Hola Silvana!

Me he animado a escribirte por varias razones. Una de ellas es que esta semana se cumple un año de una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Irme de aquel lugar donde se hacían llamar mi familia.

Dices que llevas un tiempo en tu casa y que estás mucho mejor. Mira, eso para mí es un signo de que tu problema no es la depresión, tu problema es la asfixia espiritual a la que te han sometido en el Opus. Tu estás bien, las que están mal son ellas. Te hicieron ver una cosa a la que llaman vocación porque les convenía en ese momento, pero cuando les parece ya no les sirves. Y es normal después del "lavado de coco" que nos hacen, que pienses eso de la vocación. Lo repiten tantas veces que llega a quedarse grabado como un mantra. Pero es algo irreal. Si fuera cierto no haría falta que lo repitieran tanto. A mí no es necesario que mi padre me repita continuamente que es mi padre para saber que realmente lo es. Como tampoco necesito que me digan en el trabajo que tengo un contrato indefinido continuamente. Lo sé, en eso quedamos un día y no hace falta repetirlo. Y en cuanto a Dios...Una de las últimas cosas que me dieron para llevar a la oración era algo que trataba sobre la Misericordia de Dios. Y fue justamente eso lo que me llevó a dar el paso definitivo. Si Dios me quiere, me conoce, sabe por qué hago cada cosa. Por lo tanto si me equivoco no me lo tendrá en cuenta, porque realmente sabe que yo lo único que busco es ser feliz de la manera que creo que debo hacerlo. Y no por eso dejará de quererme, protegerme y dejarme ser una desgraciada. Dios es mucho más que ese juez que tantas veces pintan en el Opus. Dios sí es mi familia.

No sé si te he aclarado algo. Pero quiero que sepas que se es feliz fuera del Opus. De hecho, la mayor parte de la gente lo es. Porque el Opus son sólo unos poquitos. Y Dios no sería tan cruel de dejar que sus hijos sean infelices, no. Desde luego, yo recuperé gran parte de mi verdadera forma de ser una vez salí de allí. Y después de un año he encontrado a un hombre maravilloso que me ha enseñado lo que realmente es amar, lo que es darse. Silvana, haz lo que creas conveniente. Es una decisión que debes tomar tu. Pero tu realmente, no dejes que te aconsejen sólo las directoras. Y si puedes, habla con algún sacerdote o persona que pueda entenderte pero que no pertenezca al Opus. Es necesaria la visión desde fuera muchas veces para ver lo que pasa dentro. No te tragues eso de que no es bueno.

Te deseo lo mejor y toda la felicidad del mundo.

Un fuerte abrazo, Petra.