Mi historia es similar a la de muchos de los que trabajan en una de las obras corporativas en Italia: el Campus Bio Médico en Roma. Esta obra corporativa encargada por Don Álvaro a principios de los años 90 se convirtió en la punta de lanza de las actividades de la Obra en Italia...

Una actividad que iba a nacer pequeña y seguir siéndolo, que gracias a muchas oraciones pero también a la ayuda de personas, amigos y muchos políticos se ha vuelto lo suficientemente grande como para tener más de 2000 empleados hoy. De estos quizás solo el 5% son personas de Casa. Muchos se han ido a la calle, muchos han sido expulsados, muchos otros en la garra del agotamiento han preferido buscar otros caminos.

Aunque en mi opinión mantengo elementos positivos de esperanza y gran santidad en muchas personas de Casa, desafortunadamente en los últimos años se ha visto, sin duda, una demolición continua y progresiva de todos los elementos fundacionales de la Institución, y más aún. En mi opinión sería "la destrucción del profesionalismo" de muchas personas de Casa. Por otro lado, ningún esfuerzo de la Delegación o de la Comisión se ha hecho para contrarrestar esta debacle. Se han colocado muchos filtros para guardar la imagen de la institución frente a episodios graves y desagradables. Por supuesto, el momento histórico no ayuda, soy muy consciente de ello, pero esto no justifica ninguno de los comportamientos de los últimos tiempos.

Muchas personas han sido encargadas de la organización sin la más mínima experiencia. Estoy pensando en quién durante treinta años ha dirigido una residencia universitaria femenina y hoy se encuentra en la dirección del Policlínico. En los últimos años dentro de la institución de los grupos de presión reales están formados por personas de Casa y no. Quien no está dentro de estos "lobbies" a menudo mantenidos por dinámicas poco claras (simpatías, atracciones, intereses económicos) se queda fuera del juego. Y muchos de nosotros debemos aceptar y soportar el hostigamiento y la mortificación, a menudo porque señalan algunos problemas: hasta amenazas reales, arriesgando lo que ha sucedido con algunos de mis colegas, el puesto de trabajo.

¿Está todo bien? ¿Es correcto seguir viendo gente de Casa y no, sufrir, ser objeto de hostigamiento profesional, cuando al mismo tiempo y sin la más mínima discreción, los chicos de la política romana e italiana, la masonería, también asumen cargos académicos y prominentes? Es inútil esconderse detrás de un dedo. Más de una vez, también se ha "sugerido" evitar y posteriormente evitar hablar de los problemas tanto en la Delegación como en la Comisión porque estos "no son problemas de la Obra" y que "la Obra tiene otros problemas". ¡Pero esto es absurdo! Entonces, ¿es o no el Campus Bio Medico una obra corporativa?

Desafortunadamente, incluso el clima entre la gente de Casa no es agradable y, a menudo, observo cómo las personas, mis hermanos en la Obra, no saludan ni miran a otras personas en el Campus mientras que en los Centros se acercan a usted. Con una sonrisa muy cariñosa, de circunstancia y casi ridícula.

Realmente no puedo entender cómo las personas de Casa, que buscan la santidad en el trabajo profesional y deben ayudar a otros a buscarla, pueden comportarse así. Apenas puedo pensar que muchas personas han decidido abandonar esta actividad. Pero lo más serio es quién ha cuestionado su vocación. Esto grita venganza. Me pasó al hablar con algunos de ellos: buenas personas, obligados a emigrar muy lejos, a reconstruir sus vidas, a reconstruir su profesionalismo. Pero este es un problema importante en la Obra. Muchos directores / directoras son personas que nunca han trabajado. No saben lo que significa "no tener trabajo" o "no ganar dinero". Pero son las mismas personas que hablan de pobreza o crisis económica. Un verdadero dolor. Dios sabe más...

Trigoria 2018

El texto original en italiano