En el periódico italiano  Avvenire –llamado habitualmente el diario de los obispos- aparece hoy un reportaje al prelado del opus dei, Javier Echevarría con motivo del 6 de Octubre. Entre otras preguntas destaca especialmente la referida al Concilio Vaticano II.

Periodista: Cuál fue la contribución de Escrivá a los trabajos de la Asamblea y a sus frutos? Y qué se rescata hoy del Concilio Vaticano II?

Respuesta: ‘Benedicto XVI ha definido a este Concilio ‘la gran gracia de la cual la Iglesia se ha beneficiado en el siglo XX’. San Josemaría no participó personalmente en los trabajos conciliares, pero siguió con gran atención este importante momento de la historia de la Iglesia: permaneció, de acuerdo con Juan XXIII, en contacto con los padres y peritos del Concilio (conciliarios), a los cuales, con total espíritu de servicio, pudo transmitir su vasta experiencia pastoral. Han pasado cincuenta años de cuando el Concilio proclamó la llamada universal a la santidad y al apostolado, que san Josemaría- como ha sido reportado en el decreto de la Congregación de las causas de los santos por su beatificación- había contribuido a despertar algunos decenios antes, y queda mucho camino por hacer a fin de que esta verdad alcance a iluminar y a guiar los pasos cotidianos de todos los cristianos’.

            Es cierto que el fundador del opus dei no participó en el Concilio porque ... (a nadie se le escapa) … no fue invitado. Pero ¿alguien sabía que, de acuerdo con Juan XXIII, se había mantenido en contacto con los  padres conciliares y peritos para asesorarlos? Y fijarse que dice ‘los padres conciliares y peritos...’ y no ‘algunos’. O, tal vez, ‘algunos invitados ex profeso a Villa Tevere…’

            En otras palabras, algo así como si Juan XXIII le hubiera dicho: ‘no te invitó al Concilio porque prefiero que te quedes afuera y les enseñes a los que participan ya que sabes tanto y tienes tanta experiencia y ellos en cambio…’

Bueno es recordar que en 1962 los peritos teólogos más jóvenes del Concilio fueron Joseph Ratzinger y Hans Küng con 35 y 34 años de edad respectivamente y en ese entonces el fundador tenía 60!!!

            Por hoy nada más porque hay feriado largo en mi país y me tomo un descanso.

Abrazo a todos!!

PD:  la traducción es mía de la versión digital (avvenire.it). Joseph Ratzinger nació el 16/4/1927 y Hans Küng el 19/3/1928.