Vallelaencina: no dejes de escribir, espero que no hayas sucumbido a las amenazas que hayas podido tener por parte de tu madre guapa la obra. Y que no prives a tus compañeros de barca de verte vivir en libertad.

Lucas hizo referencia a tu escrito, deteniéndose en “El carisma del opus dei”

Yo sí había advertido que la Obra, lejos de acercarte a Dios, te distancia. Resulta difícil crecer en Amor de Dios y tener intimidad con Él, si lo tienes que hacer a través de las normas y costumbres. Esto daría para mucho, pero me quiero centrar en El Carisma: “La santificación en la vida ordinaria, siendo como uno más en medio del mundo”

E independientemente de las consideraciones de Lucas, -que son más profundas que las mías y que, por cierto, debería ampliar-, yo me hago una pregunta muy sencilla, y al contestarla comprobamos que, como siempre, el espíritu difiere de la praxis.

Lógicamente, convendréis conmigo que el prelado debe ser el primero en dar ejemplo de santidad en la vida corriente. Y sus directores, lo mismo. No me vale la falsa excusa de que ellos al tener que gobernar quedan exentos de vivir según su propio carisma. El señor Echevarría, desde que usaba pantalones bombachos, no ha vuelto a estar en medio del mundo. Algo falla si predica una cosa y hace la contraria.

-          El señor Echevarría no ha tocado jamás a la puerta del jefe pidiéndole un aumento de sueldo.

-          El señor Echevarría no ha hecho en su vida cola en la caja del supermercado.

-          El señor Echevarría no sabe poner unos pañales.

-          El señor Echevarría no se va de copas con sus compañeros a la salida del trabajo.

-          Al señor Echevarría, todos le llaman de usted, luego no tiene amigos.

-          El seños Echevarría no sabe lo que cuesta una barra de pan.

-          El señor Echevarría no sabe lo que es tener su nariz bajo el sobaco de un trabajador en un tranvía en pleno mes de agosto.

-          El señor Echevarría no ha ido en su vida a una boda como invitado.

-          El señor Echevarría no conduce, ni sabe lo que es desesperarse por no encontrar aparcamiento en la ciudad.

-          El señor Echevarría no ha ido jamás de compras a unos grandes almacenes, ni ha hecho luego cola en el aseo de caballeros.

-          El señor Echevarría no ha besado jamás a una mujer que no sea de su familia.

-          El señor Echevarría no sabe lo que es una disputa en una reunión de vecinos.

-          El señor Echevarría no sabe bailar.

-          El señor Echevarría no sale de noche.

-          El señor Echevarría ni lee ni contesta las cartas de sus hijos.

-          El señor Echevarría va siempre acompañado, no sabe lo que es perderse por la ciudad, ni entrar en una tasquilla para calentarse con un cognac cuando hace frío.

-          El señor Echevarría no ha tenido jamás una nómina, un contrato de trabajo.

-          El señor Echevarría jamás abre la puerta de su casa ni descuelga el teléfono.

-          El señor Echevarría no se prepara la cena, ni ayuda en la cocina, ni pone la mesa, ni baja a por el pan, ni se plancha sus camisas.

-          El señor Echevarría no sabe cómo funciona un cajero automático.

-          El pobre señor Echevarría tiene muchas mansiones, pero nunca ha tenido un hogar.

¡QUE EJEMPLO DE VIDA CORRIENTE, LA DEL SEÑOR ECHEVARRIA!

Le mando un beso, al pobre señor Echevarría, y a todos.

Dolce far niente