En el correo del lunes pasado, Gervasio se pregunta si la Obra ha cambiado o no y en caso afirmativo, en qué. Pide alguna información.

Ya hace tiempo que me fui, pero por lo que puedo observar en las redes sociales hay algunos pequeños cambios. Por ejemplo, a mí -como a toda mi generación- se me prohibió ir a la fiesta de casamiento de mis hermanos. Al parecer, esto ya no es tan así.

También se me prohibió ser padrino de confirmación de uno de mis sobrinos. Me parece que ahora hay excepciones.

Lo digo por fotos subidas a las redes donde numerarios (no son de mi generación) se muestran en fiestas de casamiento -incluso de supernumerarios- o presumen de un ahijado. Y debajo, hay "likes" de otros numerarios mayores...

Por las fotos que suben, los numerarios VIP siguen haciendo lo que les da la gana. Otaluto (15/12/2017) recordaba en su escrito "Tres anécdotas que ilustran la esquizofrenia que se vive en el Opus dei":

"Cuando anunciaron la beatificación del fundador, llegó una nota diciendo que todos, es decir, TODOS, teníamos que ir: gran plan y excitación general. Había uno en el centro que iba con sus padres supernumerarios, y durante algunos días nos contaba que planeaba visitar con ellos algunas ciudades de Italia. El resto nos entusiasmamos también y nos animamos a organizar algún que otro plan.

Días más tarde llega otra nota diciendo que estaba absolutamente prohibido hacer planes fuera de Roma. El tema venia en serio y era bajo pena de “mal espíritu” que en la obra es algo parecido a la excomunión de la Iglesia de los católicos. La nota era uno de esos baldazos de agua fría que nos regalaba cada tanto la Obra, pero bueno, obedecer es obedecer…

¡Cuál sería mi sorpresa cuando, ya en Roma, me enteré que un grupete de directores de la delegación se había alquilado un auto para hacer una “romería” a Florencia!"

También percibo -siempre por lo que veo en las redes- mayor facilidad para visitar a familiares y quedarse con ellos unos días. En mis tiempos, ¡ni a la ordenación de un hermano numerario -y con los gastos pagos por tu familia- era posible ir! Toda consulta era clausurada por ser falta de pobreza o desatención a las labores apostólicas.

Curiosidad: cierta vez me crucé con un numerario en el cine. No sé si estaba allí clandestinamente o tenía el OK de su consejo local. Ningún escándalo: se trataba de la película de Mel Gibson, "Hasta el último hombre". Se escabulló para no saludarme.

Lo que sí es lamentable: continúan enfocados en el "proselitismo" (aunque ahora usen eufemismos) con pre-adolescentes.

Esto lo sé por un familiar a quien le hicieron un trabajo de pinzas en un colegio de los que no son, pero son. Sus padres -mis primos- no son supernumerarios y el director del centro habló con ellos como si el chaval - un enano de 14 y medio- estuviese golpeando con los puños las puertas del Opus Dei y ellos ya no pudiesen contener sus deseos de entrega. Mis parientes cedieron, pero el niño resultó más espabilado de lo que parecía. Ya se marchó.

Hasta aquí mis percepciones...

De la posibilidad de un cambio en la Obra en todo aquello que atenta contra el Magisterio de la Iglesia (el modo de llevar la dirección espiritual, las normas ocultas contradiciendo los Estatutos - como la exigencia de la entrega total del sueldo por parte de los numerarios y agregados-, etc.) y otros abusos, como la captación de menores, soy escéptico.

Hay fuegos artificiales pero nada más: la famosa carta de Don Javier, tan bien comentada por Guillaume en "Observaciones a la Carta pastoral del Prelado del Opus Dei" (28/11/2011) fue un verdadero mazazo y aceleró los tiempos de salida de buena cantidad de numerarios que no se tragaron el sapo.

Dos cosas que me gustaría saber: ¿Hay que seguir yendo de a dos para hacer compras de ropa interior o de lo que sea? La última vez que compré algo con otro numerario, la vendedora interpretó que éramos una pareja homosexual: ¡nos dijo que éramos muy valientes y nos felicitó por el anillo!

La otra es menos frívola: ¿Continúan empastillando a quienes pasan por crisis como lo hicieron conmigo?

¡Feliz 2019 para Agustina y todos!

Hondo