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PECADO DE SOBERBIA

J.C., 22-7-2003

 

Algunos correos, bien o mal intencionadamente, comentan con estupor como pudimos estar tantos años “ilusionados” en esa institución que ahora nos “atrevemos a criticar”, como “hemos sido tan bobos para tragar ese veneno durante tantos años”, y nuestra "falta de honestidad” al no irnos por un rincón, sin hacer ruido, para que ellos, tan alegremente sigan haciendo “su labor”.

Ya en otros correos se ha tratado, yo mismo lo hice, de los primeros años, y de lo que supone “el plano inclinado”. Como el Opus va dosificando muy poco a poco la información que da a sus socios, y como esta información de lo que en teoría son tus compromisos, no acabas casi nunca de alcanzarla. Incluso dicha información-formación, es distinta dentro de los propios numerarios, así será corriente que se den charlas o convivencias especiales para los que van a llevar charlas fraternas, para los que van a ser directores, para los que van a trabajar en la delegación etc. De manera que a uno no parece que se le termina de abrir todo el panorama nunca, y cada momento es una vuelta más de tuerca a tu conciencia.

Es por ello que ante el natural atontamiento de la adolescencia-juventud, los grandes ideales y la falta de información, pasen un carro de años, en los que sigues luchando por el impulso inicial.

Luego vienen los años de inercia, en los que de alguna manera te dejas llevar, mientras se puede soportar lo soportable, y aquí hay otra serie de años.

Por último vienen los años de lucha, y de los que yo llamo de la soberbia. Soberbia por que es el principal pecado que te ponen delante de las narices. Soberbia por que cuando has alcanzado cierto criterio, te atreves a sugerir o argumentare que tal decisión de la delegación, o tal comentario de tal director es una barrabasada, entonces lo primero que encuentras es que te dicen que eres un soberbio, que quien sabe más los directores o tu. Cuando comentas que tal instrucción que hay que dar en los círculos breves no la ves clara y que crees incluso que no es de buen espíritu (os comentare una en otra carta a ver si a alguien más le ocurrio), es tu soberbia la que te ciega y te hace ser tan critico. Cuando te reservas cosas íntimas de los que confían en ti su charla y solo das aspectos genéricos, eres un soberbio que se cree propietario de la Dirección, cuando la dirección espiritual solo pertenece al Opus Dei, cuando quieres marcharte por que no ves tu camino, por que no te sientes un tio normal, un cristiano corriente, si no un bicho raro, eres un soberbio que pretende ver mejor que Dios y los directores tu vocación, quien sabe más, tú. insignificante miembro del Opus Dei de pueblo o los directores.

Al final, la lucha con el pecado de soberbia también te lleva varios años, y al final decides caer en la tentación, y pensar que de tu vida a lo mejor quien más sabe eres tu y Dios que te escucha en la oración, y no el Vicario General, o el director de San Miguel que solo sabe lo que le llega por las notas y viene a chorrearte de vez en cuando. No aceptas los chorreos, eh? Pues eres un soberbio.

Y si ahora escribes esto es por que tienes una vida desordenada y por que sigues siendo un soberbio, que quieres saber más que el Papa que ha canonizado a Nuestro Padre Fundador, y más que todos esos teólogos y doctores del Opus que se han dado el titulo unos a otros, tu eres un soberbio, tu pecado es de soberbia y no debes escribir, y debes callar y purgar tu gran pecado. Y a lo mejor esta Web es un cúmulo de soberbia.

La humildad es la verdad, no se si la libertad es soberbia, espero que no, pero nos la han hecho confundir muchos años dentro de la Obra. Quizá por ello, por miedo a la soberbia o a la libertad, es por lo que tardamos tantos años en marcharnos. Pero ese miedo a la soberbia, ¿a la libertad?, no vale como argumento para hacernos callar ahora, por que me han enseñado que si mis ideas están equivocadas, se pueden discutir, debatir y rabatir, pero no sirve como argumento el de la soberbia, que razonar, me han enseñado ahora , no es de soberbios, y que quizá yo no este en la verdad, pero eso no es soberbia, es simplemente estar equivocado, y si lo estoy agradecería que me convencieran de otra forma que mandándome a confesar.

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