Para “No valió la pena”:

Aún sigo asombrada de lo que pones en tu escrito sobre el silencio de oficio.

¿Cómo puedes decir que has vivido, vives y vivirás el silencio de oficio? Pero ¡en qué mundo vives! Te sales de la obra y eres tan ingenuo, que les reverencias a través de guardar el silencio de oficio. Deduzco que todavía no has roto el cordón umbilical, pues según dices llevas fuera sólo un año y estás todavía verde para una vida real, en el mundo. Dentro de diez, veinte o treinta años, ya no opinarás igual.

A tu enemigo, ni pan ni agua. Y el silencio de oficio a la basura.  El silencio de oficio, frasecita de los directores, para acallar conciencias, para atontar a los débiles, para manipular las conciencias y para tener cogidos por los h…, o los ov… a los pusilánimes. ¿Han tenido ellos silencio de oficio contigo? Toda tu vida interior y exterior la conocen muchísimos directores, sacerdotes, a través de tu “27”, de las notas que han escrito sobre ti y lo que han hablado de tu persona. Han realizado contigo, lo mismo, que tú habrías hecho, si vas a la Puerta del Sol, de Madrid o la Plaza mayor de tu ciudad o pueblo y coges un micrófono y haces una confesión pública de toda tu vista: deseos, pensamientos, vida interior, exterior y mediopensionista y todo el mundo se entera, pues en la obra no hay secretos que guardar, sólo de la plana mayor y ni eso. Todos saben de todos. Y la guinda la corrección fraterna. No me explico cómo aguantaste tanta mojigatería y tanta mentalidad de religioso y de gente enferma cerebralmente.

Menos mal que saliste y ten en cuenta hasta lo más recóndito de tu alma, que en el mundo en el que vives no existe el silencio de oficio, nada más que en los médicos, jueces, banqueros, diputados, y demás profesiones donde hay que guardar con discreción lo que se trabaja; pero nunca guardar aquello de una cosa que te ha dejado KO, que puede ayudar a los ex miembros del opus y a los todavía de dentro, que aún no saben donde tienen la mano derecha ni la izquierda.

Bienvenido al mundo real. Ya irás madurando. Y gracias por haber comenzado a contar….

A los que han escrito a agregado:

Me has gustado las respuestas, diferentes pero complementarias. Debes de ser muy joven para haberte dejado pescar y además de agregado. Te han lavado bien el cerebro, y no sabes qué significa ser agregado, con las respuestas que has recibido vas a ir más derecho que una vela.

Durante muchos años he llevado labor de agregadas. Ya en el año 1968 se comenzó como curso piloto, el centro de estudios de agregadas. Fracaso total.

En los años 1970, había agregadas que no sólo estaban de secretarias de un consejo local, también había quien era subdirectora. Directora siempre era una numeraria, para dar criterio y guardar la documentación de dicho consejo local, en un centro de la obra.

Había agregadas que tenían que mantener económicamente a sus padres y dejaban poco dinero al consejo local. Y cuando iban al centro a hacer caja con la secretaria, pedían lo que necesitaban su familia y ella misma. Tenían más libertad económica que las numerarias.

También hay que decir que, a medida que fueron pasando los años, muchas numerarias tenían ayudas familiares para mantener a sus padres, ayudas que les daba la obra del sueldo que ellas ganaban, siempre tirando para abajo y teniendo la peticionaria que rellenar unos impresos humillantes y muy poco caritativos sobre las necesidades económicas de ellos. Hasta preguntaban en esos impresos cuanto gastaba la madre en bragas y demás ropa interior y lo mismo sobre el padre. Esa petición iba avalada por el consejo local, llegaba a la delegación, donde todas las directoras y oficiales sabían de quien se trataba y los motivos por los que pedía esa ayuda familiar, opinaban y mandaban el escrito a asesoría y allí la procuradora a la cabeza daba su opinión, Adjuntaban un “27” de la peticionaria. Igual se obraba con los numerarios.  Pasaba lo mismo con las agregadas. Silencio de oficio y una porra. Qué ingenuos todos los de dentro….

Estoy totalmente de acuerdo con Kaiser, sobre sopla gaitas y se ha quedado corto.

Sal de la obra, más rápido que el viento y echando milk, no vuelvas la vista atrás, no te vayas a quedar cual estatua de sal. Demuestra que tienes lo que tienes que tener y fuera. Nada es válido en tu pitaje.

Que tengas suerte y espero estés fuera en unos días.

Pimpinela escarlata