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 Correos: El Opus Dei sociológico y la corrupción política.- Josef Knecht

100. Aspectos sociológicos
Josef Knecht :

El "Opus Dei sociológico", también llamado "Octopus Dei", y la corrupción política

Josef Knecht, 31/08/2012

 

En mi opinión, Ramón (29.08.2012) ofrece una descripción acertada del influyente papel del Opus Dei en el Vaticano y en la sociedad española actual –en el ámbito civil y en el eclesial– (habría que estudiar también cómo está la situación en países como Chile y México, de los que no estoy bien informado). El Octopus Dei (o “Pulpo de Dios”) se mantiene sano y salvo a la hora de acaparar poder y de fortalecer el poder de aquellos que apoyan su ideología. No me extiendo más sobre el tema del maridaje entre neoconservadurismo político e integrismo religioso, porque ya hablé de ello (4.04.2012) en el diálogo mantenido con Fletcher Christian hace unos meses. Para este fin el Opus tiene, de momento, vocaciones suficientes, tanto laicales como sacerdotales, aunque algo escasas...



Si los aires de la sociedad fueran adversos al Opus, es decir, si en vez del neoconservadurismo ahora dominante en Occidente la política y la cultura preponderantes fueran progresistas y si en la Iglesia se fomentaran corrientes pastorales como la “teología de la liberación”, entonces el Opus Dei sociológico estaría totalmente de capa caída. En esas hipotéticas circunstancias se haría palpable y se evidenciaría a las claras la escasez numérica de vocaciones como la que ahora el Opus padece. Las favorables circunstancias actuales permiten que en su entorno sociológico florezca bienestar (como, por ejemplo, puestos de trabajo que en mayor o menor grado se deben al Opus, notable presencia y buena imagen en medios de comunicación, libros suyos que se difunden, relaciones sólidas –acompañadas de liquidez dineraria– con empresarios y banqueros, etc.) y por eso ayudan a disimular o maquillar el descenso notable del número de vocaciones. Este maquillaje no sería factible en las hipotéticas circunstancias antes expuestas, en las que el Opus se quedaría socialmente desplazado. Es decir, gracias al poder y al dinero del “Octopus Dei”, todavía no se ve el plumero de la decadencia interna de un Opus Dei que aún está en el candelero de la sociedad.

 

Permítaseme un ejemplo, que me ha venido a la cabeza después de leer la noticia que nos dio Pablete (27.08.2012). Durante los últimos años, la cadena televisiva “Canal 9” de la Comunidad Valenciana, además de promover los valores del neoconservadurismo y la cultura del “pelotazo” y de difundir buena imagen del Opus Dei, ha proporcionado puestos de trabajo a muchos periodistas formados en la Universidad de Navarra y en otras universidades. ¿Cómo no va a estar agradecida esa gente –y sus familias– al Opus, cuyos miembros han ocupado importantes cargos políticos en esa Comunidad y desde esos cargos han subvencionado el “Canal 9”, además de controlarlo ideológicamente? También estoy seguro de que los miembros del Opus Dei trabajadores del “Canal 9” habrán hecho buenas amistades con muchos de sus colegas. Así las cosas, la escasez de vocaciones en el Opus pasa inadvertida a todos esos amigos. Además, a éstos es fácil convencerlos de cuán equivocados estamos en opuslibros, pues el mantenimiento de su puesto de trabajo es más importante que las opiniones de opuslibros. Por cierto, a consecuencia de la debacle económica de la Comunidad Valenciana y de los actuales recortes presupuestarios, muchos de esos puestos de trabajo van a desaparecer en los próximos días: sic transit gloria mundi; esos periodistas han recibido un pelotazo, en el sentido literal de la palabra, en los mismísimos...

 

Un factor, del que se habla poco y que favorece mucho al “Opus Dei sociológico”, es la capacidad que una sociedad –sobre todo sus dirigentes– tiene para corromperse. En el caso de la Comunidad Valenciana, como también sucedía en la España de Franco, esto se ha hecho más que palpable en los últimos años de gobierno neoconservador. La corrupción del poder político y de las fuerzas económicas de un pueblo o nación promueve el florecimiento de caciques que, además de corromperse personalmente, seducen, convencen o intimidan a otras muchas personas para que se acomoden a la situación; el caciquismo genera en torno suyo una extensa y dócil clientela. Tal vez esta circunstancia ayude a entender a Ramón por qué pueden existir universidades mantenidas por quien niega la libertad: exactamente por las mismas razones por las que existen canales televisivos controlados ideológicamente desde el poder establecido. Tanto los profesores universitarios y los estudiantes como los periodistas se acomodan a la situación.

 

Puesto que no soy sociólogo, no soy capaz de explicar el proceso por el que una determinada sociedad se va enmarañando progresivamente en una viscosa red de corruptelas, sin reaccionar a su debido tiempo para impedirlo, pues, a la corta o a la larga, la corrupción pasa factura, como bien saben y padecen no pocos trabajadores del “Canal 9” y muchos otros valencianos, y por eso sería más lógico verla venir y atajarla de raíz a tiempo. Pero, en cualquier caso, ahí está la clave, creo, del éxito del “Opus Dei sociológico”, a pesar de la merma de vocaciones en el “Opus Dei propiamente dicho”.

 

(Otro ámbito en que se aprecia el turbio proceder del “Opus Dei propiamente dicho” amparado por los poderosos tentáculos del “Opus Dei sociológico” es el de la opacidad de sus ficheros internos en relación con el derecho de los ciudadanos a la protección de datos, según corroboran el testimonio de Anonymous [La Agencia Española de Protección de Datos: la arbitrariedad del Poder al servicio del Opus Dei 14.01.2011] y las continuas reivindicaciones de Daniel M. [4.01.2010 y 2.02.2011] en esta página web).

 

Con esto no estoy queriendo decir que todos los entramados sociales del Opus Dei sociológico sean siempre corruptos. Muchos de ellos respetarán la ética humana y la legislación vigente, supongo. Pero sí deseo resaltar que, sin el impulso de la corrupción y sin la complicidad del caciquismo, el apabullante éxito del Opus Dei sociológico se desinflaría bastante.

 

No sé si mi punto de vista habrá convencido.

Josef Knecht




Publicado el Friday, 31 August 2012



 
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