Recientemente se ha hablado en esta página de las familias de supernumerarios y los hogares "luminosos y alegres", no quería aportaros más sobre este tema pero sí comentar la influencia, para mi nefasta, de la praxis opusina que veo reflejada en la conducta de mi mujer (supernumeraria) con nuestros hijos y amigos y, de paso, conmigo ...  A esa práxis le tengo una alergia extrema.... ahí van algunos ejemplos:

1) Despues de sufrir en el Centro de Estudios la violencia de ser registrado en al menos dos ocasiones en mis pocas cosas personales, he visto con horror como ella, sin nada que lo justifique, ha urgado a espaldas de mis hijos en sus cajones y en sus conversaciones por Internet ... podeis imaginar mi dolor al revivir semejante atropello.

2) El autoritarismo .... las cosas hay que hacerlas así porque lo digo yo.... no hay manera de que dialogue con ellos y/o conmigo sobre nada. Pretende de mí que sea el padre rígido y duro de los años 50 ... yo, ni por caracter ni, sobre todo, como reacción a cuanto viví, puedo ni podré serlo nunca y su reacción es de un doloroso desprecio hacia  mi persona.

3) Tenemos un grupo de matrimonios amigos, en algunos casos con más de 20 años de amistad. Como no han querido (ellas) tener más que una mínima relación con la obra, su reacción es la de irse apartando/apartandonos del grupo, de modo que cada vez tenemos más fricciones cuando somos invitados a cualquier evento porque no quiere ir. 

4) Cuando nos encontramos o coincidimos con algún matrimonio o con otra supernumeraria, da una cara extremadamente amable y educada... nada que ver con su comportamiento cuando está en casa en la que, a la mínima de cambio, estalla con un mal humor que horroriza.

5) Desconfia de todos y de todo, ve conspiraciones donde no las hay, hasta el extremo de que tengo que tener muchísimo cuidado en lo que digo porque lo malinterpreta y, siempre, para la peor opción.

6) Es radical en sus opiniones: o conmigo o contra mí... he optado por callar cuando expone sus opiniones, no merece la pena discutir.

7) Me pregunto: Qué es lo que ha hecho que una persona a la que le exigen que haga oración diaria, que vaya a Misa todos los días, que lea libros de espiritualidad,  ¡pueda ser así!  ¿Esto es de veras  el resultado de vivir en profundidad el mensaje de los Evangelios?  Ni se me pasa por la cabeza decirle a ella esto: estoy seguro que el matrimonio acabaría desde ese momento. No os podeís imaginar como sufro.

¡Feliz año a todos!

Solrac