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El que obedece, ¿nunca se equivoca?

José Antonio, 27 de diciembre de 2003


Es un CRITERIO del opus dei que EL QUE OBEDECE NUNCA SE EQUIVOCA. Antes de llegar a ese corolario te dicen que la obediencia en la obra no es ciega, sino que es una obediencia inteligente, que normalmente te explicarán las razones por las que te indican que hagas algo, que el mayor mandato en la obra se sugiere o indica "por favor"...etc...pero, pero, pero...que, en todo caso y en última instancia, es decir, si no te dan razones o si no las entiendes, has de obedecer aunque no entiendas...porque el que obedece nunca se equivoca.

El citado criterio del opus dei, que en su día acepté y seguí como numerario de pro, ahora me parece UN AUTÉNTICO DISPARATE, comparable al dicho español según el cual SI EL VINO ARRUINA TUS NEGOCIOS, DEJA LOS NEGOCIOS (espero que ningún lector necesite que le aclare que, si el vino arruina sus negocios, lo que tiene que dejar es el vino).

Pues bien, en aquellos momentos estaba yo RECIEN ADMITIDO como numerario del opus dei, convenientemente adoctrinado en las ideas de que había sido ELEGIDO por Dios para formar parte del "Estado Mayor" de Cristo; de que EL DIRECTOR DEL CENTRO REPRESENTABA AL PADRE; de que había que vivir la UNIDAD; de que teníamos que ser ALFOMBRAS donde nuestros hermanos pudieran pisar cómodamente; de que teníamos que APROVECHAR LAS OCASIONES DE SERVIR a los directores (= SERVIR a la obra); y de que, PARA SERVIR, SERVIR...

Y en éstas circunstancias va el director del centro, me llama a dirección, y me dice: ¿Podrías hacerme EL FAVOR DE IR AL CORTE INGLÉS Y CAMBIARME ESTOS PANTALONES DE PANA, tipo montañero (cerrado a la altura de la pantorrilla) por otro pantalón de pana normal?

Yo me quedé algo perplejo, pero ¿qué le iba a decir?..., pues... bueno...dame el tiket y mañana iré.

Y me dice: El tiket lo he perdido, pero te lo cambian igual aunque no lleves tiket...porque tienes buena presencia y no quieren problemas...

Ante esto yo tenía sentimientos encontrados, pues, por una parte me parecía que el director abusaba de su autoridad para fines particulares, pero por otra, corrigiéndome yo mismo ese "espíritu crítico", pensaba que, mientras yo no tenía ninguna ocupación apostólica por estar recién llegado al opus dei, él tendría muchas cosas importantes que hacer, charlas que dar, círculos que preparar, etc, y, en realidad yo podía servir a la obra ocupándome de la insignificancia de cambiarle los pantalones; aparte de que esto -pensaba yo- sería ocasión de vivir la virtud de la humildad, me permitiría ejercitarme en la obediencia, perder los respetos humanos, etc.

Así que FUI AL CORTE INGLÉS a cambiar los pantalones Y DESCUBRÍ ALGO SORPRENDENTE: EL DIRECTOR ME HABÍA MENTIDO Y ME HABÍA UTILIZADO. Efectivamente, allí me dijeron -oh, sorpresa- que no me los podían cambiar porque ellos no vendían ese tipo de pantalones, que sin duda los habría comprado en otro sitio aunque ahora me fallase la memoria. Y me lo dijeron con cierta socarronería puesto que yo, confiando en lo que me había dicho el director, aseguraba haberlos comprado allí y haber extraviado el tiket.

Volví al centro con el enfado propio de quien descubre que le han mentido y que ha sido utilizado. Se lo dije al director, y él, descubierto su engaño, ni siquiera se disculpó sino que trató de justificarse diciéndome que los pantalones se los había regalado un supernumerario, y, que él creía que los habría comprado en el Corte Inglés... pero vamos... que la cosa -a su entender- no tenía la menor importancia. En fin, INTENTÓ JUSTIFICAR LO INJUSTIFICABLE, LA UTILIZACIÓN DE LAS PERSONAS QUE SE HACE EN EL OPUS DEI, APROVECHANDO LA OBEDIENCIA, incluso para asuntos de escasa trascendencia.

YO OBEDECÍ CONFIANDO EN EL DIRECTOR Y EL DIRECTOR ME MINTIÓ Y ME UTILIZÓ CONFIANDO EN MI OBEDIENCIA. Y todo por unos pantalones de pana. ¿Qué habría estado dispuesto a hacer ese director por algo verdaderamente importante?. Miedo me da pensarlo.

PD. Para quien no lo sepa, el cargo de director de un centro del opus dei no sale en los botes de cola-cao de 5 kilos, sino que lo otorga el opus dei, aunque luego no quiere responsabilidades...o sea, si el director acierta en la gestión, lo que el director ha hecho lo ha hecho el opus dei...y si el director se equivoca, el opus dei no asume ninguna responsabilidad (se ha equivocado una persona concreta en un asunto concreto).

 

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