no perdona jamás. Es cruel. Pero jamás me he encontrado con personas de tan alta talla humana, como Enrique y Julia. Por eso que esa Navidad es absolutamente imposible de borrar de la memoria. A Enrique no lo volvimos a ver, y a Julia poco después de morir Enrique, le diagnosticaron un cáncer, que ya le condicionó totalmente la vida

Julia, me alegro mucho de que haya terminado tu sufrimiento, aunque lamento hondamente no volver a verte. Estoy segura de que ya estás disfrutando de la verdadera Vida que te mereces, y también creo que ahora aunque no te vea te tengo muy cerca y me vas a saber aconsejar. Allá donde estéis os mando una abrazo grandísimo.

Julia y Enrique

Julia, Carmen Charo y Enrique

Carmen Charo




 

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