Hace tiempo que no escribo. Después de leer y releer los artículos escritos en estos últimos meses, de verdad que ya no sé donde estuve ni lo que fui. Gracias a todos lo que han hecho posible tanta información.

Nikita pide perdón por mentir. Yo no mentí a nadie y creo que tu tampoco Nikita, estábamos de buena fe, convencidos de que Dios nos había llamado y ese era el camino y nuestro actuar (obediencia ciega) el modo de recorrerlo. Yo no descubrí la mentira hasta varias décadas después de salir y de no haber existido internet no la habría descubierto. No sé cuantos nos fuimos, ni cuantos hay dentro, ni cuántos de los que hay dentro están fuera. Sé que hemos estado engañados, que muchos de los de dentro se engañan porque ya es tarde para ellos y prefieren la vida que llevan porque tienen miedo.

Una numeraria con más de cinco décadas dentro, me comentaba que al preguntar a sus directoras qué del espíritu que ella había aprendido directamente del fundador quedaba ahora, la respuesta fue: “queda la esencia”. Cuando le preguntó qué era la esencia le respondió: “pues eso, la esencia”. Y esta es la consigna, vivir la esencia, con una pobreza que para ellos quisieran muchos padres de familia, con un corazón seco y duro, con una vida de familia nula, con una obediencia sin sentido. Y seguirán engañando y se seguirán engañando.

Pregunta Gregorio si pueden equipararse los escándalos de Marciel con las pretensiones de Escrivá. No lo sé, Dios sabe más, pero somos muchos a los que ha matado el alma y el alma solo es de Dios como decía aquel célebre alcalde. Puede que no haya hecho daño en los cuerpos o en la opinión pùblica como Marciel, pero está claro que tampoco dejo actuar al Espíritu Santo en cada uno de nosotros, no nos dejó utilizar los talentos que Dios nos había dado. En cuanto a los que voluntariamente abandonaron la vida, a saber cuánta responsabilidad ha tenido, y por tantos y tantos enfermos, tantas personas que andan sin norte, amargados, por esa afectividad y sexualidad deformada que transmitió a tantos miles de hijos. Nos mato el alma y marchitó nuestros cuerpos solo a causa de sus propios complejos, Y si se tiene en cuenta aquello de que por sus frutos los conoceréis… cierran centros, no hay “pitajes”, abandonan el barco personas con décadas dentro, la media de edad en cursos anuales es de unos setenta años. ¿Dónde están los frutos? ¿En proyectos como saxum? Creo que no, no puede equipararse, porque lo de Marciel es público gracias a que alguien decidió no seguir mirando hacia otro lado y lo de Escrivá es secreto porque a nadie le interesa hacer un giro de cabeza y hacerlo público y oficial.

En cuanto a la Iglesia, al Santo Padre, no harán nada. No son ignorantes de lo que pasa y continúan mirando para otro lado. Además Gregorio, ¿le habrá pedido Dios cuentas por haber matado en tantos la esperanza? O ¿cómo habrá respondido cuando le hayan preguntado por el daño causado a tantos pequeños hijos de Dios -pederastia espiritual-, tantos jóvenes, a tantos padres, a tantas familias? No, no es equiparable. Seguiremos pues creando santos.

Julia Fuentes