Afortunadamente Padre, Dios, el verdadero, no es como el que la Obra ha inventado que es un ente odioso y vengativo que pasa su día contabilizando con precisión los pecados de los seres humanos y llevando un registro minucioso de la cantidad de horas de meditación, de lectura espiritual, de Rosarios, de Misas, de mortificaciones, de miradas a la Virgen, de Acordaos, de genuflexiones dobles y sencillas, de visitas al Santísimo y del monto de las aportaciones de las personas para castigarlos con las más duras penas del infierno a quien no cumpla con todas las directrices de la Prelatura. Si Dios fuera como dice la Obra que es, ahí dentro deberían de ponerse a temblar de miedo, porque gracias al Opus Dei muchas personas han perdido la fe. Y no, no es culpa de ellos, es culpa de la Obra y de los abusos que comete en todo cuanto está relacionado con ella que deja a sus miembros exhaustos. Es mínima la cantidad de ex miembros que la conserva intacta y sigue con las prácticas piadosas como si nada. No podría ser de otro modo, todos relacionamos la religión con el Opus Dei, lo lógico es que nos cause un gran conflicto todo lo referente a ella…

La Obra, que puede llegar a ser una verdadera arpía, está acostumbrada a despojar a las personas de lo que más le importa a cualquier ser humano: su familia de sangre, su profesión, sus pertenencias, su vida privada, sus amistades sinceras, sus gustos personales… pues también el Opus Dei se encarga de despojar a las personas de su fe con las prácticas desquiciadas que los obliga a practicar. Y eso es la cosa más cruel que puede hacer una institución: despojar a alguien de ella, porque muchas veces es lo único que sostiene a las personas.

Ya sé que el pensamiento de dentro es que quien pierde la fe es por su gusto, porque ya nos quedó más que claro que el Opus Dei bajo ninguna circunstancia reconocerá ni la más mínima falla como propia, la soberbia ahí dentro se vive en algunos casos como si fuera otra norma más, pero no es así y debe quedarles claro. Las personas que pierden la fe, lo hacen porque la Obra no paró de asfixiarla con todas las prácticas inhumanas a las que la sometió hasta que la mató, o al menos la dejó en muy malas condiciones.

El Opus Dei es un sepulcro blanqueado porque exige el cumplimiento a rajatabla de algunos mandamientos de la Iglesia, y otros los ignora completamente. ¿Cómo se entiende si no que el 1°, 3°, 6° y el 9° mandamientos se viva con escrúpulo enfermizo? En el confesionario y en la charla se fisgonea (no encontré mejor palabra) la pureza de los miembros con obstinación. El hecho de faltar a una Misa, aunque esta no sea de precepto puede significar una hecatombe… pero los otros 7 mandamientos se interpreten como a la Obra le conviene. El primer mandamiento se vive como verdaderos fariseos. Nada más de recordar algunas ridiculeces que se hacen ‘para agradar a Dios’, que ni le han de agradar y ni siquiera le importan, me provocan vergüenza ajena. Se utiliza el nombre de Dios hasta para las cosas más mundanas, para mí, ese abuso también significa tomar el nombre de Dios en vano. El cuarto mandamiento no se vive, bueno, ni siquiera se finge. Los mandamientos 5°, 7°, 8° y el 10° mejor ni hablar, porque lo que se hace con ellos es manipular todo y a todos, y  lo más grave aún es utilizar TODOS los medios a su alcance para tener el control total de las personas que están dentro y así mangonearlas para sus fines particulares que muy poco tienen que ver con Dios y mucho menos con las almas. O sea… la Prelatura exige a los demás lo que no practica.

Y que quede bien claro Padre, que en ningún momento acuso a las personas que pertenecen a la Prelatura de ser las causantes de los daños que esta hace. No creo, y lo digo con sinceridad, que en la Obra antes o ahora existan o haya habido personas malas o retorcidas. Puedo afirmar que es un sitio lleno de gente estupenda que vive y se desvive por santificarse y por ayudar a que los otros se santifiquen. El problema del Opus Dei es que anula a las personas a base de normas, criterios, vademécums, fichas, etc., etc. El sujeto deja de ser persona para convertirse en instrumento, en pieza de maquinaria, y al perder esa parte humana debido a todas las imposiciones que debe vivir desde que despierta hasta que se duerme sin que le dejen un instante para ser individuo, es lo que hace que con el tiempo estos seres buenísimos se vuelvan unos robots que olvidan que más allá de las normas y las reglas son seres con libre albedrío y moral propia.El Opus Dei debería reformarse porque de ello depende que las ilusiones, los afanes, las alegrías y los desvelos de quienes pertenecen a la Obra hagan de la suya una vida plena, como debe de ser la vida de los hijos de Dios. En esta época el mundo necesita como nunca de verdaderos Pastores y de verdaderos testigos de Jesucristo. Rezar 18 horas al día no sirve de nada si no se demuestra verdadero AMOR por los demás. Las normas NO hacen más santa a una persona, porque la santidad no se mide por la capacidad para rezar o para mortificarse. La santidad se mide por la cantidad de AMOR que una persona es capaz de dar. Nada ni nadie que se precie de ser cristiano puede presumir de serlo si no muestra misericordia con el prójimo y actúa con empatía, caridad y verdadero interés por los demás. Los desatinos que se perpetran en la Obra, aunque son las personas las que los cometen, se deben a la intransigencia de un reglamento inmisericorde, intolerante y muchas veces inhumano que empuja a estas a actuar como verdaderos verdugos que al mismo tiempo son víctimas.

Después de todo lo anterior, creo que me quedan pocas cosas por decir (por ahora) y desde luego que no voy a ir a decírselas a ninguna directora, sacerdote o lo que sea, de la Obra, por lo mismo, le pido que dé la orden de que se deje de perseguir a los ‘exes´ para quedar a lo que sea (cafecitos, desayunos, etc,.) para que nos demuestren su cariño y su interés en nuestra persona y en todo lo que tenemos que decir. Puedo asegurar que todos los que aquí escribimos intentamos decirlo muchas veces cuando estábamos dentro y no sólo nunca recibimos respuesta alguna, incluso llegamos a recibir correcciones fraternas y a ser acusados de tener mal espíritu por ello, no es posible que tengan el cinismo de venir ahora a ofrecernos sus atentos oídos para que digamos todo lo que pensamos. Si tanto les interesa, con que sigan leyendo OpusLibros se entrarán de todo con pelos y señales a través de más de 25,000 escritos que están aquí publicados. De esta manera pueden saber todo cuanto les interesa con la ventaja de que lo pueden releer todas las veces que consideren necesario para analizarlo hasta el cansancio, hacer estrategias, llenar fichas y todo cuanto se acostumbra a hacer ahí dentro.No vale la pena que pierdan su tiempo ni nos lo hagan perder a nosotros. Si va a haber cambios en ‘Casa’, que estos sean sustanciales, no que el cambio sea que ahora los que ya nos fuimos somos los más escuchados y queridos por que ese cuento, no se los va a creer nadie y nosotros menos, porque nos conocemos y sabemos de qué pie cojeamos. Son tan capaces de que ahora haya un nuevo tema de círculo: “El apostolado del cariño hipócrita con los ex miembros para mantenerlos bajo control”… es que ya lo veo venir. Mejor ustedes en sus centros, nosotros en nuestras casas y Dios en todas partes. Estas prácticas repulsivas me recuerdan al refrán que dice “Ahogado el niño, a tapar el pozo”. Haber pensado antes, que la basura por algún lado tiene que salir, de haber sido más inteligentes no estarían tratando de demostrarnos a los que nos fuimos un cariño y una comprensión que son más falsos que una moneda de plástico y que lo único que causa en nosotros es desprecio. Ni Escrivá, ni Del Portillo y mucho menos Echevarría dentro de su ‘santidad’ escucharon nunca a Dios cuando les decía que la CARIDAD se debe vivir con todos y todo el tiempo. Con sólo eso queda demostrado que como interpretes personalísimos de Dios, resultaron ser una chapuza.

Le envío un cordial saludo.

Salypimienta

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FIN