Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Tus escritos: LA OBRA Y YO MISMA.- Janabenito

010. Testimonios
janabenito :

LA OBRA Y YO MISMA

Janabenito, 26 de noviembre de 2010

 

 

Cuando escribí por primera vez en esta Web, el día 1 de octubre de este año prácticamente no había leído casi nada, sólo a Carmen Tapia, con la que lloré. A distinto nivel, me sentí identificada, supe que era sincera porque yo a otro nivel, insisto, sabía de lo que hablaba, luego María Angustias, sin palabras, ¿cómo se puede dudar de su sinceridad?.

 

En uno de los escritos quiero recordar que alguien preguntaba ¿Cuántos opus hay?, evidentemente varios, y yo pertenecía al “opus limbo”. Después de 15 años no me enteré de nada. La administración en la que pasé la mayor parte de mi vida dentro, debía ser un submundo, nunca tuve cargos directivos, nunca atendí charlas y en cuanto a los documentos internos solo conocía las cartas del fundador y el catecismo, nunca sospeche que se ventilaran nuestras confidencias y aún menos que se informara por escrito y, por supuesto jamás en aquellos momentos pensé que la obra no era santa, pensé que me había tocado vivir con gente muy desnortada con las que tenía muy poca comunicación dado que el trabajo era agotador: una residencia de chicos, atendida por niñas de 14 ó 15 años. Recuerdo que un día a la semana me levantaba antes de las 5 de la mañana para ir al mercado de abastos, ese día, como todos, terminábamos sobre las 10 de la noche. Tengo un vago recuerdo pero creo que iba a muy pocas tertulias, sobre esto nunca una corrección. Aunque jamás recibí una respuesta coherente cuando preguntaba en qué fallaba yo, no me pasó por la cabeza que existiera otro culpable de mi rotundo fracaso que yo misma...



En una ocasión cometí lo que debió ser un gran pecado, pero sin consecuencias. Casi toda la casa había salido de excursión y nos quedamos para atender el comedor una doncella, dos chicas recién llegadas y la secretaria del centro que estaba, como habitualmente, en cama. A la pobre doncella le dio un buen cólico a la hora de servir el comedor y, aunque era una comida fría, alguien tenía que salir con los regímenes y cosas así. Bueno pues como no podía y las otras se negaron y no había otro remedio que salir, me pareció lo más lógico salir yo, me coloque un uniforme y al comedor. De repente el sacerdote se levantó como una exhalación, me preguntó si estaba loca, ¿qué pasaba?, yo le dije: no hay nadie que salga; me contestó: ahora salen todos, poner lo necesario y dejar un par de carros, y de esto hablaremos. Por supuesto que no les dio tiempo ni a verme el cogote; mi hermano que entonces era numerario y ese día estaba allí comiendo, ni se enteró. Nunca nadie mencionó el tema, (excepto el sacerdote en el confesionario, y aunque siempre pensé que quería ayudarme, ese día también pensé que se cargaba “la paraeta” a puñetazos, ¡el colmo del mal espíritu!), pensé que no lo había dicho, y yo confié plenamente en la discreción que yo, entre otras cosas, no había tenido.

 

Como veis no me enteraba, esto fue en mi segundo año después del centro de estudios. Os aseguro que batí el record de correcciones fraternas sobre el mal espíritu, pero no me servían para mejorar porque no las entendía, bueno la mayoría. Yo pensaba que lo horrores/errores que no paraba de cometer eran porque las cosas que hacía o decía me parecían de sentido común, creo que de ahí la multitud de correcciones fraternas que nunca llegue a entender; hablábamos idiomas distintos y en horarios equivocados, me pasaba medio día escuchando en qué me tenía que corregir, el común denominador era el afán de protagonismo, algo que ni ahora puedo reconocer como cierto porque en ese tema continuo en estado salvaje, nunca le he dado mucha importancia a lo que nadie piense de mi ni para bien ni para mal. Nadie nunca me corrigió por no llegar a las tertulias, por no verme cumplir normas, siempre por falta de tiempo, y algunas por desinterés (la lectura).

 

Yo me siento un poco distinta de lo que he leído aquí, mi niñez feliz, desinhibida, mi preadolescencia, más feliz porque descubrí el primer amor a los 14 él 21, me duró hasta el día que pité. Tengo que aclarar que fuimos buenísimos o tontos, a estas alturas quien sabe. Con la misma pasión y entrega con que vivía mi vida me volqué en mi vocación durante los años que pasé en la Obra, pero solo acumulé un fracaso detrás de otro. Quizá todo el declive comenzó el día que conocí al fundador, yo lo adoraba desde muy pequeña. El día que lo conocí, allí sentada a sus pies, se me desplomó la imagen que tenía de él, lo vi, blando, (es curioso que no me salga otro adjetivo, siempre que pienso en él… blando), toda la tertulia y otras me parecieron un teatro, de un infantilismo y un fanatismo que nunca pude asimilar y aún menos vivir, pero como desapareció de mi vista yo lo hice desaparecer de mi corazón. No sentí lo mismo por D. Álvaro, recuerdo que pensé este (el fundador) es realmente un pobre hombre, D. Álvaro es la cabeza pensante y dejé de quererlo, lo malo es que lo conté y a la lista negra...

 

Bueno pues de lo que aquí he leído (que me ha ayudado a encajar piezas, que aunque olvidadas después de 30 años estaban pendientes de afrontar y encajar) y aunque me siento absolutamente identificada con muchos testimonios, diré que pienso que el mal de la obra no ha sido otra cosa que la falta de caridad, eso fue lo que sentí dentro y lo que sigo pensando ahora, el resto no son más que las consecuencias. La caridad es un hilo muy fino que te une al cielo y nadie lo duda cuando alguien la ha vivido: Teresa de Calcuta. Y la falta de ella es también un hilo muy fino que te une al infierno y tampoco nadie lo duda cuando alguien no la ha vivido.

 

En una ocasión alguien me comentó que sor Lucía le dijo al fundador algo así como “D. Josemaría usted con lo suyo y yo con lo mío podemos vernos en el infierno”, no sé qué hay de verdad en esto, pero pienso que ni vejaciones, ni determinadas injusticias económicas, sociales y familiares, ni el exceso de trabajo y normas, la enfermedades, nada de esto nos habría “sacado fuera” de una u otra manera, si se nos hubiera permitido querernos no habrían habido problemas afectivos si no los hubieran creado.

 

Éramos muchos con muy buenas cabezas, con grandes corazones y deseos de honesta entrega que renunciamos a todo, que lo dimos todo, hubiéramos podido poner a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas, pero no hubo amor; habríamos podido multiplicarnos, hacer de muchos, buenos hijos de la Iglesia, pero no hubo amor; habríamos podido evitar enfermedades con un poco de comprensión, pero no hubo amor; hubiéramos podido ganar batallas con una simple palmada en la espalda, con un abrazo por un pasillo, con una sonrisa que nos indicara que no estábamos solos, pero no hubo amor. Y si al salir nos hubieran prestado atención, nos hubieran dado un poco de amor, no existiría esta página Web y no tendrían que estar haciendo ni oraciones ni mortificaciones extras para que desaparezca. Solo era cuestión de caridad y no supimos entenderlo, yo al menos desde mi cocina me incluyo y no necesito que me pidan perdón, en un momento u otro, por una causa o por otra, hemos sido todos, pido perdón.

 

No me interesan para nada sus documentos internos, valoro el esfuerzo que se hace, he intentado leer algo pero carecen de interés. Estando dentro hubiera sido estupendo conocerlos, ahora no significan nada en mi vida actual, no me interesa si engañan o no a la Iglesia o las personas, pienso que se engañan a ellos mismos y pretenden engañar a Dios, y esto no puede permitirles ser honestos. No me interesa si aumentan o disminuyen, tendrán que dar cuenta a Dios, lo que sí es cierto que yo los saqué de mi vida el mismo día que los dejé, como si fueran pensamientos impuros los aparté de mi mente.

 

Ahora gracias a esta página me he vuelto a enfrentar a ellos, y he visto que no me interesan, jamás tocaron mi mente, ni dentro ni fuera, (mi anciana madre dice que aún no ha nacido quien pueda domarme, claro que a los 60 años ya es difícil), no voy ahora a dedicarles ni un pensamiento.

 

Al que haya tenido la paciencia de leerme le pido perdón por extenderme, prometo no volver a hacerlo, entre otras cosas porque no sé qué podría aportar yo que he sido, y veo que soy, una absoluta ignorante del opus. No obstante como Agustina tiene mi correo si alguien quiere algo de mí que se lo pida, si puedo ayudar, en cualquier sentido, haré lo que esté en mis manos. Y si alguien se está planteando dejarlo, pues igual, no doy nunca consejos, pero tengo algunas ideas.

 

De no haber sido por opuslibros yo nunca habría cerrado mi propia página pendiente, ahora me siento completamente en paz.

 

Janabenito




Publicado el Friday, 26 November 2010



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 010. Testimonios


Noticia más leída sobre 010. Testimonios:
Diecinueve años de mi vida caminando en una mentira: OPUS DEI.- Ana Azanza


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.135 Segundos