Mi opinión respecto a la cuestión de las numerarias auxiliares es que la estructura del Opus Dei es, como tantas veces se ha escrito, copia de los estatutos de otras organizaciones religiosas y un producto vulgar (no tiene nada de especial) del tiempo del fundador.

COPIA DE OTRAS ÓRDENES RELIGIOSAS

Lo que se dice en los Estatutos de las Numerarias Auxiliares:

Las Numerarias Auxiliares, con la misma disponibilidad que las demás Numerarias, dedican su vida principalmente a los trabajos manuales o tareas domésticas, que voluntariamente asumen como su propio trabajo profesional, en las sedes de los Centros de la Obra (artículo 9).

§ 4. Para las Numerarias Auxiliares, los Centros de Estudios organizan cursos de formación filosófica y teológica adaptados a sus circunstancias personales. Tales cursos no han de comprender necesariamente todo el currículum filosófico-teológico (artículo 100.4)...

El artículo 9 es común en las reglas de las órdenes religiosas en lo que respecta a los “trabajos manuales” y la gran aportación constituye en añadir “tareas domésticas”, superfluo porque en este contexto siempre se han entendido las tareas domésticas como trabajos manuales.

En Wikipedia se dice:

Los hermanos legos, en su sentido de uso más común, son los miembros de una orden religiosa de la Iglesia católica, particularmente de órdenes monásticas, que se ocupan de labores manuales y de los asuntos seculares de un monasterio, con el fin de permitir la plena vida contemplativa de los monjes.

Así, los hermanos legos tienen como propósito el apoyo práctico en la gestión de talleres, granjas, cocinas y otras dependencias del monasterio, para dejar libertad a los monjes de coro de orar y estudiar. Sin embargo, los hermanos legos también son monjes y dedican una parte importante del día a orar. 

PRODUCTO DE SU TIEMPO

En el momento de la fundación de la Obra el Fundador no hizo nada original, sino lo que todo el mundo hacía: chicas de pueblos venían a la capital y se las contrataba en las casas para servicios domésticos. En casa de mi madre y de mi suegra venían chicas de Retortillo de Soria y de pueblitos de Zamora, estaban un tiempo hasta que se casaban. Luego venía una hermana o una amiga del pueblo a sustituirlas. 

La familia de mi madre, de clase media (el primer teléfono en su casa lo instalaron en 1959 con el primer sueldo que mi madre ganó: un regalo a sus padres) tenía una camarera y una cocinera: tenían para servicio y no tenían para teléfono; otros tiempos, otras prioridades (tampoco existían lavadoras, lavavajillas, termomix, pañales desechables, etc.). Vivían 10 personas en un piso, como chinches en costura. 

Dos de las chicas que vinieron – una a casa de mi suegra y otra a casa de mi madre - no se casaron. Todavía viven con ellas, se hacen compañía y son muy amigas y muy felices. Les ayudan unas chicas muy simpáticas de Ecuador que se van turnando para hacer las tareas domésticas más complicadas; en lo que pueden mantienen su autonomía octogenaria y no tienen ningún interés en que nadie se meta en sus asuntos. El tiempo cambia.

Pienso que esto es lo que calcó el Fundador en los primeros años ¿No pagaba Seguridad Social? Las chicas que venían a casa tampoco estaban dadas de alta y mi madre, cuando empezó a trabajar de secretaria en los años cincuenta, tampoco estaba dada de alta; a las que se quedaron las dimos de alta más adelante, pero en esa época las cosas no funcionaban así.

Mi idea es que las circunstancias cambian y nuestra perspectiva también, que no podemos caer en anacronismos. La Obra importa hoy personal doméstico de Hispanoamérica, que es lo mismo que hacían al principio cambiando ahora pueblitos de España por pueblitos americanos: lo mismo que hacemos todos los hogares en España. 

El machismo tampoco existía. Aunque en 1928 Virginia Woolf escribió uno de los libros más deliciosos que se ha escrito sobre el tema, sereno y objetivo, que aconsejo a los que todavía no lo hayan leído: Una habitación propia. También es cierto que Virginia se suicidó en 1941, pero creo que más bien por otros motivos (apasionante su huida con Vita a París, una madre de 5 hijos - y muy buena escritora, aconsejo también sus novelas: Vita Shackville-West - con quien mantenía una relación sentimental).

EL RECHAZO A LOS SENTIMIENTOS

Después de leer todos los testimonios sobre numerarias auxiliares he pensado que el problema más importante que tiene el Opus es el rechazo a los sentimientos, la falta de empatía, que favorece las personalidades narcisistas y psicópatas. Existe una falta de empatía total hacia los sentimientos de los demás, es imposible que un director responda a los sentimientos de otro numerario.  Así sucede que alguno se suicida, otros enferman, casi todos llevan una doble vida y la mayoría se dan de baja porque no queremos volvernos definitivamente locos. 

Querría contar que lo que sucede con las auxiliares también lo he visto con muchos sacerdotes:

Father McKenzie
Writing the words of a sermon that no one will hear
No one comes near
Look at him working

Algunos sacerdotes predican una meditación (media hora hablando) para uno (un oyente); antes se tienen que preparar y desplazar (hablar media hora seguida varias veces al día es físicamente cansado, y psíquicamente también cuando te das cuenta que solo dices chorradas y que nadie te escucha), otros celebran misa a las seis de la mañana en un sitio y luego a las siete y cuarto en otro, alguno ha fallecido en accidente de tráfico, conduciendo por carretearas heladas de madrugada. Lo que quiero decir es que esto no es exclusivo de las numerarias auxiliares. 

También está el numerario pringado, al que le hacen atender todos los retiros, convivencias y círculos mientras que otros pasan sus tranquilos fines de semana jugando al golf o esquiando y luego sauna.

Más que del tipo de membresía (numerario, agregado, auxiliar, cura…) depende de la persona, de su temperamento y carácter: también hay psicópatas entre las numerarias auxiliares, entre los agregados, los numerarios y los supernumerarios. Son los “guardianes del campo de concentración”, los Systemerhalter, los Fatal Error… Sin ellos el sistema no se podría mantener, son tontos útiles.

COMO DEBERÍA SER

Los sentimientos no deberían ser importantes porque el Opus Dei no es una familia: es una Prelatura Personal que se rige según sus Estatutos y el Código de Derecho Canónico

El fundador alardeaba continuamente de su mentalidad jurídica y de la importancia que tiene para todos.  Esto lo anuló con el cuento de que “somos una familia” (la familiglia, como la mafia).

Los sentimientos dependen del temperamento de cada uno. Insisto en que lo que ha hecho más daño al Opus Dei es predicar que es una familia y que las numerarias auxiliares son las hermanas pequeñas. Se emplea un lenguaje para manipularnos a todos. Una organización de 90.000 mil miembros no puede funcionar como una familia, es completamente absurdo e inviable ¿a quién se le puede ocurrir una cosa así? Al Marqués de Peralta, claro, a quien si no. Así nos ha llevado al paroxismo con las numerarias auxiliares: las hermanas pequeñas, Peter Pan, el niño que no quería crecer. Rights taken seriously, un libro que escribió Dworkin: Los derechos en serio. El presupuesto de la caridad es la justicia, sin justicia no existe la caridad.

Por último, las familias son una fuente de problemas. ¿Quién, en su sano juicio, quiere convertir un grupo en una familia? Menuda pesadilla, qué confusión. Yo con la mía tengo bastante. Que conste que soy muy feliz (ahora) pero con una familia me sobra.

COSAS QUE EL OPUS DEI NOS EXIGIÓ CON EL CUENTO DE LA FAMILIA Y QUE NO ESTÁN CONTEMPLADAS EN LOS ESTATUTOS

Todo ello es fruto de la presión grupal (familiar) que afecta nuestra percepción de la realidad (si todos lo hacen así será que es lo correcto…) e influye en nuestras emociones (si no les doy la herencia recibida no me aceptarán, no me querrán; en cambio se les doy la herencia, si renuncio a muchas cosas en su favor, me aceptarán y me querrán, craso error). Si has sido del Opus desde la adolescencia lo entenderás: nuestro carácter no fue educado para tener unas convicciones morales autónomas sino que nos sumieron en sentimientos de minusvalía (no soy nada, no valgo nada, no tengo nada) de los que solo podíamos salir con la obediencia ciega en una realidad dilemática en la que solo existen el SI y el NO; la realidad es problemática y entre el SI y el NO hay infinitas posibilidad y cada uno es personalmente responsable según su conciencia, que es íntima y desconocida para los demás. No se dan en el Opus Dei las condiciones objetivas para lograr la autoestima “Yo soy yo y mis circunstancias”, que diría Ortega.

-          Hacer trabajos internos sin estar dados de alta en la seguridad social

-          Proteger a pederastas porque los trapos sucios se lavan en casa

-          Hacer testamento a favor de la Prelatura

-          Entregar todo el sueldo al Opus Dei

-          Obediencia en asuntos en los que los miembros son libres

-          Hacer la charla fraterna – una especie de coaching con ínfulas de dirección espiritual - con un indocumentado, oliscón y ventanero

-          Ser el indocumentado que lleva las charlas de otras y practicar lo de oliscón y ventanero

-          Renunciar a las herencias recibidas en favor de la Prelatura

-          Despreciar a nuestra familia de sangre, también con aquella manipulación del dulcísimo precepto, que así llamaba el fundador al quinto mandamiento.

Lo que quería decir con mi entrada es que no nos pongamos en el nivel de los sentimientos, no hagamos una competición (Who can top this?) a ver quién sufrió más. Es injusto, es un crimen, y punto. Que no podamos ir a los tribunales porque ha prescrito (por cierto, la cotización a la Seguridad Social no prescribe nunca) o porque actuamos engañados movidos por un dolus bonus o porque no tenemos pruebas, whatever. Es injusto para todos, independientemente del tiempo que hayas estado dentro o del tipo de membresía.

El Cid Campeador