Queridos todos: hace unos meses, quizá ya un año, no recuerdo exactamente, “Chispita” tuvo que dejar de publicar aquí mismo una especie de pensamientos cortos con pretensiones de consejas espirituales. Una serie de participantes, encabezados por Inés, exigió categóricamente que aquellas frases cortas de "Chispita" se acabaran aduciendo que Opuslibros no era el lugar para ellas.

A mí aquellos pensamientos de "Chispita" sinceramente me aburrían. No me gustaban ni poco ni mucho y, cuando me tropezaba en mi lectura con ellos, hacía lo que hago normalmente cuando doy con un correo que no me interesa: saltármelos. Entendía sin embargo que Chispita tenía el mismo derecho que cualquier otro, que yo mismo, a su libertad de expresión. No fue entendido así por los responsables de la página.

A lo que iba: desde hace ya años, Isabel Caballero, que no ha sido jamás del Opus Dei ni ha tenido relación con la Obra como ella reconoce, viene publicando casi a razón de una vez por semana correo tras correo para hablarnos de los presuntos fraudes en la titulación del psiquiatra Enrique Rojas, al parecer supernumerario. Un correo para desenmascarar al doctor me parece estupendo; dos para matizar el anterior sería correcto… pero decenas y decenas es ya excesivo, por no decir una tortura innecesaria a los lectores de esta página. Sinceramente considero una desmesura que un asunto que nace de una situación personal entre Isabel Caballero y Enrique Rojas encuentre tantísima cancha en una web dedicada a informar del Opus Dei. Todo ello sin entrar a juzgar la veracidad o no de las denuncias de Isabel. Pero es que al final parece que habrá que crearle una sección para ella sola.

Si los pensamientos de Chispita fueron eliminados por no encontrar acomodo en Opuslibros, creo que lo de Isabel-Rojas ya ha sido lo suficientemente explicado como para seguir estirando el asunto. En todo caso, si Isabel lo considera, que siga su contienda en otros ámbitos, pero ¡¡¡por favor, lo suplico!!! que cambie ya el disco aquí en Opuslibros. Espero que esta amigable queja encuentre eco en vosotros.

Jiménez