¡Feliz Pascua de Resurrección a todos!

En mi opinión esta Cuaresma ha sido bastante movidita para la jerarquía de la Iglesia. El escrito del Papa Emérito Benedicto XVI sobre la Iglesia y los abusos sexuales es un auténtico terremoto por su claridad y su profundidad, y las declaraciones del cardenal Muller  y del cardenal Sarah  me parecen de una fuerza extraordinaria.

Me quería referir a la siguiente frase del cardenal Sarah: “El mal del activismo eficaz se infiltró por doquier. Buscamos imitar la organización de las grandes empresas.” Creo que un ejemplo paradigmático de esta denuncia se encuentra en el Opus Dei, una organización que busca la eficacia proselitista al margen de las personas o, incluso, contra las personas. Los directores de la Obra operan como si fueran un consejo de administración planificando las tareas apostólicas a las que mandan a sus “obreros” y decidiendo los puestos (“vocación” le llaman) que ocupan esos “obreros”. Como denuncia Benedicto XVI, la doctrina según la cual “el fin justifica los medios” se ha aceptado en la práctica a pesar de que sigue condenada en su formulación.

Para colmo, da la impresión de que su presunta eficacia proselitista les justifica ante Dios y les asegura el Cielo. O sea, los tintes calvinistas y pelagianistas ya denunciados que impregnan el modo de ser del Opus Dei.

Por otra parte, siempre me ha indignado la pereza de la Iglesia para cortar los abusos del Opus Dei pero leyendo el escrito de Benedicto XVI entiendo que, dada la cantidad de frentes abiertos y la profunda vileza de algunos de ellos, la cuestión de la Obra pueda quedar siempre pospuesta.

Con todo, personalmente me adhiero al optimismo con el que termina su artículo Benedicto XVI. Lo dicho, ¡felices Pascuas!

Cyrano