Hola a todos.

Hace meses que no participo. Sigo impresionado como han llegado las cosas tan lejos en el engaño sistemático sobre la verdadera naturaleza de la cosa que nos entretiene.

He dejado de leer la defensa de la cosa como aprobada por la Iglesia. Espero que entiendan todos que aprobar algo y que ese algo sea lo que dice ser, no es lo mismo. Mentir sobre el alcance y naturaleza de una institución no es algo debido a la maldad humana, necesariamente. Muchas pretensiones del socialismo se han ejecutado, por ejemplo, no sin terror, totalitarismo, crueldad y muerte.

Y esto último quiero detenerme. Hay un núcleo cierto en las fundaciones de origen ideológico acaecidas en el período llamado de Entre Guerras. Desde el nacional socialismo, el alemán no el más reciente en España de la ETA o BNG, hasta el sionismo, pasando por todas y cada una de las formas de internacionales de izquierdas, tienen su eclosión en esa época y en la madurez del pensamiento alemán.

No ha escapado de ese paternalismo para crear un paraíso en la Tierra movimientos pintorescos como la Falange o el Fascismo.

Pues bien, esa negación de la dignidad humana y la pretensión de que el hombre se puede salvar a sí mismo, es algo que une a todos esos movimientos totalitarios. Toda la persona humana real queda sometida a la hipoteca que esos grupos ejercen sobre el hoy, sobre el presente de la Humanidad, a la espera de que se cumpla el sueño previsto por ese fundador. La reforma de toda la Humanidad, el encontrar las leyes que rigen a la naturaleza humana y a la Historia, es lo común. Sólo les diferencia el objeto principal de esa pseudo ciencia. Unos ponen la cuestión en una raza o cultura determinada, en una religión, clase social o sexo.

La cosa que nos entretiene es un movimiento del mismo carácter visionario, totalitario en su vocación más íntima y real, del día a día.

El gran complejo de mucho pensamiento o de muchos hombres de Fe por liderar movimientos de masas es increíble y se ve como ceden a la ideología que adoran todo o parte de la Fe.

Por eso me extrañan algunas colaboraciones que pretenden hacer ver que se puede condenar las formas de hacer de la cosa y estar alineados con los movimientos de izquierdas más liberticidas, más crueles, totalitarios jamás conocidos. Es un hecho histórico con evidencias dolorosas y terribles, comprobar que el socialismo es, sin duda el movimiento de ideas que más dolor, terror y muerte ha ocasionado a más personas, en más lugares y por más tiempo de los conocidos hasta la fecha.

La pretensión totalitaria de la cosa que nos entretiene no es mala por decir que es de derechas. Es maldad en sí misma. Lo que me deja perplejo es el complejo de muchos de la Iglesia con la izquierda cuando ha cometido los mismos errores pero elevados a potencia casi infinita.

Por tanto, espero que quede claro que la defensa de la dignidad humana y la consideración de la cosa que nos ocupa como otro grupo más que la instrumentaliza, nacen, en mi caso, de criterios de la Tradición católica y no está sometido a opiniones personales. Son hechos reales.

Gracias Dios, las sociedades más libres y maduras, han puesto las cosas en su lugar hace décadas y espero que la Iglesia deje de ser el último reducto de ideologías que han representado lo más oscuro de la Historia de la Humanidad.

Así que nadie pretenda liderar las criticas o las decepciones de muchos de nosotros como la forma de confirmar la posición ideológica de izquierdas. Espero que esta aclaración deje claro que no se puede criticar el totalitarismo de un lado y creer que el católico tiene que someterse a otro de otro signo. Lo que está en juego es la inmadurez, el peligro, de sustituir una explicación totalitaria por otra.

Es más, en muchas ocasiones, llega a tal grado de cobardía intelectual y sometimiento a planes salvadores de salvadores o verdaderos creyentes, que descalifican mis opiniones como, en el fondo, un progre o uno de derechas, según quien me lea. Y esa es la gran pena de la polarización de muchos grupos de Iglesia alrededor de ideologías vacías y huecas, sometidas al deseo de poder  de verdaderos sicópatas. Espero y deseo que crezcan las instituciones que hagan, para siempre, la vuelta al socialismo real o al paternalismo de derechas.

coplasuelta