Madame Lelú :
El opus dei es como un gran edificio que necesita muchos ladrillos, pues su destino son las alturas. Sobre cada ladrillo se ejerce gran presión y muchos se rompen. Delicadamente o no, lo que no conviene que se vea o se tenga, se desecha.
¿Habrá un director que pueda oponerse a los planes de construcción?
Gracias a Dios, "Japón" y muchos otros han podido rehacer sus vidas, pero ¿es necesario que en el futuro se sigan maltratando a las personas en nombre de Dios?
Madame Lelú.
Publicado el Friday, 20 June 2008
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