Jesus, perfecto Dios, perfecto Hombre, se postró en la cruz y con ello encumbró todo el acontecer humano: “El que quiera ser grande, que se humille a sí mismo”.

Bueno, nuestros amigos del Opus lo ven diferente. Todo en ellos es encumbrar al buen Jose Maria y a sus más allegados. Pero, como decíamos, siempre ciegos a los hechos, nada ven más que la (supuesta) gloria de Dios a través de su santo-bala (perfecta denominación que hace Luxindex) o lo que tenga que ver con su institución, y no a través verdaderamente de Jesus Cristo.

Formulo esta reflexión hacia la una de sus obras “magnánimas” ubicada nada más y nada menos que en la misma tierra santa: El necesarisisisísimo –“para bien de todas las almas de este mundo”- denominado Saxum.

Verdaderamente amigos del Opus Dei, ¿hacía falta este lugar en tierra santa? Visitar el Getsemaní, la Vía Dolorosa, el Gólgota o el Santo Sepulcro en Jerusalén, ¿no son por sí experiencias vivificadoras y enriquecedoras? ¿Qué estos sitios en sí no son suficientes para revivir la presencia de Nuestro Señor en la tierra? ¿Solo porque Jose María “deseó” visitar tierra santa para “rezar, arrodillarse y besar el suelo que Jesús pisó” (así dice su página oficial) había que gastarse varios milloncitos de dólares que ha de haber costado semejante bodrio-parque temático a manera de multimedia religioso? Reitero, ¿no son suficiente los lugares mencionados como para “rezar, arrodillarse y besar el suelo que Jesús pisó”?

¡Ah no! No lo son, si el Opus tiene que hacer presencia en todos los confines de la tierra… Por supuesto, primero hay que hacer presencia en donde se les vea y se les reconozca, si no que “chiste”, deben de estar donde sean una “palestra de luminosidad” (antes que hacer labor callada y silenciosa en Katmandú, por ejemplo). Tienen que poner el ejemplo -en los mismísimos lugares santos- de cómo se vive verdaderamente la vida cristiana, prístina, tal como la enseñó… el buen Jose Maria. ¡Que estupidez! Es la pura autoexaltación con una obra más que, según ellos, hace o hará “tanto bien”.

Por cierto, ya construido pues (qué hacer, ni hablar), pensé que la elección del nombre de susodicho lugar (saxum, roca o piedra en latín) se debía, con toda la lógica y sensatez del mundo cristiano “común y corriente”, a evocar a San Pedro y los orígenes de la cristiandad en la mismísima tierra santa de hace 2,000 mil años… Ah, pues no, no es así... ¡Sorpresa! Se llama saxun ¡en HONOR a Álvaro del Portillo!, que porque así le decía Jose Maria… (así también se lee en su página de internet)…

Nada que ver con la autoexaltación dirán los del Opus, ni la dichosa construcción del bodrio aquel, ni el costo $$$ que haya significado, ni su nombre… “Si todas las instituciones de la iglesia tienen edificaciones para sus modelos santos, pues también nosotros para nuestro ´santo-bala´ y sus más fervientes discípulos (allegados), ¿que no tenemos el derecho de hacerlo? Y ¡vaya que modelos de santidad!”. Del Opus Dei, generoso en sus obras (porque ellos son pobres de espíritu), vaya el Saxum y el ejemplo de vida de Don Alvaro del P para el mundo entero, que verá enriquecida su experiencia espiritual en el mismo lugar donde tuvo sus pasos humanos NSJ, por los siglos de los siglos... ¡Estupidez! ¡Banalidad! ¡Frivolidad! ¡Desperdicio! (más bien punto de referencia, contacto y captación de inmediatos y futuros adeptos, eso SÍ).

Una pregunta tal vez insignificante -y ya construido pues este bodrio (elemento más de su Emporio): y si el nombre de este lugar hubiese sido en referencia a San Pedro, ¿les haría algún mal? ¿les dañaría en un ápice su imagen? No ¿verdad? ¿Qué esto les es tan difícil de ver? Seguramente para ustedes sí, simplemente no ven nada de esto (“todo sea por el “bien mayor”, ¿ah sí? ¿cuál?) y pasan de largo todo estos temas y críticas con sus elucubraciones y formulas mentales ya elaboradas en pro su “gran labor”, generosa y entregada… Una vez más la autoalabanza, magnificar la “grandeza” de su fundador y de sus miembros… ¿saxum?, ¿de qué? Nada que ver con el mensaje noble y humilde de Nuestro Señor Jesucristo y de sus apóstoles.

Este tipo de comentarios o reflexiones (que van con una carga de critica sarcástica para esa numeraria o numerario que nos lee con la intención de generar mayor sensibilidad en ella o él y, por qué no decirlo, como una forma de desahogo ante la impotencia de que el Opus, con su poder, siga haciendo mucho mal) son puros ladridos y berridos para ese Opus INSTITUCIONAL, para ese Opus del poder, el de los “meros meros camoteros”, el de los “Dires” en jerarquía y escalafón -desde Bruno Buozzi hasta los pobrecitos “empoderados” de un consejo local que aglutina a los pocos que van quedando después del cierre de tantos centros citadinos y que son “pequeños jefes” de su parcelita de numes. Todos somos para ellos gente que “no los entiende”, “que se oponen a la “obra de Dios”, que somos como los obstáculos mundanos y/o del demonio en el verdadero mensaje de Jesucristo, etc. Y sí, ellos a lo suyo, a seguir haciendo “la gran labor de Dios”…

El Opus Dei institucional siempre ciego y arrogante… Pero, para la numeraria o numerario "de a pie", el sencillo, (que actúa lamentablemente muy adoctrinado, así, tal cual, con todo el significado de la palabra) pero siempre de buena fe, que se cuestiona en conciencia tantas cosas de su “madre guapa”, y que, por ahora, su poca visión de las cosas, de la realidad humana (la real: familiar, social, económica, profesional, cultural, etc. y que no la que percibes mas que de forma estrecha en tu pequeña gruta "opusina" que te hace tener esa obediencia ciega) y por igual de la realidad verdaderamente cristiana y universal, para ti pues, amiga numeraria, amigo numerario, esta arrogancia (y tantas cosas más), ¿va contigo?

Jason