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OPUS DEI: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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¿TROPEZAR DOS VECES EN LA MISMA PIEDRA? ¡NUNCA!

ORUGARIA, 15 de julio de 2004

 

Hola Oreja! te cuento una parte pequeña de mi historia, dicen que el hombre es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra... yo me esmeré por que esto NO sea cierto.

Hace algunos años... nací y comencé a mamar el espíritu del opus dei... mis padres, supernumerarios "ejemplares" del opusdei con familia numerosa, me metieron a un colegio de la obra. Ahí comencé a confesarme y recibir los sacramentos siempre con un sacerdote del opus dei desde que tenía 6 años.

A los 15 años pité, aunque mi madre hubiera sido feliz que todos sus hijos sean numerarios, en mi caso fue diferente pues cuando le conté que pité me dijo que ella pensaba que eso no era lo mío. Yo por supuesto, tomé su comentario como si fuera una insinuación del demonio que buscaba que no sea fiel a mi camino y no le hice caso a mi madre.

Fui numeraria por 10 años... pasé temporadas muy feliz y otras realmente espeluznantes! me tocó ver de todo! estuve en el consejo local del Centro de Estudios, al cual le llamábamos en broma "Hospital San Rafael" (Así se llama un hospital psiquiatrico muy famoso en mi país) pues el porcentaje de alumnas con tratamientos psiquiatricos era alarmante.

¡A los 25 años decidí salirme de ahí!. Las directoras me pidieron que por favor no volviera a pisar ningún centro de la obra, ni la universidad en la que estudié (Obra corporativa a la cual yo iba a confesarme, pues recuerden.. toda mi vida me había confesado con un sacerdote de la obra). Sus razones fueron: porque estaba causando escándalo, ya que las numerarias de la universidad me veían muy contenta y la vocación de todas corría peligro al verme feliz.

Pasó el tiempo, yo quería seguir confesándome con un sacerdote de la obra, pues no conocía otra opción en mi vida... y no les hice caso, fui a confesarme a la universidad cuantas veces quería (por supuesto no tan frecuentemente, pero sí cuando mi alma lo requería). Las numerarias me argumentaban, que si yo estuviera en otro país, las cosas serían distintas y que podría acudir a un centro, pues el problema era que la mayoría de las numerarias de mi país me conocían y que les causaba escándalo el verme... Yo me pregunto ¿Por qué sería yo un escandalo, si me salí por seguir honestamente a mi conciencia quien me gritaba que ese no era mi camino y después de salirme no me portaba mal?

Para no hacer larga esta historia, pocos años después tuve la oportunidad de irme a otro país por unos meses para estudiar otro idioma, ahí decidí que iría al centro del opus dei a confesarme, al fin, ahí nadie me conocía. Entré al confesionario y le hice un resumen de mi vida al sacerdote, el cual me acogió con mucho cariño y me dijo que no me preocupara, que tenía las puertas del centro abiertas y que acuda a él cuantas veces yo lo necesite, inclusive hasta me dio su teléfono.

Seguí frecuentando la confesión en el centro y un buen día, las numerarias (quienes no conocían mis antecedentes) comenzaron su persecusión proselitista conmigo y me empezaron a forzar para que decida en el mismo día si quería yo ser cooperadora! ¡Santo Dios, ya se me había olvidado cómo era eso! ¡Pobres chicas de San Rafael ahora las entiendo cuando se sentían acosadas! ¡Ahora entiendo porque le llaman la "Santa Coacción" porque realmente esa persecusión santifica al coaccionado! ¡Qué dolor de cabeza!

Ante tal persecusión, decidí decirles que yo ya había sido de casa, que me salí por que no era mi camino, que solo quería confesarme con el sacerdote de vez en cuando y que no quería que ahondemos más en el tema...

La numeraria en turno me juzgo afirmando que seguramente yo no había sido generosa y que fui infiel... yo nunca quise ahondar en mi caso, pues no le serviría de nada conocer mi historia.

Poco tiempo despues, la directora del centro, me mandó llamar y me pidió de favor que no volviera al centro, yo me enojé muchísimo pero me quedé callada, solo le hablé al sacerdote para contarle lo que pasó, él me pidió perdón, me dijo que eso estaba mal y que no me deberían de haber dicho eso. El hecho es que me lo dijeron...

Eso me sirvió para comprobar que la obra SI ES UNIVERSAL. Es decir... en todo el mundo se vive la misma falta de caridad, de tacto y de educación con los que nos hemos salido de ahí, lo cual se supone que no debería de ser según lo indica el mismo catecismo de la Obra.

Ya han pasado varios años de eso, pero a partir de ahí me quedó claro que debo estar lejos de la obra, no entiendo por qué me empeñaba en estar cerca! he descubierto que soy feliz confesándome cuando me de la gana en la iglesia más cercana a mi casa, que no necesito de ellos para seguir luchando por ser una persona de bien, que el mundo está lleno de personas buenas por todos lados de las cuales se puede aprender mucho. En fin, gracias a Dios estoy fuera y gracias a Dios corté el cordón umbilical que tenía con ellos! Por fin logré vivir "la libertad de los hijos de Dios"

 

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