Querido Demócrito, gracias por tu correo. Quizás no me expliqué bien. Lo que quería decir es que los centros se han convertido en CENTROS DE MANTENIMIENTO (en el sentido pleno de la palabra): sigue habiendo control férreo pero hay que ceder en muchas cosas porque sino la gente se va y eso no interesa.

Al ceder en aspectos frívolos, superficiales, compensatorios.. el nivel de exigencia espiritual baja, se vuelve muy mediocre. En estos centros de mantenimiento las personas siguen siendo muy dependientes de quienes les gobiernan pero se les deja hacer lo que quieren. No sé si me explico.

En el fondo NO HA CAMBIADO NADA. Insisto los directores, supuestamente, no pueden ayudar a los demás porque no saben ("¿puede un ciego guiar a otro ciego?"), tienen demasiados problemas personales, van a los números, a los euros. No ven más allá de esto. No saben ver el interior de las personas, no porque no quieran sino por incapacidad de la DEformación que han sufrido toda su vida. Incluso porque no salen de las cuatro paredes del centro y han perdido de vista la realidad de las cosas. Hay algunos que sí intentan hacer las cosas bien pero se topan con una estructura desde arriba que les impide ser ellos mismos y acaban tirando la toalla.

Tendrían en la Obra que reflexionar sobre el contenido de los medios de formación: qué coñazo los cb, las charlas, las meditaciones, los crt. No sirven para nada. Hay sacerdotes que sacan el papelito de meditaciones de hace 40 años y cuentan batallitas del colegio romano, de los primeros tiempos... en vez de hablar del evangelio, de Jesucristo.

Lo dicho, me gustaría que las cosas cambiaran. Hay mucha buena gente dentro pero tendrían que hacer examen de conciencia los directores, desde el primero al último porque no se puede utilizar a las personas que, de buena fe, han dado su vida por amor a Jesús y para extender el evangelio.

Un saludo.

Andy