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CORRESPONDENCIA

Lunes, 12 de Mayo de 2025

El tema más temido, escondido, y menos cacareado, en el Opus Dei, es probablemente el tema del "Fracaso Estructural" (sistémico). Se puede hablar -desde dentro- de fracasos del sexto y noveno mandamiento, ya Freud señalaba fuerzas que operaban dentro de la persona que daban lugar a caídas, fracasos, depresiones, angustias, y errores individuales (Psicopatología de la vida cotidiana). Sin embargo, en la obra no se hablará ni se estudiarán, ni menos reconocerán las caídas, fracasos, depresiones, angustias, que se pueden atribuir no al individuo, sino al mal funcionamiento del Opus Dei en cuanto sistema organizativo, y con los cuales los miembros han de interactuar dentro de la obra en la vida diaria. Un ejemplo reciente: En la nota de prensa sobre los nombramientos recientes, se especifica que la obra tiene 94.500 miembros... Decir que hay menos sería reconocer un fracaso sistémico en cuanto a supervivencia de los socios en la obra.

Dicho esto, que me ha divertido escribir, paso a redactar un episodio que es enteramente de opusficción, (aunque podría sucederse en un futuro cercano).

Van a ver al Papa León 14 el moderador Ocáriz y su acompañante Fazio. Tras hechas las pertinentes salutaciones, el dialogo sigue así

- Santidad, le traemos la lista de nuevos cargos en la Obra para que Su Santidad les de su conformidad. El Papa se lee la lista y comenta: -No puedo. Ocáriz queda sorprendido y tímidamente comenta: -Santidad, estos nombramientos fueron elegidos por el reciente congreso general celebrado con tal fin. Los vigentes estatutos (todavía vigentes, pues nuevos estatutos no se han presentado aún a la santa sede) dicen que hay que renovar cargos cada 8 años. El Papa repite: -No puedo, y añade en tono muy decidido: Ni quiero, y sigue: Observo aquí mismo que el derecho canónico no es el punto fuerte de la Prelatura. El moderador-prelado no está acostumbrado a tener que negociar con nadie y menos con el Papa. Sigue León 14: -Solo los sacerdotes son miembros de la prelatura. Por tanto, los laicos no pueden ser nombrados para esos cargos, porque ni siquiera son miembros de pleno derecho.

Para acabar este tema, el Papa sugiere: -Proponga una lista de solo sacerdotes para todos los cargos de gobierno. El prelado se da cuenta de que los recientes nombramientos que han aparecido en la web de la obra, -con fotos y todo- están en el limbo jurídico. No van a ser confirmados por este Papa.

- Santidad, -se atreve el Prelado-, esos nombramientos provienen de la Voluntad de Dios. En nuestra querida Obra, todos los nombramientos son la Voluntad de Dios. El Papa sorprende al Prelado y le pide que Fazio salga y espere fuera. Mariano se va y pregunta al guardia suizo que está afuera: -me puede decir dónde está el lavabo?... Sin comentarios

Sigue el Papa: -Observo en la lista que se confirmar a Mariano Fazio como Vicario Auxiliar. El prelado se muestra satisfecho de haber nombrado al sacerdote (y que acabe el tema de los laicos que están en el limbo…). El papa sigue: -A Mariano tampoco lo puedo confirmar... -Santidad, Mariano lleva años a mi lado, es muy probablemente mi sucesor además de suplente, si enfermo.

El Papa sigue: -¿No se da cuenta del compromiso que pone a la Santa Sede si es confirmado por mí en el cargo? ¿Cómo voy a confirmar a un sacerdote que está siendo investigado por la justicia argentina? Los enemigos de esta Santa Sede lo usarán en nuestra contra. Imagínese los titulares. "El Papa confirmó en el cargo a un sacerdote del Opus dei que estaba siendo investigado por la justicia."

El prelado traga saliva. Mariano sale del lavabo y sigue en la puerta sin entrar, espera que le llamen. El Prelado se quiere despedir y lo único que se le ocurre decir es: -"Nosotros servimos a la Iglesia como la Iglesia quiere ser servida", es una orden de nuestro fundador. El Papa, antes de acabar la reunión, le dice al Prelado: -Una cosa más. Es sobre las invitaciones y comidas con cardenales a su sede central. El Prelado dice satisfactoriamente: -Procuramos que se sientan como en casa, les ofrecemos un toque de familiaridad y de cariño, nos enteramos de cuál es su comida preferida, y nuestra administración se la prepara. El Papa se da cuenta de que el Prelado no ha entendido nada así que se lo dice bien claro: -De ahora en adelante, no habrá más comidas con cardenales servidas con cubertería de plata, ni por numerarias auxiliares como doncellas. Es justo lo que no quiero para los cardenales. Eso no es servir a la Iglesia. ¡Por amor de Dios! suspira el Papa. ¿Cómo cree que comían los gloriosos apóstoles?

Opus Ficción acaba aquí. Espero que les haya arrancado una sonrisa.

Hormiguita

Entre otras vivencias, Lucía narra con serenidad y detalle la pérdida de Silvia Castro, una monitora muy querida por las alumnas, quien estuvo tomando mucha medicación y en mal estado general durante bastante tiempo. Su funeral les fue negado a sus compañeras de vida. Una despedida incompleta, que dejó heridas profundas. Su familia, que vivía en otro país, se presentó a reclamar su cuerpo y enterrarla en su pueblo natal.

Lucía Irene 1

Escrito a una o varias asociaciones de la Iglesia, sabiendo que hay muchas que se lo pueden aplicar, tanto sus asociados de manera individual como la asociación institucionalmente.

UnaDeMiles 12/05/2025

A todos los miembros(a), de la asociación desde el primero al último.

Se me ha pasado la cuaresma sin hacer este escrito, pero siempre es tiempo de penitencia.

Requisitos para hacer una buena confesión.

1 Examen de conciencia

-He hecho proselitismo (reclutamiento) sabiendo que el proselitismo no es cristiano.

-He impuesto mi doctrina sabiendo que la religión no se impone, sino que se propone.

-He informado con verdad (no con engaño) a lo que se comprometían, sabiendo que hasta la iglesia desconocía a lo que se comprometían…

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Me escribe la hermana de una numeraria auxiliar mayor, que lleva más de sesenta años viviendo en otro país, a un par de horas de vuelo como mucho:

"... mira, te voy a contar de mi hermana, viene ahora unos días, después de cinco años sin venir, para estar con nosotros. A primeros de mes celebramos el 80 cumpleaños de mi hermana mayor, que está muy delicada y nunca pensó que llegaría a esa edad, y le hace mucha ilusión cumplirlos, y estar con todos, así que nos reunimos todos los hermanos. Pues ella, por dos días, no puede quedarse porque tiene que ir al curso anual y no le han dado permiso porque, le han dicho, “el curso anual pasa por encima de todo”.

No hablo de 1960. Hablo del 11 de mayo de 2025, después de la entrevista a Isabel Sánchez, donde decía, textual y literalmente, “cada uno decide cuándo va a ver a su familia”.

Comentándolo con mi amiga Heidi, ha escrito aquí varias veces, paño de mis iras cuando leo cosas así y se me llevan los demonios todos, dice: “¿Sabes lo que me asusta? Ya, sabiendo lo que se sabe y todas las estupideces que han dicho, ya es maldad, mentira y placer por controlar a las personas. ¿Cómo pueden actuar así personas que rezan todos los días? No me entra en la cabeza. No tienen el cielo asegurado, aunque hagan todas las normas y sean sinceras. No se merecen el cielo, y Dios, que mira en nuestros corazones...”

Si esta auxiliar se plantara y quisiera quedarse para el cumpleaños de su hermana, Heidi se ha ofrecido a pagarle el viaje de vuelta. Sin embargo, igual ya no tiene capacidad de plantarse, después de toda una vida obedeciendo, sin pensar, sin plantearse nada, solo obedeciendo, rezando y trabajando hasta la extenuación. A lo mejor es la última vez que ve a sus hermanos, quién sabe cuántos de ellos seguirán vivos dentro de otros cinco años, cuando (esperemos) la dejen volver otra vez.

A tod@s aquell@s que abrigan alguna esperanza de que los estatutos, el nuevo Papa o el Sursum Cordae cambie algo: solo LA VIDA cambiará algo, cuando, por ley de ídem, se muera la directora inhumana, farisea y cruel que ha dicho a una auxiliar mayor (que, recordémoslo, se ha dejado la vida y la salud sirviendo a sus majestades, los varones del od, y que puede recitar los cursos anuales de memoria porque lleva más de sesenta de ellos) que el curso anual está por encima de todo. Ningún obispo, ningún papa, NADIE sabe que a esa auxiliar le han prohibido estar en el cumpleaños de su hermana mayor. Y porque no lo sabe nadie, nadie puede hacer nada.

Mediterráneo

“Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron” – José Hernández, “El gaucho Martín Fierro”

€scrivá como capellán, como rector y como prelado

Gervasio, 12/05/2025

Estoy más que convencido de que $anjosemaría fue capellán del Hospital del Rey, también conocido como Hospital Nacional de Infecciosos y como Hospital Nacional de Enfermedades Infecciosas. Parece ser que fue nombrado capellán en  junio de 1927. Se trataba de un hospital al que el Patronato de Enfermos, una institución benéfica fundada por doña Luz Casanova, ayudaba económicamente pero sobre todo facilitándole voluntariado. El Patronato de Enfermos llegó a ayudar a más de diez instituciones benéficas —escuelas para niñas, residencias para ancianos, residencias para sacerdotes, comedores sociales, etc.,— entre las que se contaba el Hospital del Rey, conocido también como Hospital Nacional de Infecciosos.

Esta frase la repiten desde hace un tiempo quienes siguen en la institución: En Centroamérica he sabido de varias numerarias, cuyas familias tienen recursos económicos, que les han pedido que se vayan a vivir solas o con sus papás.

¿Alguien tiene noticias sobre qué criterio están siguiendo con las Numerarias Auxiliares?

Hace pocas semanas hablé con una Numeraria Auxiliar que sigue dentro, mayor, y me comentó que siguen trabajando "porque ya no hay alumnas en las escuelas" y hay que atender los centros.

Saludos desde El Salvador.

Alicia Barillas

P.D. Aprovecho para sugerir este vídeo de la Asociación de Teólogos de Guatemala, en YouTube.

Con la muerte del Papa Francisco me pareció que las reformas iniciadas con el Opus Dei quedaban en un limbo. La incertidumbre con la elección del nuevo Papa se sumaba a la ecuación. Esta reunión puede ayudar a comprender la dimensión y trayectoria de lo que los lectores de esta web esperamos que suceda.

Muchas gracias.

A mediados de los años 90 se estrenó una maravillosa serie titulada "Expediente X" (X-Files). Su propósito era investigar fenómenos paranormales casi siempre relacionados con extraterrestres. Existía un hilo conductor de una conspiración gubernamental y con esa excusa, nos encontrábamos con excelentes reflexiones acerca de la religión y cuestiones más allá de la ciencia, presentándonos a una magnífica, inolvidable (y adorable) pareja de investigadores del FBI, llamados Mulder (ateo) y Scully (ferviente católica).

Pues bien, en uno de los zooms más recientes de Antonio Moya, intervino un señor supernumerario, que ingenuamente reconocía ignorar cuestiones como la existencia de las 43 ex numerarias auxiliares. Esto me hizo reflexionar y relacionarlo con la serie antes mencionada. Es tan triste como habitual que lo ignorara puesto que la santa mafia se encarga de adoctrinar a sus miembros, informándolos convenientemente, o mejor dicho, desinformándolos convenientemente. Una vez más, se detecta otro de los requisitos que toda buena secta debe cumplir: El distanciamiento de la verdad, a la vez que se imponen sus enfermizos criterios. Siempre fue así y mientras sigan existiendo, lo será.

La conclusión es evidente. Señores del Opus ¿Dei : Si tanto quieren ser cristianos en medio del mundo, demuéstrenlo. Sean coherentes. Infórmense, indaguen, arriésguense, salgan de su zona de confort. Tal como sabiamente dijo Steve Jobs (D.E.P.), "Stay hungry, stay foolish": Sed insaciables. No tengáis miedo a cometer errores. Aventúrense. Ahora bien, esto es difícilmente alcanzable siempre que sigáis en el redil, bajo el cargante yugo del Opus.

Debemos tener presente que la verdad está ahí fuera. E, indiscutiblemente, fuera del Opus.

Jesse Custer

            En los últimos días, Perú ha sido noticia por dos figuras de peso vinculadas a su historia religiosa: la más destacada, la elección de León XIV, naturalizado peruano, como nuevo pontífice, y la presencia pública del cardenal Juan Luis Cipriani —uno de los miembros más influyentes del Opus Dei en América Latina— durante el funeral de Francisco y los prolegómenos del cónclave. En este contexto, resulta interesante la lectura del escrito de Alberto Moncada "Vivencia personal de la historia del Opus Dei en Perú". Desde una mirada crítica y personal, Moncada —ex miembro del Opus y sociólogo— traza una crónica de la implantación y expansión de la Obra en el país andino, centrándose en sus dinámicas de poder, su relación con las élites locales y su impacto en la Iglesia peruana. Un texto que, más allá del testimonio, invita a reflexionar sobre el papel del Opus Dei en escenarios donde lo espiritual y lo político se entrelazan con particular intensidad.

Agustina L de los Mozos

VIVENCIA PERSONAL DE LA HISTORIA DEL OPUS DEI EN PERU
Prólogo para la edición peruana del libro “Historia oral del Opus Dei”

Alberto Moncada

En los años sesenta América Latina era un escenario de confrontación ideológica que tenía lugar, en buena medida, en las Universidades católicas. Al Concilio Vaticano II llegaban las esperanzas y las contradicciones de una región cuyas raíces religiosas estaban empezando a ser interpretadas desde nuevas perspectivas. Roma no sabía cómo digerir semejantes novedades y la consecuencia, aún vigente, fue una hostilidad autoritaria hacia las formas de catolicismo popular y de pensamiento teológico que nacían al sur del Río Bravo. Pero en las Universidades católicas, protegidos por la autonomía académica, teólogos y politólogos, sociólogos y pedagogos no cesaban de cuestionar el “status quo” al tiempo que servían de cobertura para aquellos movimientos juveniles por el cambio político, tantas veces reprimidos por los gobernantes. “La Iglesia está fermentando”, decían los visionarios de la época.

Artículo completo

Cuando el papa Francisco fue elegido, un venerable sacerdote con el que vivía por entonces —al ver aparecer al jesuita Bergoglio en el balcón de San Pedro— se llevó las manos a la cabeza y exclamó, con el espanto de quien cree ver llegar el apocalipsis: “¡Un jesuita!”. Minutos después, pidió disculpas por su arrebato emocional y prometió oraciones por el nuevo pontífice. Sin embargo, su primera reacción resultó profética. Francisco terminó siendo ese tipo de jesuita: el de “la contradicción de los buenos”, otro más de los “de siempre”.

Ahora, con la elección del nuevo Papa, la histeria en Villa Tevere (no en la Casa del Fiume, o donde sea que el prelado y su aquelarre se escondan) debe andar por los cielos, desatando un infierno parecido al que debe estar viviendo Javi. Los motivos del pánico son tan devastadores como esperanzadores —dependiendo del lado desde el que se mire—:

1. El látigo de los Estatutos. El nuevo Papa difícilmente permitirá que el pedido explícito de Francisco sobre la reforma de los estatutos quede enterrado bajo capas de burocracia. El Opus tendrá que enfrentarse, por fin, a la obediencia que tanto predica.

2. El caso Cipriani. Que el nuevo Papa haya vivido en Perú no es un dato menor. Probablemente conoce de cerca el caso de Cipriani. Resuena ahora con más fuerza la imagen de Juan Luis disfrazado de cardenal frente al féretro de Francisco, pese a tener prohibido usar esa vestimenta. Un acto no solo de desobediencia, sino de escándalo público (canon 1399, por si hace falta recordarlo). Peor aún: el silencio institucional del Opus ante el hecho. Esta jugada les pasará factura.

3. El no-obispado de Ocáriz. Aquí entramos en terreno delicado: la cuestión jurídica. ¿Por qué nunca fue consagrado obispo Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei? El nuevo Papa, por su paso previo por el Dicasterio para los Obispos, seguramente tuvo acceso a la discusión, e incluso la compartió con Francisco. E

n definitiva, la novela del Opus está lejos de convertirse en una historia romántica. Todo indica que continuará siendo un apocalipsis…

Desde-las-Quintas

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