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 Tus escritos: Ante el maltratador, tolerancia cero.- Isabel Sala

010. Testimonios
Isabel Sala :

Querida Calandria,

He leído varias veces tu escrito dirigido a Sonsoles y publicado en la web, para en la medida de lo posible no quedarme solo en las palabras e intentar conectar con lo que hay detrás, con lo que te mueve a escribir lo que escribes, o si lo quieres de otra forma para conectar con eso que te agobia tanto que sientes que necesitas desahogarte (en tus propias palabras).  

No sé si lo he conseguido, pero sí que entiendo que estás sufriendo muchísimo por ver: 1. las cosas que se han hecho mal en el opus dei y la comidilla que de ellas se hace en esta web; y 2. la debacle que hay dentro de la institución. Quiero que sepas que personalmente te comprendo, y lo más probable es que yo sintiese lo mismo si estuviese en tu situación (aún sin saber a qué te refieres exactamente con eso de “la debacle” ni cuáles son las causas concretas de tu sufrimiento). 

Entiendo además que tú crees tener una vocación divina que te sientes en el deber de defender y proteger, hasta el extremo de que te parece que esa defensa compensa todo el sufrimiento que estás padeciendo según nos cuentas. Eso habla de tu honestidad y de la grandeza y de la generosidad de tu corazón.  

Ahora me gustaría que tú hicieses el esfuerzo de ponerte en mi piel y comprender lo siguiente: 



Para mí el opus dei es una secta. No está catalogada como secta en España (desconozco si en tu país lo está) pero es una institución que al amparo del poderoso (y generoso) paraguas de la Iglesia Católica utiliza de ordinario técnicas sectarias y por ese motivo el que a día de hoy esté catalogada como secta o no, me parece una cuestión puramente burocrática. En algún momento tuve dudas acerca de si su origen era divino y luego se pervirtió (no quedando claro dónde ni cuándo ni por quien), pero esas dudas ya hace tiempo que se disiparon. 

Me da la sensación cuando escribes esto: “Que sepan (en OL) que han echado demasiada leña al fuego y que los que sufrimos, sufrimos de verdad”, que nos tratas a los que formamos parte de esta web escribiendo en ella como a un grupo de niños inconscientes que tienen una pataleta y se dedican a desahogarse sin importarles el daño que sus desahogos puedan causar en los demás, alimentando con nuestros desahogos una hoguera enorme en la que se consumen sin poder evitarlo un montón de víctimas inocentes. Y me parece que se te olvida, que lo que nosotros contamos es la punta del iceberg de lo que podríamos contar, en muchos casos por cuestión de tiempo, en otros porque la gente no quiere darse a conocer por miedo a las represalias que la institución pueda tomar con ellos, o por pudor de desnudar la propia vida en público, o por causas tan variadas como variados somos los que formamos parte de esta web. Y las cosas que se cuentan en esta web, han tenido lugar dentro del marco (en el sentido más amplio) en el que se encuadra la institución a la que perteneces, por lo tanto es esa institución la que con desesperante perseverancia alimenta dicha hoguera en la que os quemáis todos vosotros, que efectivamente sois víctimas, al igual que todos nosotros lo hemos sido en algún momento de nuestras vidas, y algunos, a pesar de llevar muchos años fuera, todavía lo son. 

Cuando escribes esto: “puede entenderlo quien ha sufrido y me refiero a quienes han sido fieles a su vocación durante largo años y la han dejado. No me dirijo a quienes aprovechándose de esta página vuelcan su morbo, algunos han pertenecido 1 o 2 años a la Obra y muchos “conocen” la Obra de oídas únicamente… A estos no los leo porque me produce mucha más tristeza, porque es evidente que no hay veracidad en lo que dicen”  me parece que nos estás faltando al respeto gravemente a todos los que tuvimos la suerte de no pertenecer al od más que unos pocos años, quizás deberías reconsiderarlo. ¿Qué te hace pensar que una persona que ha pertenecido al od durante menos tiempo que tú haya sufrido menos que tú?, ¿o que se haya visto menos afectada que tú?. Te podría contar casos que te pondrían los pelos de punta... ¿Cómo se mide el sufrimiento de una persona, para poder saber quién sufrió más?. ¿Por qué hay que establecer un ranking de sufrimientos, y determinar a partir de qué nivel de sufrimiento tiene uno derecho a escribir aquí y que los demás le respeten?. ¿En calidad de qué te permites calificar de morbosos los escritos o las experiencias de personas que han pertenecido al od 1 ó 2 años?. Las páginas de esta web recogen centenares de testimonios de personas de muchos países y épocas muy variadas. Me atrevería a decir que más del 90% de ellos recogen experiencias que fueron muy dolorosas y que tuvieron para la mayoría unas secuelas importantes que en ocasiones duran unas cuantas décadas. Independientemente del tiempo que estuvieron dentro.  

Cada persona que cuenta en esta web su experiencia con el od, merece toda la credibilidad y todo el respeto. Cada uno de nosotros tenemos el derecho a que se sepan los abusos y las manipulaciones a los que fuimos sometidos por el od, antes de pedir la admisión y durante nuestra pertenencia a dicha institución.  

En España como sabes tuvimos una dictadura que duró casi 40 años, desde 1939 hasta 1975. Durante esa dictadura se reprimió de forma brutal cualquier manifestación de pensamientos o creencias diferentes a los del régimen gobernante. Se encarceló, se torturó, se mató, y se expropió a muchas personas por estos motivos. Ahora tenemos una Ley de la Memoria Histórica, que en su Artículo primero dice lo siguiente (los subrayados son míos):

Artículo 1. Objeto de la Ley.
  1. La presente Ley tiene por objeto reconocer y ampliar derechos a favor de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura, promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal y familiar, y adoptar medidas complementarias destinadas a suprimir elementos de división entre los ciudadanos, todo ello con el fin de fomentar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles en torno a los principios, valores y libertades constitucionales.
  2. Mediante la presente Ley, como política pública, se pretende el fomento de los valores y principios democráticos, facilitando el conocimiento de los hechos y circunstancias acaecidos durante la Guerra civil y la Dictadura, y asegurando la preservación de los documentos relacionados con ese período histórico y depositados en archivos públicos 

Pues con las evidentes salvedades, cada uno de los que hemos formado parte del od, o nos hemos visto afectados por las políticas proselitistas del od, tenemos derecho a nuestra ley de memoria histórica, que en primer lugar se aplica en el derecho a contar qué es lo que nos pasó para que todo el mundo lo sepa. Cada testimonio merece idéntico respeto. Y si te hace sufrir el leer las meteduras de pata de el od, no te olvides de que el responsable es el od, institución a la que perteneces, y no nosotros por el hecho de contarlas. ¿O es que la cuestión sigue siendo acallar al mensajero porque lo que me cuenta me hace sufrir?. 

Ya sabemos que no solo los que hemos dejado el od sufrimos, créeme que somos muy conscientes de eso. Pero no por ello vamos a dejar de denunciar todo lo que sea denunciable. Aunque a los que estáis dentro os haga sufrir el saber lo que la institución a la que pertenecéis hace con las personas, también con vosotros. 

Te pongo un ejemplo muy sangrante y por lo tanto me parece que muy claro. En España hay una preocupación social importante relacionada con el incesante aumento de la violencia de género (generalmente violencia de hombre contra mujer, por si alguien no lo entiende). Desde el Gobierno se están haciendo al menos teóricamente muchos esfuerzos para detener esta locura y hay muchas campañas publicitarias y etc. Uno de los eslóganes de esas campañas es “Contra el maltratador, tolerancia cero”. Y mira, en el caso del od aplica perfectamente: contra el manipulador de menores y maltratador de conciencias ajenas, tolerancia cero. Y cero es cero, nada, conjunto vacío. Debido a que en la sociedad la tolerancia ante estos hechos todavía no es cero, es por lo que sufrimos aún esta lacra. Porque todas las mujeres maltratadas no denuncian a sus maltratadores: porque les quieren, porque les creen cuando les dan buenas razones, porque les sabe mal las consecuencias que tendrá para ellos el que les caiga encima todo el peso de la ley, porque tienen miedo a las consecuencias que tendrá sobre ellas la denuncia, o las represalias cuando el maltratador salga de la cárcel. ¿Te suena?: a mí me recuerda muchísimo a la situación de muchas personas que han pertenecido o todavía pertenecen al od.

Porque las mismas mujeres no toman conciencia de la gravedad del tema, porque no se habla suficientemente del tema, porque hay una especie de vergüenza a reconocer que esto le pasa a una, o a su hermana, o a su vecina, es por lo que el problema no puede resolverse. Porque somos todos tan respetuosos de las vidas ajenas, que escuchamos una discusión subida de tono en el apartamento de al lado y pensamos “son cosas de ellos, quién soy yo para meterme?”. Nadie llama a la policía, nadie se mete, nadie “escuchada  nada”: cada vez que ocurre una desgracia de estas y los vecinos dicen con cara de pena delante de la cámara de la TV que “ellos no escucharon nada...” (aunque vivían pared con pared), o peor “escuchamos una pelea muy fuerte y muchos gritos; las peleas y los gritos eran frecuentes...”, a mí me dan ganas de ir a un juzgado de guardia e interponer una denuncia contra los vecinos, por cómplices. Porque con su silencio son cómplices del asesinato o de la agresión a esa mujer. Y esto mismo, con las necesarias salvedades (pocas), puede aplicarse al od, y le viene como anillo al dedo. 

Y de verdad que lo siento Calandria, de corazón, si las cosas que contamos en esta web te hacen sufrir a ti y a los de dentro cuando las leéis. Ten por seguro que no son escritas con la idea de haceros sufrir, antes bien de ayudaros a daros cuenta de lo que está pasando. Porque si desde dentro te das cuenta de cosas, ni te imaginas las que verías si tomases un poco de distancia. Pasa con todo, cuando los problemas son demasiado grandes y uno los mira desde muy cerca, como que no los ve en su dimensión real, porque le faltan perspectiva y referencias. Pero yo, y confío que el resto también, vamos a seguir contando las cosas como son, porque no quiero ser cómplice con mi silencio, con mi no decir las cosas claramente, de que NI UNA SOLA PERSONA MÁS se haga del od y pase por lo que vosotros y nosotros hemos pasado.  

No tienes que pedir ninguna disculpa por tu desahogo Calandria, a mí me parece que todos te comprendemos perfectamente, pero en este caso me parece que deberías ser tú la que reconsiderases la conveniencia de estas peticiones que haces. Y mira, si a ti te suaviza el alma desahogarte así, sigue haciéndolo, no importa... Pero yo no me voy a callar. 

Te mando un abrazo lleno de cariño y de comprensión, y la verdad es que yo sueño poco por no decir nada, pero me encantaría  tomarme un día unas cervezas contigo, y que me pudieses decir mirándome a los ojos que eres feliz. Dónde estés cuando me lo digas, me es indiferente, créeme. 

Isabel Sala




Publicado el Monday, 23 March 2009



 
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