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QUIERO VOLVER A SER NUMERARIO

MAURICIO, 3 de junio de 2005

 


Estimados ex y futuros ex:

Después de haberle dado unas cuantas vueltas en estas últimas décadas al asunto de la Obra, he decidido que lo que más me gustaría en este mundo es volver a ser numerario.

Todas esas zarandajas de que te lavan el cerebro, coartan tu libertad, te separan de la familia, se chivan de tus confidencias, se quedan con el esfuerzo de tu trabajo profesional y se apropian de tu herencia familiar, tan duramente adquirida por tus progenitores, son naderías comparadas con la inmensa felicidad que se llega a sentir en momentos determinados.

Me gustaría recordar con vosotros los mejores de esos momentos.

Recuerdo con especial placer la primera vez que volví a entrar -después de cuatro años- en un cine normal para ver una película de estreno. Nada más y nada menos que La cadutta degli Dei, de Luchino Visconti. También recuerdo con estremecimiento la primera vez que acaricié el cuerpo de una mujer. Teniendo en cuenta que eso fue a los veinte años, después de una adolescencia robada, ya os lo podéis imaginar. Y qué decir de aquellos primeros días junto a mis padres, que disfrutaban cada instante al sentir que habían recuperado al hijo perdido y desafecto... Y los viejos amigos reencontrados, las juergas, los conciertos de rock & roll, incluso el compromiso político sin tener que rendir cuentas a ningún director espiritual palizas.

En fin, tantos momentos gozando de una maravillosa libertad recién recuperada. Nunca he sido tan feliz como yéndome del Opus Dei.

Por eso ¡quiero volver!!! Para mandarlos a hacer puñetas e irme otra vez.



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