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OPUS DEI, RELIGIÓN (IGLESIA) Y LIBERTAD

DANIEL, 19 de septiembre de 2004

 

En una carta, que he sido incapaz de volver a encontrar, leí que alguien preguntaba que por qué no hay una página web de ex miembros de órdenes religiosas, por qué la gente que sale de otras instituciones de la Iglesia Católica no se siente tan mal como los que han pasado por la doctrina y praxis del Opus Dei, por qué no se sienten engañados, por qué los ex miembros del Opus Dei salen, la mayoría, tan rabiosos y descentrados.

Quizás la pregunta no era así de literal, pero creo que no me equivoco mucho al replantearla así aquí otra vez.

Probablemente, nuestro amigo Satur tenga la respuesta, y creo que nos la ha ofrecido ya generosamente en sus escritos de "¿alguien sabe…?", y todos lo demás, que con sus testimonios nos han descubierto la cara oculta de ese camino de santificación.

Cuando una persona decide vivir en un convento, se informa antes de las condiciones que tendrá que aceptar, de los compromisos que la sagrada orden le exigirá, como parte de su entrega, en un espíritu concreto, para su santificación, para su sacrificio por el mundo… etc., etc.

Todas las órdenes religiosas son transparentes a la hora de dar esa información a quien desea sinceramente ingresar en la vida monacal.

Además, advierten que primero se estará a prueba durante un tiempo, variable y dependiente de cada orden… y después de ese lapso para que el individuo valore si esa vida es la suya, o si será capaz de continuar… en fin, si se va a quedar, se le pregunta sosegadamente, ¡sin chantajes emocionales!, sin jugar con su conciencia… incluso favoreciendo que vuelva al mundo de los laicos con la conciencia tranquila y el ánimo de ser feliz en la sociedad.

El Opus Dei juega con las conciencias de los niños y niñas desde muy pequeños, y una vez han pitado… los compromisos van apareciendo, van creciendo y se van tornando cada vez más ásperos e incomprensibles.

Ese "tiempo de prueba"… es camuflado; se trata a los aspirantes como auténticos miembros maduros con compromiso de por vida (¡con Dios!), con amenazas de desgracias eternas, con vida miserable… y cómo no, recordándoles su integridad humana tambaleante.

Vamos, que si se van… demuestran que no tienen coherencia, madurez, "lo que hay que tener"… y no sigo, porque esto es más que conocido por todos y todas.

Es normal que haya cartas en las que se encuentren llantos de "me han engañado".

Yo recuerdo un montón de meditaciones dirigidas por un cura sevillano: "el opur dei es…", "el espíritu del opur dei…", y bla bla bla bla, pero al final nadie sabía qué era el "opur dei".

Lo realmente curioso es que haya tantas charlas y meditaciones sobre "la esencia del Opus Dei", dentro del Opus Dei.

Yo diría que todo esto, en vez de aclarar a los miembros, los confunde más… porque cuando salen… lo normal es oir "me han engañado".

De toda esta gente que sale malherida, una parte importante está tan rebotada de religión, que no vuelve a pisar un templo ni a coger un rosario, y muchos se declaran agnósticos o ateos, pero otra parte, continúa fiel al catolicismo, reza, mantiene ciertas mortificaciones y privaciones personales voluntariamente, acude a los ritos eclesiásticos sacramentales, cultiva una ética personal basada en las "verdades de la Fe"…

¡Uy, qué he dicho!, a ver, a ver, si no me he equivocado, si no he puesto algo sin sentido…

Pues no sé si me he equivocado, pero lo que sí sé es que esto de las "verdades de la Fe" lo he visto escrito un montón de veces y lo he oído en la misa otro tanto… así que no debo de estar tan torpe.

"Verdades de la Fe"… bueno, antes de comentar esto, avanzo que junto con el tema anterior, quiero responder a unas cuestiones que suelen salir de vez en cuando: separar Iglesia y Opus Dei, y la libertad en el Opus Dei, que también produce cierta polémica, no sin razón, provocando respuestas de numerarios que nos escriben, con sus argumentos en contra de los de los ex miembros, que afirman haber sido engañados.

Los miembros del Opus Dei afirman ser libres porque han escogido libremente aceptar que los directores piensen por ellos, y bla bla bla bla… Yo creo que eso se llama miedo a la libertad, miedo al compromiso, miedo a equivocarse… y miedo también a ser feliz… y que no me digan que son felices, porque para mantenerse ahí dentro, si tan felices fueran, no necesitarían hablar de vocación y perseverancia en la charla fraterna; no necesitarían escuchar charlas y círculos sobre lo mismo; no necesitarían rezar para ser fieles en algo que les obliga a contenerse continuamente para no marcharse. (Esto se llama entrenamiento autógeno).

Libremente, le cuentan al director, que se han puesto en contacto con nosotros… y libremente aceptan su indicación de no volver a dialogar… porque "semos peligroooooochos".

Tanta contención y esfuerzo no puede ser signo de libertad ni producir felicidad.

Claro que me dirán que tienen la satisfacción de saber que el Cielo será su premio de verdadera dicha infinita (…).

Si un ex miembro tiene que tomarse pastillas para poder hacer las cosas normales de la vida, como levantarse, asearse, prepararse la comida, salir a pasear, quedar con gente para realizar cualquier actividad en grupo, como ir en bici, charlar, ir al cine… que no me diga que toma pastillas porque tiene una enfermedad en un órgano, que se llama cerebro, como podría tenerla en cualquier otro órgano, que se puede llamar "ojo".

Si cuesta tanto vivir, es porque "no gusta" lo que se está viviendo, porque hay carencias, porque hay fantasmas, porque hay contaminación… porque lo que se vive no es vida; es vivir con el lastre de la culpa, que a unos les hace deprimirse hasta el punto que he descrito, y a otros les hace expresarse eufóricamente que son perfectos en su elección… para que el ruido de su euforia sea más fuerte que el de su conciencia, que se rebela ante tanta sinrazón; o más fuerte que el de su cuerpo, que soporta los malos tratos de un blasfemo que no respeta su Naturaleza.

Una vez, un profesor de religión, nos dijo, creo que hablando de Santo Tomás (no el López), que la fe, lógicamente, no es razonada, pero sí es razonable.

No voy a entrar en detalles doctrinales, que no tendría ni por dónde tomarlos, (y no os ofendáis, pero los asuntos de fe no hay por dónde tomarlos: se tragan, y punto) sino que hablando de razonable, me parece muy poco razonable que por una vida de fe, se acabe tomando pastillas para sobrevivir, como me parece muy poco razonable, que cuando una mujer va a la parroquia a confesarse, acabe contando su desgraciada vida matrimonial, y el cura le diga:

- hija, sigue rezando, porque esa es la cruz que te ha tocado y la tienes que llevar cristianamente.

Me dirán algunos que eso decían los curas de antes (y los de la prelatura), que los de ahora no son así… Ya, pero la esencia de la Iglesia no está contenida en los mensajes de los curas de ahora, sino en otras palabras más razonables (…).

Con esto voy a retomar lo de las verdades de Fe… pero es que no hay por dónde tomarlo.

Vamos a ver, "verdades de Fe":

- es una verdad porque yo lo creo;
- es una verdad porque lo creemos muchos y así tiene más fuerza: es "más" verdad;
- es una verdad porque lo creen las autoridades eclesiásticas;
- es una verdad porque es una tradición… y lo han acabado aceptando como dogma (y no podía ser de otra manera… porque tanta gente creyendo lo mismo, ¡habrá que darles gusto, y decirles que sí, que es verdad lo que creen);
- es verdad porque así se cree;
- es verdad porque me lo ha dicho Dios;
- es verdad porque Dios se lo ha dicho a ese, y ese nos lo ha contado y lo creemos, por tanto lo aceptamos como verdad.

Podría poner unos cuántos guiones más, pero creo que es suficiente… aunque debería poner "me parece" que es suficiente o "he decidido" que es suficiente… o ya estoy cansado de añadir guiones para decir siempre lo mismo: no entiendo que un prejuicio pueda ser tan valioso como para gobernar mi vida, mis actos, mis pensamientos, mis deseos, mis emociones y condicionar toda mi existencia por algo que "sé" que es verdad… porque creo en ello.

Lo gordo es que encima digo que creo porque soy humilde, y digo que los que no creen son soberbios. (Yo, humildemente, sé que es estoy en lo correcto).

Hay un apartado de presentación en opuslibros de "esto no es una web contra la Iglesia", y quiero mantenerme fiel a ello, pero creo que tampoco es una web pro Iglesia, donde se da doctrina… y de esto ya tenemos alguna anécdota, y creo haber leído más de un texto que me recuerda mucho a los cursos anuales.

No me parece mal: opuslibros deja bien claro que esto no es un sitio web contra la Iglesia, y mi carta tampoco quiero que lo sea, pero sí quiero que sea un motivo para pensar en todo lo que no pudimos pensar; para mirar donde no nos atrevimos a mirar; para preguntarnos lo que no nos atrevimos a preguntarnos.

Me parece muy pobre decir que el Opus Dei "me ha engañado", "el opus es malo"… para salir con patrones de pensamiento cristalizados, con miedo a cuestionarse la vida.

Salir para rabiar como un adolescente, o quedarse melancólico de por vida… me parece que no es suficiente; no es sano.

Se dice que el Opus Dei recluta niños… pero el Opus Dei existe dentro de una Institución mayor que promueve implantar "verdades de Fe"… en todas las conciencias, desde edades realmente tempranas… "para que vayan conociendo a Dios".

Perdone, señor cura, su idea de Dios, un Dios antropomórfico, masculino (y triple).

Si existe la mujer y la idea de hembra o feminidad en todos los seres vivos, y las criaturas participan de su creador… Dios no es padre ni por el forro.

Las pilas funcionan con dos polos: Dios es bipolar.

En la cultura hinduista, se representa a Dios también triple, pero tres parejas en cópula sexual; representan la fuerza de la creación, la destrucción y la conservación; cada "dios" masculino necesita de su consorte para "ejercer" su divinidad, como una pila, en la que un polo no tiene sentido sin el otro; uno depende de y genera al otro… aunque creo que esto se entiende mejor con un imán, que por mucho que se rompa, siempre habrá dos polos en cada trozo.

Voy a hacer un inciso, con un chiste que me gusta mucho:

Un monje budista joven, que recibe del superior el encargo de transcribir un libro sagrado, traducido al inglés, desde el sánscrito, para ofrecerlo al mundo.

El monje viejo "jefe" escucha la sugerencia del joven:

- esta transcripción se hace de una copia, de copia, de copia... del original, ¿no?
- sí, el texto original está guardado en el fondo de la gruta, para que se conserve en perfecto estado.
- ya, pero puede que si ha habido un fallo en la traducción o en la transcripción... este error se haya transmitido de copia a copia... y ahora no sepamos si somos realmente fieles a la doctrina original de buda.

Entonces el viejo se mete al fondo de la cueva con la última copia y empieza a cotejar los textos.

Pasan horas y horas... El joven se queda en la puerta, esperando, como le había ordenado el prior... pero de repente oye unos golpes terribles y unos gritos desgarradores; decide entrar, y ve al viejo dándose cabezadas contra la pared y gritando: "celebrate", ¡no "celibate"!.

Quizás esté un poco desfasado recordar el poder que tenía la Iglesia sobre el pueblo, cómo extendió el Evangelio en Sudamérica, cómo purificó sus filas con las acciones inspiradas por Dios a través de la Inquisición, cómo los misioneros que llegaron a China consiguieron que en aldeas pacíficas y armoniosas empezaran a producirse violaciones… y un largo etc. que nos hace ver que el dios que predican es tan antropomórfico como el padre (progenitor carnal) de los predicadores…

… quizás esté un poco desfasado recordar todo esto, decía… pero en cierto modo no lo es, porque vivimos sobre, o mejor dicho, entre las consecuencias que todo aquello ha ido dejando, entre una presión sutil, pero no por ello menos real o menos eficaz.

Hay quien piensa que la Iglesia era, en un principio, heredera de una Sabiduría Universal, pero por corrupción, fue modificando voluntariamente, copia tras copia, el mensaje original… para que unos pocos tuvieran poder sobre el resto.

Si algún historiador honrado me lee, agradecería aportara información sobre cómo la idea de la reencarnación fue borrada de la doctrina tradicional de la Iglesia, (¿hacia el siglo IV?), sobre cómo se fueron metiendo figuras de otras culturas, adaptadas al cristianismo, para crear ritos y temores, y por ende, dependencia del pueblo hacia una jerarquía corrompida por el ansia de un poder mal entendido.

(Sobre esto último, llevo buscando mucho tiempo un libro: El mito hebreo, de Robert Graves).

El Opus Dei toma la doctrina de la Iglesia con un estilo que quizás en otros tiempos… habría sido admitido como normal, e incluso admirado.

El Opus Dei usa recursos de invasión de la conciencia que no son la espada y el fuego, sino el no enseñar todo el contrato, y el chantaje emocional… que ya viene propiciado, normalmente, por una doctrina de "verdades" asumidas muy previamente, más una historia personal llena de carencias, o de ilusiones para las que el Opus Dei promete ser el marco en el que se podrán realizar.

Los recursos que la Iglesia usa… son actualmente más bien "osmóticos", digamos que "está en el aire", en las costumbres arrastradas de la cultura "jodío-cristiana".

Creo que se acusa excesivamente al Opus Dei de invasión de la conciencia, y esto lo dice alguien que califica de aberrante la raíz de la institución.

Mi postura frente a la Iglesia está muy clara: por mí, puede decir misa, y frente al Opus Dei también, pero cuando tengo juguetes, ropa, libros, cómix, etc. que quiero desechar pero también quiero que se aprovechen… no voy al club de la Obra para niños; voy a la parroquia más pobre de mi ciudad, voy al colegio de religiosos donde estudié, o lo entrego a alguien que va a un pueblecito que no aparece ni el mapa.

Un día que fui al colegio con mi "saco", me dijo un fraile que mi gesto era muestra de que estuve a gusto; tiene razón, y porque sé que cuando predican la pobreza y el servicio a los demás, lo cumplen; cuando veo al cura de la parroquia ir organizando lo que le llevo, se me saltan las lágrimas, y no tiene palabras para agradecer mi visita, que suele aportar hasta comida y golosinas.

Si dejo de ir a misa, el cura de mi parroquia, no sólo no me llama por teléfono a casa, ni me increpa o me desprecia por la calle, sino que me sigue saludando, y hasta me dice que vaya novia más maja esa chavala que me acompaña (mientras él le echa un ojillo)… y tomándose unos vinos conmigo gracias al feliz encuentro, aprovecha a preguntarme si me voy a casar… si voy a asistir a los cursos prematrimoniales… pero con una respuesta irónica y cariñosa, entiende que es inútil insistir, y sigue tan amigo, gracias a Dios.

Si Iglesia y Opus Dei se pueden entender por separado… hmmmm…

Si hay diferencia o no entre el Opus Dei y la Iglesia… si hay libertad en el Opus Dei y en la Iglesia… pues… para unos sí hay; para otros, no está tan claro.

Yo sí tengo claro a dónde llevar los juguetes y los libros para los niños.

Aun queda la posibilidad de que alguien me diga que el "quicumque" no es un texto propio del Opus Dei, sino genuinamente católico.

 

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