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 Tus escritos: Una palabra –o dos- sobre el Arte Sacro en el Opus Dei.- Unocomocualquiera

010. Testimonios
unocomocualquiera :

Una palabra –o dos- sobre el Arte Sacro en el Opus Dei y  de algunos de  sus heroicos sacerdotes

Unocomocualquiera. 17 de marzo de 2010

 

En semanas pasadas estuvo en este foro la discusión de algunos ejemplos de arte sacro, hechos o mandados a hacer, por la prelatura. En estos ejemplos se aprecia siempre al fundador de la Obra como un elemento protagónico de la escena que se intenta convocar a la piedad de quien observa. Algunos de estos ejemplos son a mi parecer francamente absurdos y cuasi heréticos. Veíamos por ejemplo una anunciación, donde el ángel en vez de bendecir a la virgen, bendecía al fundador!... en fin. 

Esto me recordó el papel del arte sacro en la piedad y en la cultura de la Obra… me recordó, les decía, a un gran amigo a quien quiero dedicar esta líneas. Don AR estudió en el Colegio de San Carlos pintura. Hijo de militar, su particular vocación por el arte y gusto por lo estético siempre lo marcó como distinto entre sus semejantes. Estando en el ambiente castrense conoció a Perico, quien como sabemos comenzó algunos de sus apostolados en la milicia de este país… ahí escribió su carta el primero del país, Don Cesar GS y luego El Mero Mero fan de la ducha fría (sic, qed –que no le falte en el cielo!), todos ellos de extracción castrense. En fin, que don AR terminó su carrera en pintura y al poco tiempo fue enviado al Colegio Romano donde se ordeno sacerdote...



Gran conmoción causo en su llegada un perfecto ejemplo de que el Opus Dei era para todas las gentes y profesiones. El colegio romano estaba en construcción y su ayuda para restaurar y decorar las incontables capillas y oratorios fue muy valiosa… como recompensa le dejaron pintar un retrato del mismísimo fundador!!!... experiencia que le dejó una marca imborrable en la memoria… pasó largas horas antes el fundador, él pintando y éste posando para él… el resultado?, un cuadro que nunca fue puesto en ningún sitio, sino mas bien embodegado… mi buen y joven AR nunca entendió porqué… y luchó durante años a que le enviaran el cuadro desde Roma a su país… si era tan malo, que se lo regresaran! 

Reconstruyendo la escena de modo retrospectivo siempre comentó que no era necesariamente que el cuadro le haya quedado mal… más bien le había quedado muy bien (valga la redundancia), tan bien (triple redundancia) que mostraba el sufrimiento y cansancio de una persona en plena crisis, agobio y depresión (eran los tiempos oscuros de las campanadas). Fue tan impresionantemente expresivo que los directores habían decidido retirarlo y embodegarlo per secula seculorum. Para AR siempre fue una afrenta (artista al fin!), y desde ese momento peleó para conseguir el cuadro de vuelta. Un día lo consiguió… el cuadro fue guardado en el estudio que tenia junto a su cuarto. El estudio en cuestión era un cuarto contiguo a su habitación, construidos en la sote huela del colegio de varones (que no barones). Ya ven!, no somos religiosos pero vivimos en las azoteas de nuestro colegios, o en los sótanos de las Iglesias, al más puro estilo religioso. Esta casa, fue construida de esta forma para garantizar que el sagrario del colegio quedara mágicamente dentro de la propiedad de la casa, y así asegurar que, si alguna autoridad de gobierno de izquierda hacia una inspección, no pudiera cerrar el colegio. 

En este estudio, don AR practicaba puntualmente su arte. Él me explicó ahí lo poco que entiendo de pintura y me distinguió compartiendo conmigo algunos de sus proyectos e ideas. Don AR tiene un estilo moderno, no cuenta historias sino que transmite sentimientos. Pinta con realismo encarnado pero con fondos oscuros y modernos. Refleja lo dramático de la vida y sus personas en detalles expresivos como las manos, los rostros, las venas las arrugas. El suyo no es un estilo para aquel que quiera cuadros bonitongos, pastelillos de quinceañera. Aborrecía por ejemplo, el estilo de tira cómica, de pasquín, que en ese país se puso de moda con motivo de la Virgen de Guadalupe y la canonización del indio Juan Diego. Ese estilo donde los personajes tienen ojos grandes y siempre brillantes, como el Hentai o Manga… puaghhh!... esa oposición hizo que fuera no muy querido por la familia de un gran benefactor del Opus Dei cuya hija predilecta, en un libro que publica al respecto de la Virgen, lo llenó de estas ilustraciones (que no pinturas)… don AR se opuso e hizo muy bien!... no fue el indito Juan Diego ilustrado como caricatura de enormes ojos titilantes, fue más bien la imagen del Juan Diego Franciscano, una de las más antiguas conocidas, y la que fue el icono que pasó a la posteridad en ese evento y celebración. Curiosa referencia al hecho que hasta Dios mismo, para los creyentes, había elegido a una virgen morena para acercarse a los indios… recuerdo que yo entré a la basílica, a la canonización de Juan Diego, precedida por el Papa Juan Pablo II, porque don AR me dio sus boletos, gracias!. 

Con el tiempo, don AR se convirtió en el Presidente de la Comisión de Arte Sacro de aquella enorme Arquidiócesis. Nadie como él para valorar y preservar el arte en los tiempos en que hubo un numerosísimo saqueo a templos coloniales por parte de contrabandistas de arte. Las pequeñas y centenarias iglesias de los pueblos humildes (herencia de una colonia cuyo costo paga aquel pais con su propia sangre y esclavitud de los suyos y de sus riquezas) eran incapaces de cuidar y guardar los tesoros artísticos que contenían… no sabían lo que tenían!. No faltaron curas de pueblo que pusieron en sus altares las tan vulgares imágenes chinas -de yeso-, mostrando siempre santos de pasta y en tonillos pastel manufacturados en al por mayor. Ya no había gusto por las maderas estofadas o los repujados en oro (que no purpurina!), barrocos y churriguerescos. Don AR se convirtió entonces, como tantos profesionistas que destacan dentro de la obra, en trabajos no corporativos, en blanco de críticas y celotipias internas y externas. Las primeras lo hicieron sufrir mucho, las últimas lo divirtieron pues pudo ejercer su depuradísimo arte político con la curia local. En efecto, los directores pensábamos, en nuestra cerrazón, que aquel cura dedicaba demasiado tiempo a sus hobbies y relaciones diocesanas, y muy poco a cumplir sus encargos de confesar viejitas… cosa que en realidad nunca descuidó, aunque si bien nunca mostró entusiasmo. Le recordamos eternamente obediencia y el observe como sus muchos talentos fueron lanzados a un rincón. Lo que le quedaba, así nos lo explicaba, era su hobbie y su cargo en la diócesis… ya ves JM que no solo te pasa a tí, muchos tienen el mismo conflicto con los directores… quieren mas disponibilidad de tu tiempo pero no me alcanzas a explicar porqué o para qué… 

Le pedían con cierta frecuencia que pintara retratos de fundadores y obispos… el último el presente arzobispo, feo como el que más (con perdón de mi guapura).  El director solía hacer comentarios en tono burlón afirmando que esos cuadros no podían inspirar ninguna piedad. Al menos no piedades de caricatura. 

El arte sacro de la Obra me parece francamente malo. Desde las pinturas de San Eugenio, hasta el estilo caricaturesco de Torreciudad. Mención especial la Iglesias de Guadalajara proyecto dirigido por el actual Consiliario con aquella escultura en bronce que trataba de estar en el retablo y mostrando a “todas las profesiones ” y al centro San Chema, donde dicen que como nos faltaron mujeres, a algunos les crecimos las trenzas (ya se imaginarán, bueno al menos no fueron bigotes)… la escultura terminó en el exterior en un rincón… no en el retablo y de ahí aprendimos a contratar profesionales de verdad para hacer estas obras, como ejemplo la Iglesia de Sta Fe que la Obra de empeña en llamar de San Josemaría (joder!). El estilo Opus, me parece, es de un tono Rafaélico tardío… muy pero muy tardío. Es siempre el mismo en todas las estampitas… es un estilo oficialista de lo que -los de ahora pensamos- que era lo que le gustaba a San Josemaria entonces… quien por cierto no tenia buen gusto ni estética, aunque tampoco el peor… esa supuesta vocación a la arquitectura que alguno en esta web ha dicho que fue frustrada, lo hace con cierta inclinación a lo estético que llegó a ser a los mas definida. Siento decir que ni la música, ni el arte ni la arquitectura generada por la prelatura son buenas o de escuela… al menos no hasta ahora. Incluso esos Cristos vivientes, cuya idea fue pirateada de algún panteón (como aquí se ha dicho) son un ejemplo de una cierta incapacidad de generar arte original –en efecto, sin originalidad no hay arte. Una de las causa, me parece que es (aparte de la falta de autocrítica y la supresión de aquellos adecuados a proponer) la enfermiza política de exaltar todo aquello que el fundador dijo o hizo: que si cantaba San Josemaría “su tan bien templada voz”, que si escribía una anecdotilla “el Cervantez moderno”, que si lo que escribía era de religión “padre de la Iglesia”, que si opinaba de como debía ir esto o aquello en Villatevere o Cavabianca “el Miguel Angel Aragonés”, que si decía chistes “ole a la graciaaa al Chaplin”, que si estudiaba algo “hasta tres doctorados, todos summmisima con laudissima” (vamos que escribía tesis doctorales como tu y yo vamos al baño), que si se quedaba dormido en la oración “entraba en éxtasis”, que si no le gustaba la comida “hacia dieta para mortificarse”, que si estaba de mal humor “ira santa” etc etc… Qué ganas de exagerar la gracia de estado!!!… al final se tiene que corregir y esconder la historia para sustentar la imagen de tan dotadísimo personaje… nada más alejado de la idea primigenia (inspirada por Dios, se dice) de que la santidad es para gente como tú y como yo, de a pie, del día a día, no para superdotados que “no maman de bebes los viernes para hacer penitencia cuaresmal”… que contradicción!... don AR fué de los que lo dijeron y de los que se perdieron al ser relegados… y similar la historia de Don Álvaro que se aprendía de memoria las tertulias!!! (para luego transcribírnoslas a sus hijos… gracias!), que escribió una tercer tesis doctoral en historia de un estado en la Republica Mexicana al que nunca visitó, Baja California!!!, que hizo y deshizo con sus buenas dotes e influencias en la curia durante el Vaticano II, vamos más influyente que Juan Pablo II o Ratzinguer !!!, a él le debemos el tan buen resultado del concilio y el salvar a la Iglesia de tan terrible herejías que se avecinaban… a él y a la mortificación de San Josemaría desde luego!

Por aquello de que “por sus frutos los conoceréis”, este mismo comportamiento se repitió –clonó- con los hijos de San Josemaría… entre ellos el mismísimo Perico en su apostolado americano. Perico sí era arquitecto, y al parecer dibujaba tan bien que hasta daba hambre si nos dibujaba unos huevos con tocino!. Diseñó el lobby de una casa de mayores en tonos cereza tan intensos que todos los que llegaban al centro pensaban que habían llegado por equivocación a un lupanar (prostíbulo pues!)… la casa y sus habitantes lo tuvieron que soportar hasta que Don Pedro se nos fue al cielo con todo y su terrible humor (carácter fuerte). En agradecimiento a su vida y milagros, sus hermanos le dieron cristiana sepultura en el panteón francés y escribieron en su lápida en letras doradas “Pedro Casiaro Rodriguez”… detallazo que hasta ahora le ha de pesar pues odiaba ser un “Rodriguez” cualquiera… jaja jaaaaaa! El que ríe al último ríe mejor!. 

Un cuentillo, corto… recuerdo que en ese tiempo junto a don AR, otro sacerdote, don G siempre joven, jovial y conflictivo se fue un día de la casa, sin decir agua va… tomó sus cosas y se fue… creo que nos dimos cuenta 2 días después!!!... yo era secretario entonces y no me sentí culpable por el hecho. Un día me llamo mi secretaria al colegio para decir me que don G me buscaba!!!, necesitaba algún favor para los hijos de un amigo suyo… don G se encargaba del apostolado con los seminaristas… comunicólogo de profesión, muy querido en la Arquidiócesis, echado a un lado por la prelatura por resultar de ideas progresistas y peligrosas. Que pena cuando tuve que entrevistar al personal de seguridad para tener detalles del cómo y cuándo se había ido!… no dijo ni adiós… espero que este bien y sea feliz y que ya se haya curado de tan terrible depresión que durante muchos muchísimos años sufrió y lo aisló. Me recuerda el caso de aquel párroco, donde yo era monaguillo al que muchos años después me enteré que había sido del Opus… o de mi Obispo de Galsgow quien fue del Opus… o al actual arzobispo de San Antonio, TX, o… tantos otros que desde fuera hacen tanto bien, el bien que desde dentro no pudieron hacer. A todos ellos un fuerte abrazo! 

De esto, más, después.

Unocomocualquiera




Publicado el Wednesday, 17 March 2010



 
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