torch :
Estoy de acuerdo contigo que las colaboraciones más ‘anecdóticas’ que tú calificas de ‘chismorreo’ son las más populares en el número de lecturas. No pretendo analizar si están bien o no (algunas constituyen un desahogo para sus autores y, aun, para sus lectores). Sin embargo también hay una serie de escritos de fondo, y entre ellos varios de mucha calidad.
Me atrevo a decir que estos también les preocupan a los directores/as de la Obra. Es cierto, los testimonios personales pueden ser mandados a la papelera bajo el argumento de que son errores personales. Pero los escritos de fondo no airean esas conductas particulares sino modos estructurales que van en contra de las enseñanzas de la Iglesia y, peor aun, en contra del sentido común. En mi caso fueron un buen número de esos escritos (en las categorías de ‘tus escritos’ y de ‘libros silenciados’) los que motivaron mi salida de la Obra. No me fue muy difícil cotejar las críticas con la vida ordinaria que llevaba.
Concuerdo contigo con que debería haber más solicitudes ante la agencia de protección de datos. No por una campaña orquestada de ‘former-members’ sino porque es en el interés de un ciudadano que se tenga control sobre la información que ahora personas ajenas a uno (aunque sean muy bien intencionadas) poseen. Tú lo has dicho, las instituciones de la Iglesia también tienen que respetar las leyes del país donde se encuentran, aunque no les guste. Quizá haya que explicar por qué convienen estas solicitudes desde el punto de vista personal, más allá de un ánimo de revancha ante una institución que tiene cosas que cambiar, desterrar y mejorar.
Ten en cuenta que muchos lectores de OpusLibros no viven en España ni en Europa, o que viviendo en alguno de estos lugares, pertenecieron a otras regiones que no tienen el mismo estándar en la protección de datos.
Saludos,
Torch
Publicado el Friday, 04 February 2011
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