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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 25 de Septiembre de 2020



El periódico El País en sus principios.- Pouis

A propósito del último correo de Ana Azanza, Feminismo y política, al hablar de El País comenta que se catalogaba mal a quien lo leía en los 80 y 90. También nos comenta que "tuvo opus en sus inicios". Si así lo fue, lo disimularon muy bien.

En el 76, en una de la Torres de Belagua, en Pamplona, donde residía, varios de los residentes (obviamente no numerarios) se suscribieron a El País. Fue al principio del curso 76/77, pocos meses después de su primer número (4 de mayo de 1976). Desde la dirección se veía el periódico como progre y el argumento que nos daban era ¡qué daban los oficios religiosos de varias confesiones en Madrid! Supongo que sería más profunda y trascendente la incomodidad con dicha prensa en un Colegio Mayor de la Obra, pero no lo verbalizaban, por lo menos para los numerarios jóvenes.

Recuerdo que los primeros números circulaban abiertamente por el salón, para acabar, semanas despues, confinados en las habitaciones de los "díscolos" lectores. He de decir que, desde que salí de la Obra, pocos años después, he sido fiel suscriptor al El País, con todas las bondades y todas las parcialidades que pueda tener (como el resto de medios informativos). El País no fue el único diario al que se suscribieron algunos colegiales, también llegaba El Diario 16 (que salió unos meses más tarde) y Avui. Ciertamente no hacían gracia a la dirección, pero tampoco se prohibió su lectura.

Pouis





Informes de conciencia.- Pepito

Tras leer esos “informes de conciencia”, dignos del KGB y, frente a las mentiras del finado Echeverría, elaborados precisamente por los directores jerárquicos del Opus Dei, me digo: “¡Dios mío, en qué pringosas manos han andado nuestra pobres conciencias!”.

 

Pepito.




 

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