Si tengo que decir verdad, al tener un plan de vida y al reservar el tiempo de oración, yo hacía oración de la buena. Cogías el libro de turno que te decían  y como en ese libro no te recomendaban salvajadas, iba bien en mayor o menor medida. Siempre cogías del libro lo positivo para ti y si el libro no servía, lo comentabas y solían cambiártelo, sin más problemas.

Además en la oración, sólo estas Él y uno mismo, a medida que avanzas, los intermediarios se diluyen. Los libros, los directores espirituales, y todo el material vario sirve para empezar, luego una vez dentro es un diálogo fluido… sobran todos los artilugios y estratagemas… no sé si me explico.

Cuando vas con la oración muy forzada, libros, temas a tocar predestinado… etc… es como un diálogo con los testigos de Jehová que te vienen a casa, que sólo hablan ellos y mejor no llevarles la contraria.

En el opus, como en botica, hay de todo, gente que ora con verdadero diálogo y gente que ora con un espejo, sólo se oye así mismo. Y esto se nota.

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