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CÓMO LA OBRA ESTUVO A PUNTO DE CAMBIAR EL RUMBO DE MI VIDA

LUCÍA, 3 de abril de 2005

 


Este es mi testimonio y eso quiero que quede en claro: es la experiencia que yo tuve con el Opus Dei durante siete años, desde los 19 hasta los 26.

Pero comenzaré por el final: porqué me fui del Opus Dei. Y lo hice porque estaba entre la espada y la pared, porque llegué a un punto en el que iba a dejar a la persona con la cual voy a transitar el resto de mi vida. Y la iba a dejar porque tres veces (sí: tres!) me aconsejaron en la charla fraterna o en la Dirección Espiritual que lo dejara, que él no era para mí. Y me daban las razones de ello, las cuales incidían negativamente en la visión que yo tenía de él y por eso peleábamos muy seguido.

Yo creía que las peleas las ocasionaba él y estuve tres veces dispuesta a dejarlo y cuanto el tema se planteaba, algo (o Alguien) me impedía cortar la relación. ¿Serían mis sentimientos profundos por él? ¿O sería la Voluntad de Alguien que no estaba siendo escuchado entonces?

Un día comencé a ver claro, a sentir otra luz, pero tardé en prestarle atención. Previamente me sentía confundida dado que allí me hablaban de mi novio de una manera, pero yo veía en él otra manera. Veía que él sí quería estar cerca de Dios y crecer en el amor a Él, veía que él sí hacía apostolado, que amaba a la Virgen, a los santos, que sí quería casarse de una vez y para toda la vida, que quería educar a sus hijos en la fe y todo eso...¿Por qué entonces él no era para mí? Porque yo lo había presionado a vivir de un manera la fe, pero de una manera tan especial que no era la suya. Y entonces él no era para mí, porque él no era para el Opus Dei.

Yo estaba dispuesta a dejarlo, porque creía que eso era lo que Dios quería para mi felicidad, hasta que un día descubrí que esa no era mi felicidad. Y comencé a hablar, con mi novio por supuesto, él no podía creer lo que escuchaba y lo que mi corazón durante tanto tiempo había ocultado. Entonces yo estaba confundida aun, sentía que estaba traicionando a Dios y que si me iba del Opus Dei iba a alejarme de la Iglesia y entonces no podría salvarme. Llegué a pensar eso!! Y siento dolor en mi corazón al recordar estos momentos. Todavía me siento coaccionada en mi libertad, hasta a veces me cuesta rezar y llevar prácticas de la Iglesia sólo porque me hacen recordar a "esa institución" que en siete años tanto quise, pero ahora no quiero volver a formar parte.

Aunque sé que el Opus Dei me enseñó cosas muy buenas prefiero recordarlas y no quiero difundir daños de ellos ni hacer un juicio de valor, sólo quiero expresar lo que siente mi corazón, el daño psicológico del cual fui y continúo en parte siendo víctima. Y sobre todo, quiero agradecerle a mi novio porque con su forma de vida me hizo ver otra realidad, me hizo ver que Dios no es igual al Opus Dei y que se puede crecer en el amor a Dios y a la Iglesia sin estar en el Opus Dei.

Hoy luego de haberme alejado de esta Institución, estoy planificando mi matrimonio con la persona que compartiré el resto de mi vida, estoy soñando con lo que siempre quise y deseé: ser feliz.

Hace casi cuatro meses el Opus Dei estuvo a punto de querer cambiar el rumbo de mi vida. Como lo hizo hace siete años cuando me propuso ser numeraria y yo creí que decir que no era oponerme al plan de Dios.

Cuando pasen algunos años entenderé más cosas. Ahora sólo sé que soy una mujer muy feliz y no quiero volver más a sufrir ni cambiar mi proyecto de vida.



 

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