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LA CARIDAD 'SELECTIVA' DE LOS DEL OPUS

ORUGARIA, 21 de julio de 2004




Recientemente me acabo de enterar de algo que le sucedió a mi hermano Beto (ex-numerario) y la verdad, ¡No encuentro el modo de expresar mi enojo y mi indignación! les voy a hacer un resumen:

En esta anécdota intervienen:

- Macarena (Mi hermana numeraria, que lleva dentro de la Obra cerca de 23 años)

- Marisol (Mi hermana nueva vocación de numeraria, tiene 17 años de edad)

- Beto (Mi hermano ex-numerario, salió de ahí cuando estaba en el Centro de Estudios, quedó en "buenos términos con el opus")

Macarena, que vive en una ciudad lejana a la mía, vino a visitar a la familia de sangre antes de irse de curso anual, pues nuestra ciudad le quedaba de paso. Estuvo con toda nuestra familia un día completo y le pidió de favor a Beto que si por la tarde la pudiese llevar a la casa de retiros en la que sería su curso anual, para poder pasar más tiempo con nosotros. Beto muy amable le dijo que con gusto la llevaría y Marisol se ofreció para acompañarlos. Pues así partieron rumbo a la casa de retiros: Beto, Macarena y Marisol.

La casa de retiros queda en un pueblillo alejado, el cual es muy peligroso en sus alrededores, el clima es extremadamente frío. Para acceder a ella hay que pasar una brecha de terracería, la cual en ocasiones se inunda por las lluvias...

Cuando mis hermanos llegaron ahí, recorrieron la brecha y al final, el auto se les quedó atorado en un charco de agua y lodo y no lo podían sacar... ya era de noche, estaba muy oscuro y por ser un pueblo alejado de la civilización no había alumbrado en la brecha... Macarena corrió a la casa de retiros y pidió ayuda a las numerarias que estaban ahí... la respuesta fue... "no podemos ayudar, somos mujeres y no podemos nosotras sacar el auto"...

Como ya era de noche y no se pudo sacar el auto de ahí, Macarena trató de ver si sus hermanos podrían alojarse en la casa de retiros para pasar la noche y a la mañana siguiente, ya con luz del sol, tratarían de sacar el auto del charco...

Macarena pidió permiso para que Marisol pasara la noche en la casa de retiros, a lo cual accedieron con mucho gusto por tratarse de una nueva vocación... Después llamó a la casa del sacerdote para pedirle de favor que diera hospedaje a Beto. El sacerdote preguntó... ¿Qué Beto? ¿Beto el que se apellida...? Le respondieron: "sí, ese Beto". El sacerdote respondió: "No, él no se puede quedar conmigo... "

Beto, mi hermano que se ofreció con tanto gusto a llevar a Macarena, tuvo que pasar la noche en el auto, incómodo, muerto de frío y corriendo peligro por estar en medio de un pueblo inseguro, sólo porque esas personas -incluyendo al sacerdote- que dicen "buscar la santidad" y que dicen "vivir las virtudes en grado heroico" no fueron capaces de vivir la tan sencilla obra de misericordia de "dar posada al peregrino".

A las 3:00 de la madrugada el velador de la casa de retiros -que es una persona muy humilde y pobre, que con trabajos tiene una pequeña choza para vivir- vio que mi hermano estaba durmiendo en el auto, muerto de frío y le ofreció posada en su pequeña y humilde casa, le prestó una cobija vieja y rota. Al amanecer le ofreció de desayunar algo sencillo pero con mucho cariño...

¡Mi hermano lo cuenta indignado! y se pregunta ¿En donde está la caridad que dicen vivir las personas del Opus Dei? ¿Por qué a mi hermana nueva vocación sí le dan hospedaje y a mí no? pero por otro lado, comenta que finalmente estuvo mejor el haberse quedado con aquel velador, pues aprendió una verdadera lección de él, aunque en lo material él sí es pobre, espiritualmente es un alma grande y generosa que a pesar de que casi no tiene nada, lo poco que tiene lo ofrece a otro!

En el Vademecum de los consejos locales, al hablar de los que no perseveran dice: "Cuando, a pesar de todo, alguno no persevere, hay que tratarle siempre con mucha caridad y delicadeza: ayudarle, disculparle, comprenderle; también entonces, hacer con él lo que querríamos que hiciesen con nosotros, si nos encontrásemos en las mismas dolorosas circunstancias."

Queridos opusinos: con esta anécdota nos han ilustrado de cómo quieren ser tratados... y también me ha quedado clara su falta de virtud! Por favor no se lamenten por las cosas que se publican en esta página, solo plasmamos lo que vemos de ustedes, nada se inventa, solo nos limitamos a escribir las cosas tal cual son.

El vademecum continúa: "Tenemos una bendita experiencia, que no deja de ser una gracia especial de Dios: los que abandonan su vocación mantienen siempre un cariño grande a la Obra; es lógico que sigan amando lo que amaron."

Queridos opusinos: ¿Realmente creen que con esos detalles se les puede seguir queriendo? Ustedes mismos propician el rencor de los que se van... y si hay resentimiento es porque hubo una causa que lo ocasionó. Así es que aquí no hay de que ustedes son "los santos" y nosotros los "diablos"... que algo de diablura tiene que haber en ustedes y no puede haber peor diablura, que después de esta falta de caridad tan grande hacia mi hermano, ustedes -incluyendo al sacerdote en turno- puedan al día siguiente participar de la santa misa y comulgar con "tanto fervor".

 

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